La idea de que tu perro pueda contraer una enfermedad puede ser aterradora. Después de todo, existen enfermedades caninas que pueden causar graves problemas de salud. Pero también es importante saber que muchas enfermedades también se pueden prevenir o tratar si se detectan a tiempo.
Según la Dra. Nell Ostermeier, DVM, veterinaria de Figo Pet Insurance, hay muchos factores que contribuyen a la probabilidad de que tu perro contraiga una enfermedad. Cada caso es diferente. Por ejemplo, algunas enfermedades se pueden prevenir con vacunas, mientras que la gravedad de otras depende del estilo de vida, la raza y el lugar donde vive el perro.
Sigue leyendo para conocer las enfermedades más comunes en perros, sus tratamientos, cuáles pueden ser mortales o contagiosas para humanos y otros animales, y cómo ayudar a mantener a tu perro sano.
Enfermedades de alto riesgo que se pueden prevenir
Cada enfermedad prevenible de alto riesgo, como el parvovirus y el moquillo, afecta a los perros de manera diferente. Según la Dra. Ostermeier, existen vacunas para ayudar a proteger contra las siguientes enfermedades:
Parvo
El parvovirus canino, o parvo (CPV), es una enfermedad viral contagiosa que puede dañar el sistema digestivo de tu perro. El parvo se puede encontrar en casi cualquier entorno, incluyendo parques para perros, jardines y residencias caninas. Los cachorros y los perros adultos no vacunados tienen el mayor riesgo de muerte si no reciben tratamiento a tiempo.
Los perros afectados por parvo tienen una tasa de supervivencia del 86,6 % cuando reciben el tratamiento adecuado. El tratamiento generalmente incluye una visita al hospital o al veterinario para la administración de líquidos. Su veterinario también podría recetar antibióticos para tratar infecciones secundarias causadas por parvo.
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Moquillo
El moquillo es una infección altamente contagiosa causada por el virus del moquillo canino (CDV). Aproximadamente el 50 % de los perros infectados no sobrevive. Este virus ataca los sistemas respiratorio, gastrointestinal y nervioso del perro. Se transmite a través de los fluidos corporales de un animal infectado, como la saliva o la orina.
Según la Dra. Ostermeier, los cachorros que no han sido amamantados o que no han recibido las vacunas básicas son más propensos a contraer moquillo.
El tratamiento es principalmente de apoyo, incluyendo líquidos para corregir la deshidratación y medicamentos para tratar las infecciones. Su veterinario también puede recomendar analgésicos, tratamientos respiratorios y apoyo nutricional para mejorar los síntomas.
Tos de las perreras
La tos de las perreras es una afección respiratoria contagiosa causada por la inflamación de la tráquea. Al igual que la bronquitis, la tos es el síntoma principal. Es la causa más común de enfermedades del tracto respiratorio superior en perros y puede afectar a perros de todas las edades. Los perros suelen contraer esta afección en lugares cerrados como clínicas veterinarias y guarderías caninas.
La tos de las perreras se considera una afección menor, aunque los perros con sistemas inmunológicos comprometidos o enfermedades preexistentes pueden desarrollar problemas respiratorios graves. Afortunadamente, la tos de las perreras suele desaparecer por sí sola. El veterinario puede sugerirte cuidados caseros, como mantenerlo apartado y dejarlo descansar.
Enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme es una infección causada por una bacteria conocida como Borrelia burgdorferi. Se transmite a través de la picadura de una garrapata y puede afectar a cualquier perro, especialmente a aquellos que no reciben medicación preventiva contra garrapatas.
Si tu perro presenta síntomas visibles, el veterinario podría recomendarte usar antibióticos para tratar la infección. Desafortunadamente, muchos perros con la enfermedad de Lyme no muestran síntomas. Entre el 1 % y el 5 % de los perros infectados también pueden desarrollar enfermedades renales en casos complicados.
Influenza canina
La influenza canina, también conocida como gripe canina, es una enfermedad respiratoria contagiosa que se transmite entre perros a través de objetos contaminados. Los brotes son más comunes en perros no vacunados que están en contacto cercano en lugares como residencias caninas y parques para perros.
