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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Como dueños de mascotas, siempre queremos que nuestros gatos sean lo más felices posible. Los gatos no experimentan ni expresan emociones del mismo modo que nosotros, ni siquiera del mismo modo que los perros felices expresan sus sentimientos.
«Los gatos nunca son rencorosos ni malos a propósito, pero pueden sentirse felices, tristes o enfadados», dice la experta en comportamiento felino Laura Cassiday, CCBC, ABCCT, FFCP, de Baltimore. Y tampoco hay dos gatos iguales cuando se trata de sentir y expresar sus emociones. Pero hay algunos signos universales a los que podemos prestar atención y que indican que nuestros gatos son felices y están sanos.
Los signos de un gato feliz incluyen un lenguaje corporal alegre, un aumento de las vocalizaciones, un mayor deseo de acurrucarse o jugar y comportamientos normales de acicalamiento. ¿Aún no sabes si tienes un gatito feliz en casa o quieres aprender los entresijos de los comportamientos de los gatos felices? Los expertos dicen que hay que buscar estos ocho signos de un gato feliz.
Tu gato te habla
A algunos gatos les gusta oírse hablar, dice Cassiday. Otros gatos son más silenciosos, incluso cuando están contentos. Y otros gatos quieren decirle a todo el mundo lo felices que son: todo se reduce a conocer la personalidad única de tu gato. Las vocalizaciones felinas de felicidad pueden ser:
- Maullidos. Los maullidos agudos y los maullidos a modo de saludo demuestran felicidad. Pero si tu gato maúlla con más frecuencia de lo habitual o si le acompañan otros cambios de comportamiento, habla con tu veterinario.
- Parloteo o chirridos. Normalmente se reservan para las buenas sesiones de observación de aves, pero los gatos chirrían y parlotean cuando disfrutan de un estímulo visual.
- Gorjeos. Este sonido es una feliz mezcla entre un ronroneo y un maullido.
- Ronroneos. Un aleteo del diafragma y la laringe, normalmente el ronroneo es un signo de felicidad, pero no siempre (más adelante hablaremos de ello).
iStock/Savusia Konstantin
Cassiday señala que si un gato está triste o no se siente bien, es más probable que sea menos expresivo. «Los gatos estresados pueden aullar, gruñir o sisear», dice. Puedes pensar en estos sonidos como «vocalizaciones que marcan distancia» o que advierten a alguien o a algo para que retroceda o se mantenga alejado.
¿Ronronear significa siempre que un gato está feliz?
A pesar de la creencia popular, el ronroneo no siempre es un signo de felicidad. Por el contrario, los gatos ronronean para tranquilizarse cuando están estresados, heridos o asustados. Incluso se cree que la vibración del ronroneo tiene la frecuencia adecuada para ayudar a curar huesos, tendones y heridas. «Presta atención a las pistas contextuales para determinar si el ronroneo es un signo de felicidad», dice Cassiday.
La señal más evidente de que un ronroneo es de felicidad es si un gato ronronea mientras disfruta de interacciones sociales con humanos u otros animales. «Si un gato se esconde en el fondo de un armario ronroneando cuando no hay nadie, eso sí es un problema», dice.
Tu gato tiene un lenguaje corporal feliz
Hablando de pistas contextuales, el lenguaje corporal es una forma estupenda de saber si las vocalizaciones y comportamientos de tu gato son de felicidad. De hecho, puedes averiguar mucho sobre el estado de ánimo de tu gato aprendiendo a descifrar su lenguaje corporal. Te contamos las señales más comunes del lenguaje corporal de los gatos felices e infelices.
Lenguaje corporal de un gato feliz
- Mueve la cola lenta y ligeramente o cola erguida
- Orejas levantadas
- Parpadeos lentos y guiños
- Suaves zarpazos para llamar la atención
- Empuja su cabeza o su cara contra tu mano
- Se frota contra ti
- Postura corporal relajada, holgazanería o amasamiento
Lenguaje corporal de un gato infeliz
- Latigazos o golpes con la cola
- Orejas planas
- Ojos muy abiertos con pupilas dilatadas
- Te rehuye
- Morder
- Se aleja o se esconde
- Pelaje erizado o piel crispada
Tu gato amasa
Los gatos felices amasan con sus patas sobre superficies blandas o sobre sus humanos. Puede que notes que tu gato ronronea y babea alegremente mientras amasa.
