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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
¿Estás pensando en darle a tu gato un amiguito para que juegue con él? Entonces tendrás que tener claro cómo presentar un gatito cachorro a un gato para que empiece con buena pata.
En el mejor de los casos, presentar a dos gatos podría llevar tan solo una semana, y en el peor, podría llevar varios meses o hasta medio año. Pero, con suerte y si sigues nuestra guía, ¡podremos reducir el tiempo al mínimo!
Prepara un espacio exclusivo para cachorros
¿Estás esperando para llevar a tu nuevo compañero a casa? ¡Es hora de preparar el terreno! Antes de presentar un nuevo cachorro a los gatos, deberás preparar un espacio para tu nuevo gatito en tu casa que sea exclusivamente para él. Necesitará su propia caja de arena, cama, algo de comida y agua, además de algunos juguetes y rascadores que nunca estarán de más.
Este espacio exclusivo para cachorros debe ser solo eso: únicamente para gatitos, ¡no se permiten gatos grandes! Así que intenta pensar en una zona de tu casa que tu primer gato no suela visitar muy a menudo. Quizás una habitación libre, un segundo dormitorio o el comedor. Así tu gatito podrá disfrutar de algo de paz, mientras tu gato puede seguir reinando en su territorio (¡de momento!).
Presentar a dos gatos puede llevar algo de tiempo, por lo que es importante que durante el proceso cada gato tenga su propio espacio al que ir y en el que se sienta cómodo. Y también tendrás que dedicar tiempo a que tu gatito se familiarice con su nuevo entorno.
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Ocúpate de las visitas al veterinario del cachorro de antemano
Para evitar enfermedades, es importante restringir el contacto de tu gatito con otros felinos antes de que haya recibido todas sus vacunas. Aunque los gatitos obtienen cierta inmunidad natural de sus madres y su leche, esta disminuye con el tiempo. Por ello, tu veterinario te recomendará establecer un calendario de vacunas regular a partir de los 2-3 meses de edad.
El veterinario también tratará a tu gatito contra los parásitos y las pulgas, para evitar una infestación de ambos en tu nuevo hogar con dos gatos.
Consejo pro: otro truco que hay que tener en cuenta antes de presentar los gatitos a los gatos es acicalarlos y cortarles las uñas de antemano. Dado que los gatos se acicalan a sí mismos como respuesta al estrés, cepillarlos les pondrá de buen humor antes de conocer a su nuevo compañero. Si ambos gatos se sienten a gusto en su primer encuentro, les será más fácil forjar un vínculo.
Preséntale primero los elementos que tengan su olor
Cuando tu nuevo gatito llegue a casa por primera vez, seguro que tu gato sabrá que pasa algo, así que lo mejor es ir poco a poco.
De hecho, cuando se presenta un gatito a un gato, es muy importante que se acostumbre al olor del otro. El sentido del olfato de los gatos es unas 14 veces mayor que el de los humanos y tienen el doble de receptores olfativos en la nariz que nosotros. Así que no es de extrañar que los nuevos olores puedan resultarles abrumadores e inquietantes.
Antes de encontrarse cara a cara, la Humane Society [Sociedad Protectora de Animales] de los Estados Unidos recomienda presentar a tu gato mayor algo con lo que el gatito haya estado jugando o durmiendo para que se acostumbre al olor del gatito.
Sin embargo, al cabo de una semana, ambos gatos deberían acostumbrarse a los nuevos olores de su entorno, lo que marca el inicio del siguiente paso…
Deja que se conozcan detrás de una puerta para bebés
Una buena forma de mantener el control sobre un primer encuentro cara a cara es utilizar una puerta para bebés o un corralito para que cada gato pueda olfatearse primero a través de la barrera. Esto les permitirá conocerse mutuamente antes de interactuar plenamente.
Utiliza esta técnica durante varios días y observa a tus gatos mientras interactúan. A lo largo de la semana, es posible que los gatos dejen de sisearse mutuamente (¡progreso!), pierdan el interés por olerse (una buena señal) o empiezan a esperar con ansias sus encuentros (¡una gran señal!).
No te desanimes si tu gato sisea, arquea el lomo o se le eriza la cola cuando se encuentran por primera vez. Antes de que empieces a preocuparte por que tu gato odie a tu gatito, recuerda que los gatos son criaturas solitarias e independientes (y a veces territoriales). Aunque la mayoría de las presentaciones no van bien al principio, eso no significa que tus gatos no puedan aprender a convivir (y quererse).
Pueden pasar varios días, o incluso una o dos semanas, antes de que tus gatos estén preparados para una interacción plena, pero asegúrate de dejar que tus gatos marquen el ritmo.
Consejo pro: además del acicalamiento, los sprays calmantes pueden ayudar a reducir la ansiedad de tu gato y hacer que esté de mejor humor para los encuentros.
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Utiliza la comida para crear una relación positiva
Las chuches son un gran método de refuerzo positivo tanto para los gatos como para los gatitos. Así que cuando tus gatos se encuentren detrás de la puerta, recompensa el buen comportamiento con una chuche. Así empezarán a asociar las interacciones amistosas con una recompensa.