Aproximadamente el 80 % de los perros expuestos desarrollan una infección leve con tos persistente que dura entre una y tres semanas. La mayoría de perros se recupera de la influenza canina en dos o tres semanas, ya que su tasa de mortalidad es baja. Sin embargo, los perros con sistemas inmunológicos debilitados o problemas de salud pueden presentar síntomas más graves.
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Leptospirosis
La leptospirosis es una infección bacteriana que puede afectar a perros, personas y otros animales. Generalmente se contrae por contacto directo con orina infectada o fuentes de agua contaminadas. Si bien la leptospirosis está presente en todo Estados Unidos (EN), es más común en entornos cálidos y húmedos.
Los perros que pasan tiempo al aire libre y beben agua de ríos, lagos, charcos o estanques tienen más riesgo de contraer leptospirosis.
El tratamiento para la leptospirosis suele incluir antibióticos, líquidos y analgésicos. Si se detecta a tiempo, la mayoría de los perros se recupera. Sin embargo, si no se trata, pueden surgir complicaciones graves, como enfermedades renales y hepáticas.
Rabia
La rabia es una infección viral del sistema nervioso que puede afectar a cualquier mamífero. Si bien los perros pueden contraerla, la Dra. Ostermeier confirma que es poco común en Estados Unidos gracias a la vacuna contra la rabia.
La rabia se transmite a través de la saliva, generalmente cuando un animal infectado muerde o entra en contacto con una herida abierta o un rasguño. A diferencia de otras enfermedades de alto riesgo en perros, los síntomas de la rabia suelen manifestarse con cambios en el comportamiento, como irritabilidad y estrés.
Desafortunadamente, no existe tratamiento para la rabia una vez que aparecen los signos clínicos. Los perros sin vacunar tienen un alto riesgo de ser sacrificados. En cambio, los vacunados recibirán una dosis de refuerzo y deberán pasar 45 días en cuarentena para descartar síntomas.
Hepatitis infecciosa canina
La hepatitis infecciosa canina (IHC) es una enfermedad viral altamente contagiosa causada por el adenovirus canino (CAV), un virus de ADN bicatenario. La IHC se puede encontrar en todo el mundo y se contrae por contacto con orina, heces o saliva infectadas. Dicho esto, es poco común en áreas con programas de vacunación rutinaria, como Estados Unidos.
El tratamiento consiste en cuidados de apoyo, incluyendo la administración de líquidos y una nutrición adecuada. La tasa de mortalidad de la IHC varía entre el 10 % y el 30 %, siendo más alta en perros jóvenes.
Enfermedades parasitarias de alto riesgo
Las enfermedades parasitarias de alto riesgo en perros suelen depender de la ubicación geográfica y el estilo de vida, explica la Dra. Ostermeier. Por ejemplo, los perros que frecuentan parques y residencias caninas tienen más probabilidades de contraer parásitos intestinales como Giardia.
Supervisar de cerca a tu perro te ayudará a detectar cualquier problema de salud y actuar a tiempo si corre el riesgo de contraer una enfermedad parasitaria. Los síntomas no siempre son evidentes, por lo que también son importantes las visitas regulares al veterinario.
Gusano del corazón
La enfermedad del gusano del corazón, o dirofilariasis, se transmite a través de mosquitos. Los gusanos del corazón pueden afectar a animales de todo el mundo, aunque son más comunes en climas templados, semitropicales o tropicales. Sin embargo, esta enfermedad se puede prevenir con medicación.
Si tu perro desarrolla la enfermedad del gusano del corazón, el veterinario le prescribirá un medicamento con arsénico. Los antibióticos sólo se utilizan para tratar infecciones secundarias. Más de un millón de mascotas (EN) en los EE. UU. tienen gusanos del corazón, por lo que es mejor adoptar un enfoque preventivo contra este parásito.
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Garrapatas
Las garrapatas son parásitos emparentados con las arañas y los ácaros que pueden transmitir diversas enfermedades, incluida la enfermedad de Lyme. Las heridas en la piel causadas por garrapatas también pueden provocar infecciones bacterianas.
Las garrapatas se encuentran en todo el mundo y suelen habitar en pastizales altos y zonas boscosas. Los animales que pasan tiempo al aire libre, especialmente en áreas silvestres, corren mayor riesgo de infestación. Por eso es una buena idea revisar si tienen garrapatas después de salir a caminar o explorar la naturaleza.
