- No sustituye a consejo veterinario profesional.
El personaje de la loca de los gatos ha dejado de ser objeto de burla y ha sido adoptado por Internet y la cultura pop. Pero, ¿cuándo pasa de ser un rasgo peculiar de la personalidad a algo preocupante, peligroso o incluso mortal?
Es imposible tener un hogar estable con varios gatos cuando se les mantiene en espacios de tamaño inadecuado y se les priva de sus necesidades esenciales. Laura Cassiday, especialista Certificada en comportamiento felino y fundadora de Pawsitive Vibes Cat Behavior & Training, dice que estas necesidades básicas se conocen como «los cinco derechos del bienestar animal». Se desglosan en «derecho a vivir sin hambre o sed, derecho a vivir sin malestar, derecho a vivir sin dolor o enfermedad, derecho a expresar el comportamiento normal de su especie y derecho a vivir sin miedo ni angustia». Tienes demasiados gatos cuando estas necesidades esenciales no están cubiertas.
Obtén más información sobre cuántos gatos son demasiados y los retos que rodean a este tema. Esto incluye cuándo tener varios gatos se convierte en acumulación de animales.
¿Qué determina cuántos gatos son demasiados?
Si te has estado cuestionando acerca del número de gatos que tienes, ten por seguro que no hay un número único que se considere demasiado. Sin embargo, si buscas un número concreto, Cassiday cree que tener tres o cuatro gatos es lo ideal y lo que la mayoría de la gente puede cuidar de manera razonable.
En el fondo, la respuesta a esta pregunta es variable, ya que la capacidad de cuidarlos razonablemente difiere. Para algunos, eso podría significar que están mejor preparados para cuidar de una pareja de gatos unidos. Para otros, podría no ser demasiado tener cinco gatos. Más allá de eso, entran en juego muchos factores situacionales a la hora de determinar cuál es el número perfecto de gatos que se puede tener. Entre ellos se incluyen los siguientes.
- El espacio en el que vives. Las viviendas más pequeñas, como un estudio, en comparación a una casa de varios pisos, pueden dificultar la tarea de proporcionarles espacio y recursos suficientes. Meter varios gatos en la habitación que tienes alquilada es buscar conflictos constantes.
- Otras personas, animales y niños. Además de tu espacio en el que vives, debes examinar quién más vive ahí contigo. Por ejemplo, hay menos recursos disponibles para varios gatos si vives con compañeros de piso y otros animales.
- Leyes estatales y municipales. Si alquilas un piso o una casa, es probable que tu casero tenga restricciones o limitaciones con respecto a las mascotas. A veces se aplican a animales de determinados tamaños, pesos y razas. Otras veces se trata de un número determinado de animales en total. Los países y los municipios también tienen derecho a regular el número y el tipo de mascotas que pueden estar en las propiedades. Por ejemplo, en EE. UU., algunos estados tienen «códigos de gatos» que exigen determinadas cosas, como vacunaciones y licencias. Es importante mencionar que estas leyes varían de un estado a otro.
5 señales de que tienes demasiados gatos
«Cuantos más gatos tengas, más probabilidades tendrás de encontrarte con algún tipo de problema de comportamiento, ya sea algo como el marcaje con orina o la agresividad entre gatos», dice la Dra. Mikel Delgado, especialista certificada en comportamiento felino, fundadora de Feline Minds y experta en gatos residente en Rover.
Las peleas entre gatos y los comportamientos territoriales, como el rociado y el marcaje con orina, indican que algo va mal. Además, hay otras señales de alarma, como las siguientes.
1. Están desnutridos
Como carnívoros obligados, los gatos tienen necesidades nutricionales muy distintivas. Dependen de su dieta para obtener las vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales que necesitan para funcionar y desarrollarse. La comida húmeda y las croquetas secas comerciales están enriquecidas con dos aminoácidos especialmente importantes: taurina y arginina.
Si carecen de estos nutrientes, son más propensos a sufrir insuficiencias cardíacas, ceguera, convulsiones y acumulación de amoníaco. Los gatos con un acceso inadecuado a la comida son propensos a una desnutrición grave y a una muerte prematura.
2. Padecen deshidratación crónica
Más allá de la desnutrición, los gatos mal cuidados suelen estar deshidratados y enfermos de manera crónica debido a la competencia. Los gatos no están predispuestos a buscar agua, por lo que a menudo hay que atraerlos con fuentes de agua o recurrir a alimentos húmedos para que se hidraten.
