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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Admitámoslo, los gatos son raros. Y, si eres dueño o dueña de un gato, sabrás que nuestros amigos felinos pueden manifestar comportamientos extraños, desde tirar cosas de las repisas hasta dormir sobre tu cabeza. ¿Has jugado alguna vez al entrañable juego de «acurruca mi cabeza en la palma de tu mano» cuando ¡zas!, de la nada, tu gato te da un mordisco? Entonces probablemente tú también te has preguntado «¿Por qué mi gato me muerde?».
Hay varias razones por las que los gatos muerden ¡y una de ellas es el juego! Morder puede ser un comportamiento común que tiene su origen en los instintos naturales del gato. «Los gatos muerden por muchas razones de forma natural: para matar a sus presas, para jugar con sus compañeros de camada y para protegerse o pelearse», explica la Dra. Mikel María Delgado, especialista certificada en comportamiento felino.
Con la ayuda de la Dra. Delgado, veremos los distintos tipos de mordiscos que protagonizan los gatos y distinguiremos las señales agresivas de las afectivas, como los mordiscos con amor, de cuando un gato muerde por agresividad. Esto es lo que debes saber.
¿Por qué mi gato me muerde?
A continuación, veremos algunos tipos diferentes de mordiscos y por qué tu gato puede mostrar este comportamiento.
Mordiscos de juego
Los mordiscos de juego son un tipo de mordisco muy común y a menudo sirven para liberar energía e incluso pueden estar relacionados con los instintos de caza si, por ejemplo, estáis jugando con una varita, u otro juguete para gatos, que despierta los instintos de caza de tu gatito.
Sin embargo, este tipo de mordiscos también puede ser una señal de que necesitas aumentar el tiempo de juego de calidad con tu gato. «Los gatos son depredadores por naturaleza y necesitan una vía de escape para ese comportamiento», afirma la Dra. Delgado. «Si no jugamos lo suficiente con ellos, podemos ver cómo orientan ese comportamiento depredador hacia nuestras manos o pies cuando se mueven».
Mordiscos de amor
Los mordiscos de amor suelen producirse cuando tu gato y tú estáis mostrando una actitud cariñosa. Es un pellizquito y en la mayoría de los casos no llega a dañar la piel. Puede empezar con un lametón antes de sentir el roce de los dientes contra tus manos. En otras palabras, tu gato no te mostrará ningún otro signo de agresividad: no te siseará ni te arañará, ni intentará huir.
Pero un «mordisco de amor» puede indicar que tu gato se ha hartado ya de tus caricias. «Es probable que el gato se sienta sobreestimulado por la atención y las caricias y, aunque lo esté disfrutando, al mismo tiempo le resulta agobiante», dice la Dra. Delgado. No es algo personal, ¡solo necesita un descanso!
Morder para llamar la atención
A veces un gato te muerde, no porque esté en pleno apogeo del juego o porque esté sobreestimulado por el afecto, sino porque tu gato te está diciendo literalmente «¡Hola!» e intenta llamar tu atención.
«Los gatos pueden aprender que si te mordisquean, respondes o les prestas atención», explica la Dra. Delgado. Al igual que la mayoría de los comportamientos negativos de búsqueda de atención, es mejor no recompensar el mordisco por atención. No reacciones; aléjate e intenta desviar la atención de tu gato hacia un juguete.
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Mordisco repentino al acariciarlo
¿Alguna vez te ha atacado tu gato mientras lo acariciabas o incluso cuando paseabas tranquilamente por casa? Estos mordiscos repentinos pueden ser confusos, pero suelen tener alguna explicación.
Dato curioso: no a todos los gatos les gusta que les acaricien, y algunos tienen zonas del cuerpo que no les gusta que les toquen, como la barriga o cerca de la cola. En este caso, es mejor centrarse en zonas del cuerpo «seguras» para tu gato. «La mayoría de los gatos prefieren las caricias suaves en las mejillas y la cabeza, y es menos probable que les gusten las caricias en la base de la cola o el vientre», comenta la Dra. Delgado. «Cada gato es diferente, así que es importante que conozcas a tu gato para saber qué le gusta. Si no conoces bien a un gato, limítate a las caricias suaves en la mejilla, que son más seguras».
Mordiscos de cachorros/Dentición
¿Qué podemos decir? La dentición es inevitable. Según la Dra. Delgado, la dentición se produce entre las 3 semanas y los 6 meses de edad.
Aunque se trata de una etapa por la que pasan todos los gatitos jóvenes, este comportamiento de morder rara vez está dirigido a las personas. «[Los gatitos] rara vez muerden a los humanos a causa de la dentición. Son más propensos a morder objetos o a llevarse la pata a la boca», dice la Dra. Delgado.
Mordiscos agresivos de los gatos
La Dra. Delgado explica que la razón que hay detrás de la agresividad al morder es importante. «No describo los mordiscos como ‘mordiscos agresivos’. Hay muchas razones por las que los gatos pueden mostrar comportamientos agresivos», asegura la Dra. Delgado.
El miedo también puede ser un factor que contribuya a que tu gato muerda. «Los gatos también pueden morder cuando se sienten amenazados o acorralados. Esto suele ir acompañado de zarpazos, orejas hacia atrás, siseos e intentos de protegerse de la amenaza», dice la Dra. Delgado.