Las garrapatas suelen picar a perros, personas y otros animales. Si ves una garrapata, quítala con cuidado cuanto antes para minimizar el impacto. En caso de infección, el veterinario probablemente le recetará un antibiótico a tu mascota. Aunque los perros suelen recuperarse de una picadura, las infestaciones graves pueden ser mortales.
Pulgas
Las pulgas son pequeños insectos que se alimentan de la sangre de los animales, y muchos perros mayores de un año son alérgicos a ellas. Si bien las pulgas pueden afectar a las personas, por lo general prefieren a los perros y otras mascotas domésticas. Las pulgas pueden transmitir enfermedades, causar alergias y provocar anemia, un trastorno sanguíneo.
La temporada de pulgas suele ser a finales de la primavera y en verano. “Si vives en un lugar cálido o mantienes la calefacción encendida, tu perro podría sufrir picaduras de pulgas todo el año.
Existen muchos tratamientos preventivos contra las pulgas para evitar infestaciones. Pero si tu perro sufre una infestación, deberás frenar la propagación limpiándolo y desinfectando todos los objetos afectados en casa. Aunque las infestaciones graves de pulgas pueden causar anemia en cachorros o perros mayores, esto es poco común.
Sarna sarcóptica
La sarna sarcóptica, comúnmente llamada sarna, es una enfermedad de la piel causada por un ácaro. Es una de las enfermedades caninas más contagiosas y se transmite por contacto directo. La infección puede provocar picazón intensa y pérdida de pelo.
Cualquier perro puede contraer sarna. También puede afectar a gatos y personas.
En casos extremos, los perros pueden desarrollar otras afecciones cutáneas e inflamación de los ganglios linfáticos, lo que podría poner en riesgo su vida.
El tratamiento para la sarna suele incluir medicamentos orales y tópicos. El veterinario también puede recomendar poner al perro en cuarentena hasta que se recupere para evitar que infecte a otros animales o personas.
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Gusanos
Los parásitos intestinales, como los gusanos redondos, los oxiuros y las tenias, pueden infectar a perros, personas y otros animales. Son más comunes en los cachorros, ya que a menudo se transmiten de la madre al cachorro antes del nacimiento. Los gusanos también pueden contraerse a través de suelo o de heces infectadas.
Los perros no suelen mostrar síntomas hasta que la infestación es grave, por lo que es crucial estar atento a cualquier cambio en su comportamiento o salud. Los gusanos pueden ser mortales si no se tratan. Si tu perro tiene lombrices, el veterinario le administrará un antiparasitario en varias etapas para asegurarse de eliminar todos los parásitos.
Giardia
La giardiasis es una infección intestinal que puede afectar tanto a animales domésticos como salvajes en todo el mundo. Aproximadamente entre el 10 % y el 30 % de los casos de giardiasis afectan a perros. Se contrae a través de fuentes contaminadas, como las heces, el suelo y el agua.
Es común que los perros tengan Giardia sin presentar síntomas, aunque pueden desarrollar diarrea. El veterinario puede recetar un tratamiento de apoyo con medicamentos y medidas de higiene para aliviar los síntomas o controlar la infección.
Aunque la Giardia rara vez es mortal, una infección no tratada puede volverse grave, especialmente si el perro sufre diarrea excesiva, lo que puede causarle deshidratación y otros problemas de salud.
Infecciones fúngicas
Las infecciones por hongos son comunes en los perros y suelen contraerse por inhalación, ingestión o contacto con la piel. Algunas infecciones fúngicas pueden provocar enfermedades en los perros, como la aspergilosis nasal y la candidiasis.
Prevenirlas puede ser complicado, sobre todo porque los perros pasan mucho tiempo al aire libre y están expuestos a diversas fuentes de infección. Sin embargo, limpiarlos después de un paseo puede ayudar a reducir el riesgo.
Las infecciones fúngicas no suelen ser mortales, pero requieren un tratamiento rápido para evitar que los síntomas se agraven. El tratamiento varía, pero generalmente incluye medicamentos orales o tópicos.
