- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Si tienes más de un gato o un gato además de otras mascotas, es probable que haya drama en algún momento. Si te preguntas cómo evitar que tu gato intimide a tu otro gato, la respuesta puede no ser tan simple y tendrás que intervenir
A veces puede ser difícil saber si tus gatos están jugando o realmente peleando. Pero si tu gato presenta los siguientes comportamientos, estas son señales de que estás lidiando con un acosador de gatos:
Pero no te preocupes. Si estás lidiando con un acosador de gatos, hay cosas que puedes hacer para resolver el problema. Lauren Parsch, experta del comportamiento felino de Furratic Behavior, advierte que ningún gato es un verdadero “matón”. Siempre es un comportamiento influenciado por su entorno. Las causas más comunes de intimidación que ella ve tienen que ver con la falta de recursos en el hogar, falta de estimulación y agresión redirigida.
Asi que, si bien tu gato puede mostrar agresión, este no es un rasgo de personalidad innato, y siempre se puede encontrar una solución. A continuación, profundizamos en las causas detrás del comportamiento de intimidación de tu gato, cómo detenerlo y cómo detectar la diferencia entre jugar a pelear y pelear de verdad.
Por qué tu gato es malo y cómo detenerlo
Los gatos son animales territoriales que tenían un estricto orden jerárquico proveniente de su época de gatos monteses salvajes. Pero hay muchas otras razones por las que tu gato también puede mostrar comportamientos agresivos . Y dependiendo de la causa, hay diferentes formas de intervenir para detenerlo.
1. Trauma
Si tu gato ha experimentado traumas en el pasado, tener otro gato o mascota en la casa puede desencadenarlos. Esto podría inducir un comportamiento agresivo o de intimidación para intentar protegerse.
Qué hacer: habla con un veterinario experto en comportamiento para encontrar la mejor solución para reducir los factores desencadenantes y los comportamientos agresivos de tu gato.
2. Preocupaciones médicas/malestar físico
Si tu gato sufre de una condición médica como osteoartritis, enfermedad dental, hipertiroidismo o problemas del sistema nervioso central, puede mostrar signos de agresividad.
Qué hacer: para determinar cualquier condición médica que esté causando el comportamiento intimidatorio, lleva a tu gato al veterinario. Una vez que se alivie el dolor de tu gato, es probable que se calme y se vuelva más dócil.
3. Gato o mascota nueva en la casa
¿Tu gato le tiene miedo a tu otro gato o mascota? Este miedo puede manifestarse en forma de comportamientos intimidatorios porque no saben cómo comunicar sus emociones.
Qué hacer: es una buena idea separar a tus mascotas y luego volver a introducirlas lentamente para disminuir la incertidumbre. Esto hará que todas tus mascotas se sientan más cómodas entre sí. Aquí te mostramos cómo presentar a tu gato a otro gato.
4. Protección de recursos y/o comportamiento territorial
EL acoso o la intimidación también pueden venir en forma de comportamientos territoriales. Los gatos son cazadores, y sus ancestros tenían que cuidar lo que era suyo para poder sobrevivir. Hoy en día, en los gatos domésticos, esto puede manifestarse en hábitos antisociales como orinar fuera de la caja de arena y proteger sus juguetes favoritos o sus lugares para dormir.
Parsch dice que los gatos también pueden mostrar comportamientos de intimidación en un hogar con muy pocos “recursos” para gatos o que están todos en un solo lugar. No tengas miedo de esparcit las cosas.
Qué hacer: para evitar los comportamientos agresivos, asegúrate de que cada uno de tus gatos tenga sus propios espacios seguros, juguetes, cajas de arena y cuencos de comida. Con variedad para todos se evitará que tus gatos peleen por lo que es suyo.
5. Época de apareamiento
¿Tu gata está en celo o es época de apareamiento? Si tu gato no ha sido esterilizado o castrado, el acoso a otros gatos puede empeorar durante estas épocas. Sobre todo entre gatos del mismo sexo.
Qué hacer: una solución simple es reservar una cita para castrar a tu gato. En general, los gatos esterilizados y castrados son menos agresivos y más amigables entre sí. Pero si esa no es una opción, podrías considerar mantenerlos separados durante esos períodos para evitar conflictos.