«Cuando los gatos amasan sobre ti, te están demostrando lo felices y contentos que se sienten cuando están contigo, igual que cuando estaban con su mamá», dice Samantha Bell, experta en comportamiento felino de Best Friends Animal Society. Es un comportamiento natural e inherente y, lo más probable, es que sorprendan a la mayoría de los gatos amasando en algún momento.
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Tu gato babea
Babear mientras amasa, se relaja o le acarician son señales propias de un gato feliz. ¡Las babas no son solo cosa de perros! No todos los gatos babean cuando están contentos, así que no pasa nada si tu gato feliz no lo hace.
El babeo también puede ser sinónimo de estrés, miedo o enfermedad, así que presta mucha atención a las pistas contextuales, como el lenguaje corporal y las vocalizaciones.
Tu gato es curioso y cariñoso
Los gatos son animales más solitarios que los perros, pero eso no significa que no sean sociables, dice la Dra. Lindsay Butzer, doctora en medicina veterinaria y veterinaria asesora de PetMeds. «Los gatos disfrutan de más tiempo individual y eligen cuándo quieren frotarse contra tu pierna para que les acaricies», dice. «Y siguen siendo muy conscientes del amor que les das».
La variedad de tendencias sociales, curiosidad y afecto de un gato hacia otros gatos y hacia los humanos varía, igual que ocurre con los humanos intra y extrovertidos. Pero la Dra. Butzer añade que un gato feliz y bien socializado tiende a ser menos tímido o agresivo que los gatos que sufren estrés.
En los hogares con varios gatos felices, «los gatos pueden jugar unos con otros, dormir cerca o al lado de los otros o acicalarse mutuamente», añade Cassiday. Incluso pueden iniciar peleas de juego, que parecen y suenan diferentes a las peleas agresivas.
Tu gato quiere jugar
Al igual que su personalidad socialmente extrovertida, los gatos felices tienen más ganas de jugar. Pero, por supuesto, el juego puede ser diferente para cada gato, sobre todo a medida que el gatito crece y se convierte en adulto y, finalmente, se adentra en la tercera edad. Así que, ¡prueba con una serie de juguetes estimulantes que les mantengan alerta!
«Jugar con tu gato regularmente (dos veces al día, por la mañana y por la noche) es muy recomendable y es la mejor forma de reducir el estrés», afirma Cassiday. Cuando un gato no tiene la oportunidad de ejercitar su mente y su cuerpo, puede acabar descargando su frustración en tu sofá, en otras mascotas o en tus pies.
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Tu gato come, duerme y se acicala normalmente
«Lo principal que hay que observar en un gato feliz es que se sienta cómodo realizando sus comportamientos habituales y naturales», dice Cassiday. Los hábitos de sueño, alimentación y acicalamiento varían: algunos gatos duermen hasta 20 horas y otros tan solo 12. Por tanto, presta atención a lo que es normal para tu gatito e informa a tu veterinario si detectas algún cambio.
Un pelaje y un peso saludables son dos de los mejores indicadores de que tu gato es feliz y está sano, añade la Dra. Butzer. «Un pelaje descuidado o grasiento puede significar que tu gato no puede acicalarse o no se acicala, lo que puede ser un signo de debilidad o de estar enfermo», dice.
Un cambio en los hábitos alimentarios y de sueño podría indicar cualquier cosa, desde un trastorno cognitivo felino en gatos sénior hasta una enfermedad dental o estar estresado por un nuevo miembro de la familia.
Tu gato usa la caja de arena correctamente
Cuando tu gato usa la caja de arena correctamente, significa que está feliz y que no padece trastornos médicos que puedan causar micciones inapropiadas o cacas fuera de la caja. Pero si tu gato empieza a hacer sus necesidades fuera de la caja de arena, no es porque esté molesto o se esté vengando de ti, aunque pueda parecerlo.