Enfermedades internas (no contagiosas)
Algunas enfermedades internas, como la torsión gástrica, la enfermedad renal y el cáncer, pueden afectar a cualquier perro. Estas pueden estar relacionadas con factores como la genética, la edad y el estilo de vida, pero no son contagiosas. Si bien no siempre se pueden prevenir, un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de que aparezcan.
Torsión gástrica
La torsión gástrica, también conocida como dilatación-vólvulo gástrico (GDV), es una afección grave y potencialmente mortal. Afecta principalmente a perros grandes con pecho profundo, como los pastores alemanes y los dóberman. Si un perro se estresa, come demasiado rápido o hace ejercicio después de comer, su estómago puede llenarse de gas, dilatarse y girar, lo que puede provocar una torsión gástrica. También podrías observar intentos fallidos de vomitar.
Una visita rápida al veterinario para diagnosticar y tratar la torsión gástrica es crucial para estabilizar al perro y aliviar la presión en su estómago. Si se trata a tiempo, la tasa de supervivencia es del 80 %. El tratamiento suele incluir descompresión gástrica, terapia con líquidos, cirugía y analgésicos.
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Enfermedad renal
La enfermedad renal es una afección crónica que empeora progresivamente con el tiempo y provoca que los riñones del perro dejen de funcionar correctamente. Afecta a aproximadamente el 7 % de los perros (EN), principalmente a los de edad avanzada. Existen varias causas posibles de insuficiencia renal, entre las que se incluyen niveles altos de azúcar en sangre, hipertensión y obesidad.
El tratamiento varía según la causa subyacente de la insuficiencia renal. La Dra. Ostermeier explica que, aunque no existe una cura para la enfermedad renal, con el tratamiento adecuado se puede controlar.
Enfermedad cardiovascular
La enfermedad cardiovascular, o enfermedad del corazón, es cualquier anomalía del corazón que afecta a un poco más del 10 % de los perros que visitan al veterinario. Un ritmo cardíaco irregular, músculos cardíacos debilitados o un flujo sanguíneo anormal pueden provocar enfermedades cardiovasculares. Lamentablemente, con el tiempo, suelen agravarse.
Sin embargo, con el tratamiento adecuado, muchos perros pueden tener una vida larga a pesar de la enfermedad cardíaca. El tratamiento depende del tipo específico de enfermedad y puede incluir cirugía, medicación y cambios en la dieta.
Cáncer
El cáncer es un crecimiento anormal de células que puede afectar cualquier parte del cuerpo. La tasa de cáncer en perros y gatos es similar a la de las personas. Aunque los perros jóvenes pueden desarrollar cáncer, es más común en perros mayores.
El cáncer tiene muchas causas posibles, incluidas la genética, los factores ambientales, la nutrición y la edad. Los tipos de cáncer más comunes en perros incluyen cáncer de piel, huesos y boca.
Si bien no se puede prevenir el cáncer, se puede reducir el riesgo con cuidados generales, como una alimentación saludable y la detección temprana de signos de alerta (por ejemplo, bultos o hinchazón inusual).
Al igual que ocurre con las personas, no hay una cura definitiva para el cáncer en perros. Sin embargo, existen tratamientos para prolongar la vida de los perros con cáncer, como cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Visita a tu veterinario lo antes posible
Las visitas regulares al veterinario son clave para estar al tanto de la salud de tu perro y entender cómo deberían ser sus parámetros de salud habituales. Sin embargo, no es recomendable esperar hasta la siguiente consulta para plantear una inquietud. Si notas algún cambio inusual en el comportamiento o los síntomas de tu perro, ponte en contacto con el veterinario de inmediato.
La Dra. Ostermeier recomienda que los perros jóvenes y saludables tengan al menos un chequeo anual, mientras que los perros mayores en buen estado de salud deberían visitar al veterinario al menos dos veces al año. Si tu perro tiene algún problema de salud, el veterinario te orientará sobre la frecuencia de las visitas al consultorio.
Aunque pensar en las enfermedades que puede contraer tu perro puede ser preocupante, los veterinarios están para ayudar a mantener su bienestar. Muchas afecciones pueden prevenirse, controlarse o tratarse con un estilo de vida saludable y buenos hábitos.