La hora de la comida también es un buen momento para los encuentros entre gatos, con o sin puerta para bebés. De este modo, cada gato estará ocupado con su comida, llenando felizmente su barriga, mientras se acostumbra a la presencia del otro.
Por supuesto, asegúrate de que cada gato tenga suficiente espacio para disfrutar de su comida sin que el otro se interponga, ya que dejar que ambos coman del mismo cuenco es la receta para el desastre. Pero los gatos deben poder seguir viéndose mientras comen para que empiecen a asociar el hecho de ver a su nuevo compañero con la ingesta de una deliciosa comida.
Ten paciencia
Sin prisa pero sin pausa debe ser tu lema hasta que tu gato y tu gatito puedan ocupar tranquilamente el mismo espacio. Presentar un nuevo gatito a un gato puede requerir mucho ensayo y error, por lo que es importante tener paciencia hasta que los gatos se sientan cómodos.
Tanto si tardan un par de semanas como unos meses, lo normal es que tus gatos acaben llegando a un término medio y, con suerte, empiecen a disfrutar de la compañía del otro. No te desanimes mucho si tardan más de lo que esperabas y recuerda que si tus gatos no crean un vínculo afectivo al instante, ¡no hay nada malo en ellos y no has fracasado como dueño de mascotas! Simplemente, confía en el proceso y llévalo a cabo.
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Permanece alerta a las señales de advertencia y a los comportamientos inusuales
Aunque las peleas de juego son normales (¡y muy tiernas!), no se debe tolerar la agresividad de ninguna de las partes de tu combo cachorro-adulto.
Consejo pro: ¿Has notado que tu gato acecha, persigue o se abalanza? Distrae a tu gato de estos comportamientos negativos con un juguete. ¡Y recuerda recompensar el buen comportamiento con chuches también!
Entre las señales de agresividad se incluyen:
- Pupilas dilatadas
- Orejas aplanadas hacia atrás
- Cola recta hacia arriba
- Pelo erizado
- Espalda arqueada
Por otro lado, las señales de miedo pueden ser:
- Pupilas dilatadas
- Orejas aplanadas hacia fuera
- Bigotes aplanados
- Envolver la cola o meterla entre las patas
- Mantener la cabeza en alto mientras está tumbado
Si observas alguno de estos comportamientos, así como un estrés excesivo (como orinar de forma inapropiada o rascarse o acicalarse en exceso), es hora de dar un paso atrás y reevaluar la situación. Puede que tengas que volver a empezar el proceso.
¿Deberías darle un gatito a tu gato?
Quizá estés leyendo esto antes de llevar a tu nuevo gatito a casa porque no estás del todo seguro/a. Haces bien en pensar en lo que tu gato podría disfrutar o no. Algunos gatos prefieren ser el rey o la reina de su casa, ¡y eso está muy bien!
Para saber si tu gato estará estresado o encantado con la idea de vivir con otro gato, comprueba estos rasgos de personalidad o comportamiento:
- Agresividad
- Timidez o miedo
- Siseo
- Marcar territorio
- Antecedentes de hostilidad hacia otros gatos
Cualquiera de estos signos puede indicar que tu gato no disfrutará de la compañía de otro o que tardará más en adaptarse a la convivencia con un nuevo miembro felino de la familia. Si tu gato no muestra ninguno de estos signos, el siguiente paso es apoyarse en los conocimientos del refugio o del criador sobre sus gatitos.
Un refugio o un criador pueden ayudarte a identificar qué gatito de su camada es el más adecuado para vivir con otro gato. Será mucho más fácil, a la hora de presentar a los gatos, asegurarte de que tienes un gatito que se lleva bien con otros felinos y que tiene un temperamento fácil de llevar.
Otros factores que deberás tener en cuenta:
- La edad: los gatos muy mayores pueden estar demasiado acostumbrados a estar solos o pueden encontrar las nuevas incorporaciones demasiado abrumadoras
- Los niveles de energía: los cachorros pueden tener muchísima energía, ¿podrá tu somnoliento felino residente seguirle el ritmo?
- Personalidad y rutina: ¿tu gato es despreocupado o territorial? ¿Pasa mucho tiempo fuera de casa o está siempre en tu regazo?
- Antecedentes (con otros gatos): ten en cuenta cómo interactúa tu gato con otros felinos del barrio antes de traer uno a tu casa
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Cuándo acudir a un profesional
Si no estás teniendo éxito en la presentación de tu gatito a tu gato, siempre puedes trabajar con tu veterinario para idear las mejores estrategias. Los veterinarios son una fuente de información que puedes aprovechar y siempre estarán encantados de ayudarte.
¿Quieres presentar a dos gatos mayores? ¡El proceso es exactamente el mismo! Aunque algunas de las consideraciones podrían ser diferentes, como en términos de niveles de energía, por ejemplo.
¿Y qué pasa con la incorporación de un gato a una casa con perros? Bueno, ¡eso ya es otra cosa! Pero algunas de estas técnicas también se pueden utilizar en este caso.