Puede ser decepcionante descubrir la verdad, pero tu gato no puede reírse y difícilmente podrá captar el lado divertido de tus mejores chistes. La risa es una forma de vocalización durante el juego, que es una forma elegante de referirse a los ruidos que se hacen durante el tiempo de juego. Pero que tu gato no se ría en sentido estricto no significa que no pueda mostrarte su felicidad de otras maneras. Del mismo modo, los gatos hacen todo tipo de ruidos graciosos, desde ronroneos y chirridos hasta gruñidos y aullidos y puede ser difícil saber qué significan; a veces podrían confundirse fácilmente con la risa. Estos planteamientos son demasiado divertidos como para no profundizar en ellos.
¿Qué es la risa? ¿Y qué especies son las que pueden reírse?
Reírse es algo maravilloso y no solo lo hacen las personas. Un estudio de 2021 descubrió que otras 65 especies también se ríen. Según el estudio, publicado en la revista Bioacoustics, los investigadores de la Universidad de California descubrieron que la mayoría de los primates se ríen, los delfines mulares se ríen e incluso los ratones se ríen (solo que de forma ultrasónica). Tal y como recoge la revista LiveScience, “muchos animales producen sonidos durante el juego que son exclusivos de esa agradable interacción social; los investigadores consideran que esas vocalizaciones son un análogo cercano de la risa humana”.
Es importante señalar que estos investigadores definieron la risa como “vocalizaciones durante el juego” para asegurarse de que se reconocieran las especies que no pueden reírse como los humanos, pero que igualmente expresan su alegría mediante vocalizaciones similares. En este estudio se incluyeron los gatos domésticos y, aunque se constató que los gatos no exhiben vocalizaciones durante el juego, cualquiera que conviva con gatos sabe que algunos sí realizan vocalizaciones que expresan felicidad.
¿Por qué no pueden reírse los gatos?
Aunque un gato no está físicamente preparado para desplomarse debido a una larga, incontrolable y profunda carcajada, eso no significa que no sea capaz de expresar o reconocer sentimientos similares. El ronroneo, el “parpadeo lento“, los gorjeos e incluso el movimiento de la cola de tu gato pueden ser indicadores de felicidad en su lenguaje gatuno.
Señales de que tu gato es feliz, está sano y se divierte
- Lenguaje corporal: si tu gato está sano y feliz, lo sabrás por su lenguaje corporal relajado.
- Nivel de actividad: si tu gato duerme mucho pero tiene ráfagas regulares de actividad, esto es completamente normal y fantástico. Y probablemente divertido también.
- Buen apetito: un gato con buen apetito es por lo general un gato feliz.
Consejos para aumentar el vínculo que compartes con tu gato
Lo principal para la felicidad de un gato es un vínculo sólido con su familia, así como con los demás animales que compartan hogar con él. Algunas formas de establecer un vínculo con tu gato son:
- Juego focalizado: unos pocos minutos al día de juego focalizado con tu gato refuerzan vuestro vínculo y son excelentes para su salud física.
- Acicalamiento: el cepillado, el peinado e incluso el masaje son formas estupendas de hacer saber a tu gato que te preocupas por él y también de comprobar si hay algún parásito, como las pulgas, o posibles lesiones que pueda tener.
- Chuches: ¡darle chuches a tu gatito también es una muy buena forma de reforzar el vínculo!
- Momento mimos: acurrucarse o tener a tu gato en tu regazo puede hacerle feliz a él, pero también es bueno para tu salud.
¿Sabe tu gato que te estás riendo de él?
Los gatos son sin duda muy divertidos, pero no hay ninguna prueba científica de su capacidad de tener sentido del humor como el que tienen los humanos. Por ello, es lógico que tu gato no reaccione cuando te rías de él. A lo que pueden reaccionar es al hecho de que les prestes atención. Aunque en general esto es algo positivo, algunos gatos pueden reaccionar a los ruidos fuertes o, por ejemplo, a que se les apunte con un dedo en la cara mientras se ríen, como una amenaza. En estos casos, el gato puede reaccionar con una respuesta de miedo, escondiéndose o siseando para expresar su desagrado ante el ruido o la acción. Si así fuera, estaría bien que corrigieras tu comportamiento para que no sea algo por lo que tu gatito pueda sentirse amenazado o asustado.
