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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Criar a un perro enfermo o lesionado puede ser un poco estresante, en parte porque no puede decirte cómo se siente o dónde le duele. Pero aunque tu perro no pueda hablar, te avisará cuando sienta dolor con otros signos, como cambios en su comportamiento, movimientos físicos y lenguaje corporal, y vocalizaciones como ladridos y quejidos.
Es natural que quieras ayudar a tu perro a sentirse mejor. Averiguar la causa subyacente de su dolor puede ayudar a guiar los pasos siguientes, ya sea llamando al veterinario o controlándolo en casa con un poco de cariño.
Nos pusimos en contacto con la Dra. Chyrle Bonk para obtener más información sobre los signos más comunes de dolor y enfermedad en los perros, además de cómo saber cuándo es el momento de ir al veterinario.
Signos comunes de dolor en los perros
Al igual que los humanos, los perros manifiestan el dolor y el estrés de distintas maneras, dependiendo de factores como su personalidad y el tipo de dolor al que se enfrentan.
Signos físicos de dolor
Si tu perro siente dolor, puedes notar:
- Cambios de postura: la Dra. Bonk explica que, por ejemplo, puede bajar la cola, agacharse, aplanar las orejas y ponerse de pie con la espalda encorvada. Además, cuando a un perro le duele algo, puede dormir en muy acurrucado.
- Movimientos rígidos: un perro con dolor puede parecer reacio a moverse. Si tiene que levantarse, puede que camine más despacio de lo habitual o incluso cojee.
- Reflejos más lentos: es posible que tu perro no responda con la rapidez habitual cuando se le llama por su nombre, se le deja el cuenco de comida o se le tira su juguete favorito.
- Cambios en la respiración: puede que tu perro jadee o respire más deprisa de lo habitual.
- Escalofríos, temblores o espasmos: si notas que tu perro tiembla por todas partes, puedes intentar pasar suavemente las manos por su cuerpo para encontrar el punto concreto que le causa dolor. El temblor solo en las patas traseras puede indicar artritis.
Cambios en el comportamiento
Los perros que sufren dolor pueden comportarse de forma diferente a la habitual. Por ejemplo, usted puede notar que:
- Tiene menos apetito, incluso cuando se trate de sus chuches o alimentos favoritos.
- Parece aletargado y pasa mucho tiempo durmiendo.
- Parece inquieto e intranquilo cuando se sienta o se tumba, lo que puede significar que tiene problemas para sentirse cómodo.
- No tiene mucho interés en interactuar o jugar contigo.
- Se esconde o te evita a ti y a otras mascotas.
- Se lame, muerde o rasca un punto concreto del cuerpo.
- Muestra de repente un comportamiento agresivo (intenta morder, gruñe o te enseña los dientes a ti o a otras mascotas).
- Se queja, llora o gime sin motivo aparente.
Expresiones faciales.
La Dra. Bonk dice que el dolor puede sacar a relucir los «ojos de cachorro» cuando tu perro te mira. Tu perro también puede:
- Entrecerrar los ojos.
- Parecer reacio a abrirlos.
- Hacer muecas.
- Tener la mirada perdida o las pupilas muy grandes.
Sin embargo, la Dra. Bonk subraya que la mayoría de perros son muy estoicos e intentan no mostrar dolor.
En su lugar, es posible que solo notes que parece un poco apagado. Puede que coma menos o que se canse un poco antes en su paseo habitual. Puede que simplemente parezca más dependiente o distante de lo habitual, o que no quiera seguir su rutina de juegos y ejercicio.
Por lo tanto, incluso si no notas ninguno de los síntomas anteriores, siempre es buena idea consultar a tu veterinario si tu perro no parece el mismo.
¿Qué signos de enfermedad acompañan al dolor?
El dolor puede provenir de cualquier parte del cuerpo de un perro, y son muchas las enfermedades diferentes pueden causarle dolor. Algunos ejemplos son el cáncer, la parvovirosis, las infecciones fúngicas y el gusano del corazón.
Por lo general, notarás diferentes signos de enfermedad, dependiendo de si tu perro tiene un problema de salud subyacente o de dónde proviene su dolor.
Algunos signos generales a los que debes prestar atención son:
- Tos
- Estornudos
- Pérdida de pelo
- Vómitos y diarrea
- Hinchazón
Generalmente, el dolor se produce para evitar lesiones o daños mayores. Si tu perro se hace daño en la pata, el dolor le impide cargar peso sobre ese pie y empeorar la lesión. Del mismo modo, si a tu perro le duele el estómago porque ha comido algo que le ha sentado mal, es probable que vomite para deshacerse de lo que le ha causado el problema.