Un gato medio de unos cuatro o cinco kilos debe beber al menos un vaso de agua al día. La deshidratación crónica puede provocar fallos orgánicos, problemas cardíacos y neurológicos.
3. Tienen pulgas y lombrices
Es un mito que los gatos domésticos no puedan contraer lombrices y pulgas. Cuando los gatos no reciben un tratamiento antipulgas adecuado o están desatendidos, basta con que un solo gato libere estos pequeños terrores chupadores de sangre en la casa, poniendo en peligro a todos los demás gatos. Las pulgas pueden provocar picores, irritación de la piel, heridas abiertas e infecciones mortales.
Los gatitos son especialmente vulnerables y corren el riesgo de sufrir daños graves. Los parásitos internos, como las ascárides, también son fácilmente transmisibles entre gatos, e incluso pueden pasar de la leche de una madre infectada a sus gatitos. Las lombrices no tratadas en gatos pueden provocar problemas gastrointestinales potencialmente mortales e infecciones víricas y bacterianas graves.
4. No crean un vínculo contigo
Cassiday afirma que los gatos que viven en hogares insalubres se pierden la socialización y el aprendizaje de la convivencia con otros animales. Por desgracia, esto también significa que se pierden el periodo «crucial» de socialización entre las dos y las siete semanas de vida y se vuelven miedosos y desconfiados.
Según la American Association of Feline Practitioners, un vínculo fuerte entre los gatos y sus cuidadores humanos puede «aumentar la calidad de vida» de todos y reducir la probabilidad de problemas de comportamiento.
5. Hacen que tu casa huela mal
Una de las características de tener demasiados gatos son unas condiciones de vida insalubres. La falta, y a veces la incapacidad total, de limpiar y desinfectar adecuadamente los areneros, la ropa de cama, los juguetes y los platos de comida y agua puede provocar muchos problemas. Además de un hogar sucio y maloliente, esta falta de higiene provoca más parásitos, bacterias, virus y enfermedades.
Algunos problemas pueden traspasar la barrera de las especies e infectar a humanos y gatos, haciendo que huelan mal y que enfermen. Combinado con el número de gatos hacinados en un espacio habitado poco higiénico, los olores a caca y pis derivados del comportamiento territorial contribuyen a la insalubridad del hogar.
¿Por qué es malo tener demasiados gatos?
Tener demasiados gatos sin estar adecuadamente equipado para satisfacer sus necesidades básicas físicas, sociales y médicas conlleva sus peligros. Además de otras consecuencias negativas que ya hemos mencionado, como las enfermedades y la mala salud, he aquí otras cuatro razones por las que tener demasiados gatos es malo:
Contribuye a la superpoblación
Solo en Estados Unidos, hay 40 millones de gatos callejeros, que pueden quedarse preñados a los cuatro meses y tener dos camadas al año. Muchos dueños con un número preocupante de gatos los dejan sin castrar.
Delgado explica que a menudo no están esterilizados ni castrados y proceden de lugares como Craigslist o de la calle, sin atención veterinaria regular. Esto significa que estos gatos tienden a reproducirse con mucha rapidez, desencadenando una minicrisis de superpoblación de gatos domésticos que alimenta una mayor en todo el mundo.
Aumenta los problemas conductuales
Cassiday afirma que la competencia por menos recursos provoca problemas de comportamiento. Aunque en general los gatos están muy bien socializados con otros gatos, no siempre es una socialización positiva. El hacinamiento y la falta de recursos hacen que estos gatos se estresen y se peleen. Estas peleas pueden manifestarse en tres tipos de agresiones: territoriales, inducidas por el estatus y entre gatos.
Teniendo en cuenta que estos gatos suelen estar sin esterilizar, sus hormonas sexuales amplifican esta agresividad, sobre todo las de los machos no castrados. A diferencia de las peleas de juego en hogares estables con varios gatos, los gatos de otros entornos arañan y muerden para herir. Por ello, pueden dañarse gravemente entre sí y dejar heridas propensas a infectarse. Los humanos también corren el riesgo de contraer infecciones bacterianas como la enfermedad por arañazo de gato si un gato agresivo infectado muerde o araña lo bastante fuerte como para romper la piel.