Mi gato me sisea cuando me río
- Si tu gato te sisea cuando te ríes, probablemente significa que hay algo en tu comportamiento que le parece amenazante. Esto podría significar que tienes que reducir el volumen de tu risa o ser consciente de los movimientos corporales que haces al reírte. O, simplemente, que a tu gato no le gusta tu risa. Los gatos son muy quisquillosos, ya lo sabes.
Mi gato se esconde cuando me río
- Al igual que en la situación anterior, si un ataque de risa hace que tu gato desaparezca es probablemente porque hay algo en el ruido o en las acciones asociadas a tu risa que le incomoda. Solo tienes que ser consciente de tu risa, de su volumen y de tus acciones y probablemente podrás descubrir cuál es la ofensa.
Mi gato no hace nada cuando me río
- Si tu gato no responde en absoluto a tus risas, probablemente sea lo ideal. Esto significa que tu gato se siente cómodo y seguro contigo, por muy ruidoso/a y extraño/a que le parezcas a veces.
¿Estás convencido/a de que tu gato “se ríe”? 4 ruidos que se pueden confundir fácilmente con la risa
Como ya hemos visto, los gatos hacen todo tipo de ruidos graciosos, pero esto no significa que siempre se lo estén pasando bien. Si tu gato empieza de repente a hacer ruidos parecidos a los de la risa, “deberías hablar con tu veterinario lo antes posible, porque el gato podría estar tosiendo o teniendo dificultades para respirar”, señala el Dr. Mikel Delgado, especialista certificado en comportamiento animal aplicado y consultor certificado en comportamiento felino, que lleva más de 20 años trabajando con gatos. Algunos de los sonidos típicos parecidos a la risa que puedes oír de tu gato son:
- Tos: tal como señala el Dr. Delgado más arriba, la tos puede sonar graciosa, pero también puede significar que hay algún problema. Los gatos pueden toser si tienen algo atascado en la garganta o si padecen una infección de las vías respiratorias superiores. Sea cual sea la causa, si tu gato empieza a toser de repente, es conveniente que lo revisen.
- Arcadas: a veces también llamadas “náuseas”, las arcadas significan que tu gato está intentando expulsar algo. Normalmente se trata de una bola de pelo, que es algo completamente normal para un gato. Si tu gatito tiene arcadas y no sale nada, o vomita, son señales de que algo puede ir mal. Muchas veces, esto puede ser el resultado de un malestar estomacal, pero también puede ser un signo de otros problemas subyacentes, como el trastorno del intestino irritable. De nuevo, es conveniente que tu veterinario lo revise.
- El ruido “parecido al del hombre”: es difícil de explicar, pero el ruido “parecido al del hombre”, que suena algo así (con muchas variaciones), se considera generalmente una expresión de placer y puede sonar muy parecido a la risa. Por lo general, esto solo significa que tu gato está disfrutando de lo que sea que esté ocurriendo, desde las caricias hasta la comida, por lo que tú también puedes disfrutar riéndote con él.
- Chirridos: ese sonido que hace tu gato cuando ve un pájaro o una ardilla por la ventana suele ser sinónimo de excitación. Todos los gatos son distintos, así que a veces esto puede sonar menos como un chirrido y más como una risa (¡y también lo parece!).
El hecho de que los gatos no puedan reír físicamente como nosotros, no significa que no experimenten el mismo tipo de alegría. Si tu gato tiene una actitud divertida y provoca una respuesta positiva por tu parte, probablemente ese sea el objetivo de su comportamiento. Así que foméntalo: hacer el tonto y divertirse es bueno para todos.