Si el dolor de tu perro procede de su sistema musculoesquelético (huesos, articulaciones, músculos o tejidos conjuntivos), es posible que se canse rápidamente, evite el ejercicio y tenga problemas para caminar. También es posible que notes hinchazón en la zona lesionada, hemorragias, hematomas o sarpullido.
En cambio, si el dolor de tu perro procede de un órgano interno, puede tener fiebre, vómitos y dificultad para respirar. Es posible que no quiera comer y que notes cambios en la micción o el tránsito intestinal, como estreñimiento.
Qué hacer si tu perro siente dolor
Si tu perro muestra signos de dolor, lesión o enfermedad, lo mejor que puedes hacer como dueño de mascota es llevarlo inmediatamente al veterinario. Es especialmente importante que acudas al veterinario si tu perro presenta signos de dolor durante más de uno o dos días.
Dicho esto, es mejor llamar al veterinario inmediatamente si también presenta otros síntomas, como dificultad para respirar, vómitos, diarrea o una herida abierta. Informa a tu veterinario del tiempo que tu perro lleva con dolor y de cualquier otro signo preocupante que hayas observado.
Cuando transportes a tu perro al veterinario, si es pequeño, llévalo en un transportín para que no se haga más daño si se pone nervioso durante el trayecto. Si tienes un perro más grande y no sabes dónde se ha hecho daño, llévalo en una camilla (puedes hacerla tú mismo con cualquier objeto grande, firme y plano).
Si no estás seguro de dónde está herido tu perro y no sabes cuál es la mejor manera de transportarlo, tu veterinario siempre puede ofrecerte más orientación.
¿Se pueden dar analgésicos humanos a un perro?
Nunca es seguro dar analgésicos humanos a un perro.
La mayoría de los analgésicos humanos son tóxicos para los perros, pero todos los analgésicos humanos, incluidos el ibuprofeno y el paracetamol, pueden causar daños si se administran al perro la dosis equivocada, explica la Dra. Bonk.
En su lugar, acude al veterinario para tratar el dolor de tu perro. No solo te ayudarán a encontrar la causa del dolor, sino que también podrán recetarle un analgésico seguro y eficaz.
Qué hacer mientras un perro toma analgésicos caninos
Si tu perro necesita analgésicos, el veterinario te los recetará (no puedes comprar analgésicos de venta libre para perros).
Asegúrate siempre de seguir las instrucciones del veterinario para administrar la medicación a tu perro, es decir, dale la dosis indicada a las horas recomendadas. Por ejemplo, según el tipo de medicación prescrita y los síntomas del perro, puede ser necesario administrarle analgésicos cada ocho o cada doce horas.
El veterinario también te explicará durante cuánto tiempo debes seguir dándole la medicación. Si no estás seguro de cuál es la mejor manera de conseguir que tu perro tome las pastillas o la medicación líquida, tu veterinario siempre puede ofrecerte más orientación.
Cómo reconfortar a un perro con dolor
Si cuidas de un perro que siente, la Dra. Bonk recomienda ofrecerle una cama gruesa y que le sirva de apoyo. Una cama ortopédica puede funcionar especialmente bien para perros con artritis y lesiones articulares, pero también puede ser una gran opción para perros mayores propensos a dolores y molestias.
Sin duda, querrás dar a su perro mucho amor y atención. Pero es importante que tengas cuidado y evites levantarlo, tocarle en zonas doloridas o pedirle que haga algo que pueda aumentar su dolor.
Por ejemplo, si a tu perro le duele la boca y le cuesta comer, puedes ofrecerle comida húmeda o croquetas remojadas en agua en lugar de su comida seca habitual. Si tiene una lesión en la pata que le hace cojear, conviene que los paseos sean cortos y dejar las caminatas largas para cuando se haya curado.
Aunque no hace falta decirlo, lo mejor que puedes hacer para ayudar a tu perro es concertar una cita con el veterinario. Un veterinario puede recetarte la medicación adecuada para tu perro. También puede recomendarte medidas útiles que puedes tomar en casa para aliviar las molestias de tu perro, desde asegurarte de que tenga tiempo suficiente para descansar hasta mantenerlo hidratado.
Incluso puedes ofrecerle chuches especiales para abrirle el apetito (¡con la aprobación del veterinario!).