«Los gatos defecan fuera de la caja de arena porque están molestos por algo de su entorno [o porque no se encuentran bien], no por ti», explica Bell. «Algo en su entorno les está estresando, como un nuevo miembro de la familia, un dueño que viaja con frecuencia o cualquier otro cambio importante en el hogar». Pero añade que antes de que empieces cualquier trabajo de detective del comportamiento felino, acude al veterinario para descartar cualquier afección médica.
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¿Mi gato es feliz dentro de casa?
Algunos gatos anhelan estar fuera, corriendo hacia la puerta cada vez que se abre y parloteando a los pájaros desde las ventanas. Pero, ¿necesitan los gatos salir al exterior para ser felices? Nop, dice Cassiday. Los gatos pueden llevar una vida feliz y plena dentro de casa con un enriquecimiento físico y mental adecuado.
Los gatos de exterior tienen toda la estimulación mental y física que puedan desear. Pero también están «expuestos a muchas más cosas que pueden causarles estrés, como los depredadores, el tráfico, las enfermedades y la competencia por la comida», afirma Cassiday.
Incluso en espacios reducidos, los gatos pueden obtener toda la estimulación que necesitan con espacios verticales, hamacas en las ventanas, rascadores, rompecabezas con comida y juguetes interactivos. Combatir el aburrimiento en los gatos no tiene por qué costar mucho, teniendo en cuenta el amor que sienten los gatos por las cajas y las bolsas de papel. Pero si quieres que tu gato se sienta como si estuviera en el exterior, Cassiday sugiere construir un «gatio» o un recinto seguro y al aire libre para gatos.
¿Cómo puedo hacer feliz a mi gato?
Un gato feliz no solo implica más mimos y tiempo de conexión para ti y tu felino favorito. Además, los gatos felices pueden tener menos problemas de salud relacionados con el estrés, como menos infecciones del tracto urinario (ITU) u obstrucciones urinarias, e incluso pueden tener menos riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, dice la Dra. Butzer.
Si te preocupa que tu gato no sea todo lo feliz que podría ser, la Dra. añade que mejorar su felicidad (y tu vínculo gato-humano) no tiene por qué ser complicado, lento ni caro. Aquí tienes siete consejos para hacer felices a los gatos:
- Proporciónale un entorno enriquecedor. «El enriquecimiento es amor», dice Bell. Eso significa colocar unos cuantos objetos en cada habitación con los que a tu gato le guste interactuar. Puede ser tan complejo como un árbol para gatos de varios niveles o tan sencillo como una caja de cartón espolvoreada con tentadora hierba gatera.
- Háblale a tu gato. La Dra. Butzer dice que hablar con un gato ayuda mucho a que se sienta querido. Además, nuevas investigaciones han demostrado que los gatos entienden cuando hablamos con ellos y sobre ellos.
- Juega con tu gato a diario. Cassiday nos cuenta que tiene un horario de juego determinado para que sus ocho gatos sepan exactamente cuándo les toca jugar.
- Mantén a tu gato limpio y bien aseado. Cepillar a tu gato equivale al acicalamiento social, una herramienta esencial para crear vínculos afectivos.
- Mantén el entorno de tu gato limpio. «Vacía las cajas de arena dos veces al día y límpialas a fondo cada 10 o 14 días», dice Bell.
- Asegúrate de que tienen comida y agua adecuadas. Las fuentes de agua y los comederos automáticos facilitan que nunca se te pase una comida perfectamente racionada y a tiempo cuando estás fuera de casa.
- Consiéntelo con premios sabrosos. «Enriquece su sentido del olfato y del gusto con una chuche proteica novedosa para él, como corazones de pavo liofilizados», sugiere Bell. Las chuches no deben constituir más del diez por ciento de las necesidades calóricas diarias de tu gato.
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Bell dice que los gatos tienen su propio lenguaje del amor cuando se trata de expresar y sentirse queridos. Así que dedicar tiempo a aprender el lenguaje del amor de tu gato puede haceros felices tanto a ti como a tu gato.