Propaga enfermedades
Un entorno sucio genera otras enfermedades infecciosas además de parásitos, pulgas e infecciones bacterianas. Por ejemplo, el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) y el virus de la leucemia felina (VLFe) son enfermedades altamente transmisibles que pueden saltar rápidamente de un gato a otro. Como atacan el sistema inmunitario de los gatos, los hacen susceptibles a otras enfermedades y, si no se tratan, pueden causar toda una vida de dolorosos síntomas. Aunque los gatos suelen transmitir el VIF a través de mordeduras, también se contagian a través de la saliva en el acicalamiento mutuo, la leche materna, las heces y la orina en los areneros compartidos.
Los dueños de gatos colaborarán estrechamente con sus veterinarios en situaciones de salud para atender las necesidades particulares de su gato. Aunque el VIF y el VLFe no tienen cura, pueden controlarse con atención médica. Desgraciadamente, el pronóstico es mucho más sombrío para los gatos en situaciones de acumulación a los que se les niega el tratamiento médico.
Conlleva problemas económicos
Otra consecuencia de tener demasiados gatos es la presión y la inseguridad financieras. Los gatos no son mascotas baratas. Por ejemplo, un solo gato puede costar hasta 1600 $ al año en comida, arena, juguetes, enriquecimiento y visitas de bienestar general; ¡y eso solo en lo esencial! Esa cantidad no tiene en cuenta gastos anuales adicionales como limpiezas dentales, citas de peluquería, seguro de mascotas y visitas de emergencia al veterinario, que pueden suponer hasta 3605 $ más, lo que significa que el cuidado de un gato durante un año puede ascender a más de 5200 $.
Si hay varios gatos, estas cifras se duplican, triplican y cuadruplican. Este coste puede aumentar aún más en el caso de gatos con enfermedades crónicas que requieren cuidados veterinarios frecuentes o que se encuentran en etapas de su vida, como el embarazo o la vejez, en las que necesitan más suministros y alimentos. Las implicaciones económicas de tener un gran número de gatos pueden ser devastadoras.
¿Qué cuidados especiales se necesitan cuando se tienen varios gatos?
No todos los hogares con varios gatos son inadecuados. Delgado explica que tener varios gatos puede ser divertido para todos cuando se hacen bien las cosas. Entonces, ¿qué hay que hacer? Por encima de todo, los requisitos de cuidado de los hogares con varios gatos se reducen a los recursos.
Cassiday dice que un número adecuado de areneros no es el único recurso vital. Otros elementos necesarios para un enriquecimiento completo son los siguientes.
- Comederos
- Bebederos
- Rascadores
- Camas cómodas para gatos
- Árboles para gatos
- Juguetes
- Compañía humana
«Cuando se trata de cualquier cosa que tu gato considere importante, debes tener siempre una más otra adicional», dice Cassiday. Dice que tampoco pueden estar en un solo sitio, ya que los gatos quieren proteger sus cosas de otros gatos, especialmente los areneros, los comederos y los bebederos.
¿Se considera acumulación de animales tener demasiados gatos?
«Coleccionar» gatos tiene muchas consecuencias tanto para los animales como para las personas. Pero primero, ¿qué es exactamente la acumulación de animales? Para entender su repercusión en los gatos, primero necesitamos una definición clara de lo que es.
Según la American Psychiatric Association, la acumulación es un trastorno mental en el que las personas no pueden desprenderse de objetos que consideran valiosos; normalmente, esto ocurre en un entorno muy desorganizado. Sin embargo, cuando estas «posesiones» son gatos, se pasa a la acumulación de animales. En el caso de la acumulación de animales, el 72 % son mujeres, y los gatos experimentan las tasas de acumulación más elevadas.
De los 250 000 animales afectados por la acumulación cada año, la mayoría son gatos. Entonces, ¿con cuántos gatos se considera que alguien padece acumulación? Como esto varía de un país a otro, la acumulación de animales no tiene un número universal. Así que, en lugar de un número fijo de gatos, los países determinan una situación de acumulación en función del estado de la vivienda.
6 maneras de buscarle un nuevo hogar a los gatos si tienes demasiados
La decisión de buscarle otro hogar a un gato es difícil. Por suerte, las perspectivas son buenas. «Muchos de estos gatos pueden ser socializados y adoptados en un nuevo hogar», afirma Delgado. Explica que para ello hay que dar tiempo a los gatos para que se adapten y proporcionarles interacciones positivas con los humanos. Además, un estudio reciente descubrió algunos beneficios de la medicación para disminuir el estrés en los refugios y conseguir que los adopten.