La agresión redirigida se produce cuando tu gato se ha excitado previamente por algo que no podía alcanzar, como un animal fuera de la ventana, y entonces «redirige» esa excitación hacia ti (o hacia otra mascota) mostrándose agresivo. Es algo común, y el ataque puede producirse incluso horas después.
Si eso es lo que le ocurre a tu gato, tendrás que acudir a un veterinario especialista en comportamiento para ver si puedes corregir la situación y hacer las paces con él. Cuanto antes, mejor. Castigar a un gato agresivo no funciona: es mejor evitar que la situación vaya a peor.
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¿Cómo puedo evitar que mi gato me muerda?
Cuando se trata de los mordiscos de los gatos, hay varios enfoques diferentes. La Dra. Delgado recomienda lo siguiente:
- Asegúrate de dar a tu gato muchas cosas para que se entretenga, como juguetes para jugar solo, postes para rascar y puzles de comida.
- Asegúrate de jugar con tu gato con juguetes interactivos todos los días.
- Trata a tu gato con delicadeza y nunca lo agredas, ya que eso le incita a morder y arañar.
- Habla con tu veterinario o con un especialista en comportamiento si te preocupa que tu gato muerda o arañe.
Además, evita tener las manos y los pies desnudos durante el juego y, cuando se produzcan mordiscos, evita el castigo y céntrate en elogiar a tu gato por su buen comportamiento.
Cómo saber si mi gato va a morder
Aunque parezca que un mordisco surge de la nada, en realidad, los gatos tienen su propio lenguaje corporal para indicar la posibilidad de un mordisco inminente. He aquí algunos signos a los que hay que prestar atención, según la Dra. Delgado:
- Aumento de las vocalizaciones o un «maullido malhumorado»
- Girar la cabeza para mirarte la mano
- Las orejas pueden moverse hacia atrás, hacia los lados o aplanarse
- Mover o azotar la cola
- Piel crispada
- Las pupilas pueden dilatarse o parecer ranuras
- Puede sacar las garras
- Los bigotes se mueven hacia delante
- Rigidez en las patas o en los hombros, o bien se marcan los músculos
- Pata alzada
- Aleja el cuerpo
Recuerda que no hay dos gatos iguales; el lenguaje corporal que anuncia el mordisco del gato puede variar.
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¿Qué debo hacer si mi gato me muerde?
Si tu gato te muerde, pero no te daña la piel, entonces no necesita atención médica. En este caso, querrás averiguar cuál es la causa de ese comportamiento. «Si tu gato te muerde, mantén la calma y no le castigues ni le grites. Eso solo aumentará su miedo o estrés», explica la Dra. Delgado. «En lugar de eso, intenta averiguar por qué te ha mordido tu gato: ¿qué estabas haciendo y qué lenguaje corporal estaba mostrando? Trata de evitar esa situación en el futuro. La mayoría de los mordiscos de los gatos se producen en las manos de los humanos en respuesta a su manipulación, a menudo de una forma que estresaba al gato».
Si el mordisco rasga la piel, irriga la zona abundantemente con agua de inmediato y con una solución salina, a ser posible. Si la hemorragia no se detiene, puedes comprimir la zona, pero es importante que acudas a un médico lo antes posible. Según la Dra. Delgado, estas heridas pueden infectarse fácilmente.
Los gatos tienen muchas bacterias perjudiciales en la boca (incluyendo Pasteurella, Streptococcus, Staphylococcus, entre otras) y un mordisco puede transferir estas especies de patógenos a los humanos, causando posiblemente síntomas parecidos a los de la gripe, fiebre e incluso la muerte (aunque esto es muy raro). Los jóvenes, los ancianos y la gente que ya está enferma o es inmunodeficiente son los que más riesgo corren.
Es probable que tu médico tenga que presentar un informe a causa del mordisco. Si tu gato no está al día con las vacunas antirrábicas, puede ser necesario ponerlo en cuarentena durante un tiempo. En el caso de mordiscos frecuentes, o de mordiscos que rasgan la piel, es importante consultar a un veterinario especialista en comportamiento para tratar el problema lo antes posible.
Cómo acariciar a un gato
Una forma crucial de evitar un mordisco de gato es saber cómo acariciar a un gato en primer lugar. Pero, ¿cuál es la forma adecuada de acariciar a un gato? La Dra. Delgado nos da los siguientes consejos:
- Deja que el gato se acerque a ti u ofrécele un dedo y deja que lo huela o se frote contra él.
- Los gatos prefieren tener el control de las interacciones y la mayoría de los gatos preferirán interacciones más cortas y frecuentes que una sesión de caricias más larga.
- Evita las zonas sensibles, como el vientre y la base de la cola. Como ya mencionamos, las caricias en la cabeza y en las mejillas suelen ser más seguras.
- Acaricia suavemente en la dirección en la que se encuentra su pelaje (no lo revuelvas mientras lo acaricias, ya que puede ser irritante).
Conclusiones
Es importante prestar atención al lenguaje corporal de tu gato. Y aunque los siseos, las orejas planas, la rigidez, etc. pueden ser signos negativos que indican la necesidad de establecer límites claros, también es bueno conocer el lenguaje corporal positivo de tu gato para cultivar una relación feliz y sana con él. «Los gatos que disfrutan de las caricias suelen frotarse contra tu mano, ronronear, cerrar los ojos, amasar con las patas y ponerse de lado«, dice la Dra. Delgado. Como cualquier dueño de un gato podrá decirte, una vez que oigas ese ronroneo similar al de un motor, sabrás que vas en la dirección correcta.