6. Orden jerárquico
Al presentar un nuevo gato o gatito a la familia, se establecerá un orden de dominancia. Esto podría provocar peleas hasta que se establezca el orden jerárquico.
Qué hacer: como dueño de una mascota, es mejor respetar este orden jerárquico para evitar más peleas. Esto puede incluir alimentar primero al gato dominante o dejar que elija su lugar favorito en el sofá antes de que el otro gato se siente. Sin embargo, si el acoso continúa o empeora, no es algo que se deba complacer, por lo que es hora de que un veterinario o especialista en comportamiento intervenga
7. Cambios en la rutina
¿Has cambiado el horario de las comidas desde que introdujiste a la nueva mascota? ¿O le estás prestando más atención a tu nuevo gatito en lugar de dar mimos a tu gato mayor? Esto podría alterar a tu gato mayor y hacerlo sentir incómodo. Podría mostrar esta incomodidad convirtiéndose en un matón de gatos.
Qué hacer: para evitar comportamientos agresivos, cuando introduzcas un nuevo gato, trata de mantener la rutina ya establecida lo máximo posible. Aunque tener un nuevo gatito es emocionante, asegúrate de prestarle a tu gato mayor la misma atención para evitar que se ponga celoso.
8. Cambios en el hogar
Los gatos son muy conscientes de su entorno y pueden ser muy sensibles a cualquier cambio. Cosas como muebles nuevos, reorganizar estancias, poner decoración de temporada, un nuevo y ruidoso electrodoméstico o reformas pueden hacer que los gatos se sientan menos seguros en su espacio y causar tensiones entre ellos.
Qué hacer: trata de minimizar el impacto de estos cambios en tus gatos manteniendo intactos sus lugares favoritos. O puedes mover sus camas y comederos a otra habitación cuando se estén realizando obras en tu casa para mantenerlos alejados de los ruidos y cambios ambientales.
9. Falta de socialización
Si tu gato no está acostumbrado a otros gatos o no se ha socializado con otras mascotas, la introducción de un nuevo animal en el hogar puede hacer que se convierta en un acosador de gatos. Esto se debe a que no entiende cómo tratar con nadie que no sea su humano favorito. Puede estar asustado, confundido o inseguro, y esto podría originar comportamientos agresivos.
Qué hacer: si tu gato no está muy socializado, es aún más importante presentarle gradualmente las nuevas mascotas.
10. Falta de salidas depredadoras
¿Tu gato es un verdadero gato doméstico? ¿Nunca sale a la calle a perseguir presas? Bueno, entonces es posible que no se sienta su instinto depredador satisfecho. En lugar de descargar sus frustraciones en la presa, puede convertirse en un acosador de gatos.
Parsch nos recuerda que en la naturaleza, los gatos pueden ser tanto presas como depredadores. Por lo que cualquier falta de recursos o amenaza en estado salvaje puede suponer una muerte inminente. Y si bien pueden parecer acogedores y mimados en casa, ¡sus instintos animales aún pueden florecer! El instinto depredador también puede activarse cuando tu gato está sobreestimulado.
Qué hacer: para evitar el comportamiento de intimidación, asegúrate de que tu gato estimule sus instintos depredadores con juguetes para gatos interesantes o dándole más tiempo al aire libre si es posible. Si tu gato te da señales de que ya no quiere que lo acaricies, no trates de forzarlo. Déjalo saltar de tu regazo para ir y sentarse tranquilamente en otro lugar. Si lo obliga a quedarse, pueden volverse agresivo contigo o con otros gatos cercanos.
¿Mi gato está siendo acosado?
Si tu gato no es el que está siendo agresivo, es posible que te preguntes si tu gato está siendo acosado. Las señales de que un gato está siendo acosado incluyen las siguientes.
- Huir
- Se esconde
- Orinar o hacer caca en lugares inapropiados
- Estar asustado
- Comer menos o dejar de comer por completo
- Orejas hacia abajo o hacia atrás
- Ojos muy abiertos con pupilas dilatadas
- El peso desplazado hacia las patas traseras, con la barriga hacia el suelo.