El primer paso para buscarle un nuevo hogar a los gatos de forma segura y ética es entregarlos a una organización acreditada. Algunas organizaciones son sociedades humanitarias, protectoras sin ánimo de lucro o refugios de animales. Si alguien denuncia la acumulación a la policía, interviene el control local de animales; ellos son los que eligen dónde van los gatos.
Una vez trasladados los gatos rescatados, suele haber seis pasos para encontrarles un nuevo hogar. Entre ellos figuran los siguientes.
1. Comprueba la salud y el comportamiento del gato
El primer paso y el más importante para buscarle un nuevo hogar a un gato es comprobar su estado de salud. Esto significa que un veterinario tiene que examinarlo para ver si está esterilizado o castrado e identificar los estragos causados de una posible acumulación. Por ejemplo, puede estar infestado de pulgas o lombrices, desnutrido, deshidratado, infectado o enfermo. En cuanto a su comportamiento, las organizaciones utilizan diversas evaluaciones para conocer el temperamento de cada gato y saber cómo satisfacer sus necesidades y prepararlos para la adopción o la acogida.
2. Proporciónale el tratamiento médico necesario
Además del tratamiento de enfermedades, infecciones y parásitos, esta fase también incluye la esterilización y el suministro de una dieta equilibrada con los nutrientes necesarios a los gatos hambrientos y desnutridos. Se recomienda acudir a una peluquería de mascotas si el pelo del gato está enmarañado o lleno de pulgas. Una vez satisfechas sus necesidades básicas de supervivencia y resueltos sus problemas médicos, algunos de los cuales pueden venir de largo, estos gatos empiezan a recuperarse de su estrés y ansiedad crónicos para dejar que brille su personalidad.
3. Selecciona y entrevista a posibles adoptantes
Tras anunciar el historial del gato rescatado y publicarlo en páginas web y refugios, el siguiente paso es seleccionar y realizar entrevistas con posibles adoptantes. Los adoptantes deben saber en qué se están metiendo y las necesidades únicas del gato rescatado. Por ejemplo, el gato puede necesitar vivir en una casa sin niños ni otros animales, o desarrollarse en un hogar saludable con varios gatos.
Expresar y hacer hincapié en estos y otros requisitos y responsabilidades necesarios para cada gato es vital. Para los gatos no adoptados, una alternativa a la eutanasia con la que están experimentando algunos refugios son los programas de gatos de granja. Estos gatos reciben comida, alojamiento seguro y atención veterinaria de cuidadores humanos, pero no están confinados en un hogar doméstico.
4. Programa encuentros previos
Como cualquier gato o gatito, no basta con enamorarse de su foto y su historia. Porque los gatos, al igual que los humanos, tienen personalidades distintas, y hay posibilidades de que no todas las adopciones encajen bien. «El problema más común al que se enfrentan los antiguos gatos acumulados es la falta de socialización con los humanos», afirma Cassiday. Reunirse físicamente y pasar tiempo con el gato en el que se está interesado mediante un encuentro previo informal es la mejor forma de ver si hay química.
5. Ofrecer oportunidades de acogida
La adopción no es la única solución para buscar un nuevo hogar a los gatos rescatados. Tras evaluar su bienestar y comportamiento, algunos refugios y organizaciones pueden considerar que algunos gatos prosperarán en hogares de acogida. Cuando las personas deciden acoger a gatos rescatados de entornos de acumulación, se trata de una especie de terapia de exposición o un curso intensivo de socialización entre humanos y felinos.
Los gatitos muy jóvenes, en el periodo crucial de socialización, se desenvuelven bien en situaciones de acogida. Además, los programas de acogida suelen proporcionar suministros esenciales, como comida, juguetes y arena, y pagan las visitas al veterinario, lo que hace más accesible la crianza de gatos a personas que no disponen de medios económicos para cuidar de un gato de forma permanente.
6. Mantén comunicaciones consistentes
Una vez que un gato es adoptado o colocado en un hogar de acogida, no es el final. Al menos durante los primeros meses, es probable que los refugios y las organizaciones se pongan en contacto de manera regular con los nuevos cuidadores del gato. Así se aseguran de que el gato rescatado se adapta bien a su nuevo hogar. Además, el refugio ofrece orientación, asesoramiento y apoyo cuando es necesario y soluciona los problemas de comportamiento. Si el hogar no es adecuado para el gato y no funciona ninguna intervención o estrategia, también podría significar la devolución del gato e intentar encontrarle un hogar más adecuado.