- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Si vives en un hogar con varios gatos, lo más probable es que hayas visto a tus gatos pelearse de vez en cuando. Incluso los mejores amigos felinos pueden ponerse un poco temperamentales, pero cuando las riñas se vuelven demasiado habituales, puede que haya algo más.
La Dra. Kat Pankratz, doctora en medicina veterinaria, DACVB y veterinaria especialista en comportamiento de la Animal Behavior Clinic de Portland (Oregón) nos guía a través de todo lo que necesitas saber sobre por qué se pelean tus gatos y consejos para tener una gran familia peluda feliz.
¿Mis gatos se están peleando o jugando?
Antes de intentar averiguar por qué se pelean tus gatos, es importante asegurarse de que no están simplemente jugando. Tengo en acogida a una gatita de tres meses y la mayoría de las veces no sé si se lo están pasando bien todos o si mis gatos residentes están intentando echarla de casa. Si experimentas la misma confusión con tus gatos, la Dra. Pankratz dice que es bastante típico. El juego es esencialmente un método de practicar la agresividad en un contexto seguro, dice, por lo que no es de extrañar que esto pueda resultar confuso para sus humanos.
Según la Dra. Pankratz, hay algunos indicios que apuntan a un juego amistoso, y otros a una pelea.
- El juego es equilibrado. “Cuando un gato ha terminado de jugar y se aleja, a menudo el otro respeta su decisión”, explica la Dra. Pankratz. “Las peleas son menos equilibradas cuando un gato sigue persiguiendo al otro mientras este intenta huir”.
- El juego es tranquilo. Esto puede ser complicado porque el juego puede o no venir acompañado de una plétora de sonidos. Pero algunos sonidos que podrían indicar algo más agresivo son los siseos, los gruñidos o los chillidos.
- Las peleas pueden incluir tirones de pelo, evacuaciones (orina, heces, glándulas anales) u otras lesiones.
¿Por qué se pelean los gatos?
Las peleas en los gatos pueden deberse a diversos factores emocionales, físicos o ambientales. Aquí tienes un desglose de las agresiones que pueden desembocar en una pelea de gatos.
- Agresividad redirigida. La agresividad redirigida puede producirse cuando tu gato se ha asustado debido a otro animal, persona o acontecimiento y es incapaz de dirigir su agresividad hacia ese estímulo (si, por ejemplo, no le gusta el aspecto de algo que hay fuera de la ventana, fuera de su alcance). Tu gato no sabe qué hacer con la agresividad que siente, así que puede desquitarse con su compañero gatuno.
- Agresividad por desconocimiento. Los gatos dependen mucho de su sentido del olfato, y si su compañero felino huele raro, como a un gato, una persona o un lugar desconocidos, pueden pensar “¡intruso!” y reaccionar con agresividad.
- Agresividad territorial. Introducir un nuevo gato en casa puede ser divertido, pero puede que tu gatito (o gatitos) residente no esté tan emocionado como tú. La agresividad territorial puede producirse con la incorporación de otro gato, o cuando los gatos residentes alcanzan la madurez social entre el primer y el segundo año de edad.
- Agresividad interior del gato. Se trata de una agresividad de origen hormonal, más frecuente en machos no castrados y, con menos frecuencia, en hembras no esterilizadas.
- Agresividad por estatus. Según la Universidad de Cornell, “los gatos pueden mostrar de forma ocasional signos de agresividad hacia las personas u otras mascotas cuando quieren establecer un dominio social. Los gatos que bloquean las puertas con su cuerpo o dan zarpazos a otros gatos cuando pasan pueden estar manifestando este tipo de comportamiento”. En otras palabras, tu gato está demostrando quién manda.
- Agresividad durante el juego. Este artículo de la Universidad de Cornell afirma que los gatos que se crían sin compañeros de camada o que carecen de otras habilidades de socialización podrían desarrollar agresividad durante el juego. “Los gatos que se disponen a jugar con agresividad suelen agitar la cola hacia delante y hacia atrás, tienen las orejas pegadas a la punta de la cabeza y las pupilas dilatadas. Pueden acechar a su objetivo, ya sea animal o humano, y a menudo se abalanzan desde un escondite cuando el objetivo pasa cerca”, escriben los investigadores.
Mis gatos se están peleando, ¿debería detenerlos?
Las peleas en los gatos pueden provocar algo más que lesiones físicas, explica la Dra. Pankratz. A diferencia de los humanos, los gatos no tienen muchas formas de reparar una relación una vez dañada. La tensión social causada por las peleas prolongadas y continuas entre los gatitos compañeros de casa puede provocar problemas médicos y de comportamiento, y una disminución general de la calidad de vida.
Aquí es donde tú, dueño o dueña de gatitos, puedes intervenir. A la primera señal de tensión entre tus gatos, desvía su atención hacia algo positivo, sugiere la Dra. Pankratz. Sacar una bolsa de chuches o abrir su lata de comida favorita puede ayudar a calmar la situación.
Si tus gatos están en medio de una pelea agresiva, es mejor proceder con precaución. Interponerte físicamente entre tus gatos puede provocar lesiones graves. En su lugar, dice la Dra. Pankratz, “puede que colocar objetos entre los gatos te dé la oportunidad de persuadir a uno de ellos para que se vaya a una habitación separada. O bien, echa una manta gruesa sobre uno o ambos gatos, y coge a uno de ellos para dejarlo en una habitación separada durante un tiempo”.
¿Cómo evito que mis gatos se peleen?
Si parece que hay agresividad entre tus compañeros de piso peludos, no hay que perder toda esperanza. “Una de las recomendaciones más importantes de los planes de tratamiento conductual incluye la gestión del entorno para evitar el ensayo de la conducta”, dice Pankratz. La separación puede ayudar en situaciones aisladas, pero para una solución a largo plazo, la Dra. Pankratz dice que hay que centrarse en los cinco pilares de un entorno felino sano:
- Proporcionar a cada gato un lugar seguro propio.
- Proporcionar múltiples recursos “ambientales clave”, como areneros, comederos y bebederos, y zonas para rascar y dormir.
- Ofrecer oportunidades para jugar, rascar y enriquecerse.
- Proporcionar mucho amor e interacciones humanas positivas.
- Controlar los olores que afectan al sensible sentido del olfato del gato.
No existe ningún producto mágico para evitar que los gatos se peleen, pero el spray de feromonas puede ayudar a cumplir el quinto pilar (respetar el sentido del olfato del gato), dice la Dra. Pankratz. Por último, la Dra. Pankratz recomienda consultar con tu veterinario de confianza especialista en comportamiento felino y sugiere el libro “Decoding Your Cat“, escrito por el Colegio Estadounidense de Veterinarios Especialistas en Comportamiento.