Jugar a pelear versus pelear: ¿cuál es la diferencia?
Puede ser complicado saber cuándo los gatos solo están jugando a pelear o si realmente están peleando. Parsch nos contó las diferencias clave a tener en cuenta, incluidas las siguientes.
Tus gatos están jugando a pelear
- Saltando de un lado otro
- Jugetones, haciendo ligeramente el bruto
- Persecuciones
- Algunos silbidos
- Orejas arriba con una postura relajada
- Abrazarse o acicalarse después
Tus gatos están peleando
- Erizar el pelo
- Fuertes silbidos, gruñidos, escupir o gritos
- Causar lesiones/hacer sangre
- Orejas hacia adelante con una postura agresiva
Cómo terminar una pelea de gatos
Si tus gatos se están peleando y quieres evitar que se hagan daño, tendrás que separarlos. Pero debes asegurarte de hacerlo de manera segura. Tanto para ti como para tus gatos.
1. Intenta usar agua
Pon un poco de agua en una botella de spray y rocíala sobre el acosador de gatos. Esto debe hacerse desde una distancia segura. A la mayoría de los gatos no les gusta el agua, por lo que debería actuar como un elemento disuasorio seguro. De hecho, después de haber hecho esto varias veces, tu gato podría incluso salir corriendo solo al ver la botella.
Parsch recomienda que esta sea la única vez que uses agua en tu gato. No querrás arriesgarte a romper el vínculo con tu gatito y hacer que te tenga miedo.
2. Haz un ruido fuerte
Aplaude con fuerza para asustar a los gatos, grita “Oye” o golpea una cacerola. El ruido fuerte no debe asustarlos, sino distraerlos de la pelea, para que puedan calmarse y separarse.
3. Evita involucrarte.
No golpees, patees ni intentes involucrarte en la pelea de gatos de ninguna manera, incluso si es para proteger al gato que está siendo acosado. Enfrentar un agresión con agresión nunca es la respuesta. Además podrías hacerte daño en el proceso. También debes evitar coger a un gato después de una pelea si es posible. Es posible que aún se sienta vulnerable, por lo que podría causarle más angustia.
4. Tira algo sobre tu gato
Sin embargo, hay algunas razones por las que podrías necesitar coger a tu gato después de una pelea. O para ponerlos a salvo. En estas situaciones, es una buena idea arrojar una manta o una toalla sobre tu gato. ¡Parsch advierte que una cesta o caja de ropa sucia boca abajo también es una buena opción!
Puede sonar extraño, pero esto puede ayudar a calmar a tu gato y hacer que se sienta seguro, y luego puedes alejar a tu gato del peligro de manera segura. O mueve la cesta a otra habitación con él dentro, alejándolo de la situación hostil. Después, déjalo en paz.
En resumen: cómo ayudar a que tus gatos se agraden
Entonces, ¿cómo evitas que tu gato intimide a otros gatos? Hay muchas maneras de evitar que tus gatos sean malos y peleen entre sí. Puede llevar algo de tiempo, pero no hay nada como tener armonía en tu hogar.
Aquí hay algunas cosas que puedes probar:
- Crea un ambiente tranquilo donde cada gato tenga su propio lugar especial con sus juguetes y su cama.
- Distrae a tu acosador de gatos con ruido o juguetes. Cualquier ruido no debería ser suficiente para asustar a tu gato. Simplemente debería desviar su atención del acoso a otras mascotas.
- Collares o difusores calmantes: estos emiten feromonas felinas (que los humanos no pueden oler) que ayudan a los gatos a calmarse. Puedes comprar uno en cualquier tienda de mascotas o por Internet. Pídele recomendaciones a tu veterinario.
- Usa el refuerzo positivo para reconstruir la confianza a través de la asociación positiva. Dale premios cuando se comporte bien cerca de otro gato o sea amistoso con otras mascotas.
- Separa y vuelve a introducir a tus gatos lentamente.
- Aprende a presentar nuevos gatos o gatos a perros.
Si has intentado todo y tus gatos todavía no parecen estar bien, es hora de contratar a un profesional. Tu veterinario puede derivarte a un especialista en comportamiento de gatos para que te ayude.