- No sustituye a consejo veterinario profesional.
No hay una cura para la rabia. Sí, lo has leído bien. La rabia es una enfermedad vírica mortal para los animales y todos los mamíferos pueden contraerla. De hecho, decenas de miles de personas mueren cada año en todo el mundo debido a esta enfermedad. Entonces, ¿por qué algunas personas están convencidas de que evitar la vacuna de la rabia es lo mejor para ellas y para sus mascotas? Sigue leyendo para obtener más información sobre cómo funciona el virus de esta enfermedad, cómo puedes evitar la infección por rabia, cuáles son sus síntomas clínicos más importantes y qué hacer antes de proporcionarle la vacuna antirrábica a tu peque.
Rabia en perros: síntomas y tratamientos
Un perro infectado puede empezar a propagar el virus en tan solo 10 días y no mostrar síntomas durante 8 semanas.
El virus de la rabia se propaga a través de las mordeduras y la saliva, o a través de la transmisión sanguínea de un animal rabioso a otro sano. Este virus causa una inflamación del cerebro y de la médula espinal, lo que provoca los síntomas de la rabia. Después de un período típico de incubación de hasta una semana, el virus de la rabia puede tener una amplia variedad de efectos sobre el sistema nervioso que, a su vez, provocan cambios de comportamiento. El animal infectado puede mostrar tanto síntomas de hiperactividad (rabia furiosa) como debilidad y falta de coordinación (rabia paralítica).
Los síntomas de la rabia en perros incluyen:
- Pica (comer productos no alimentarios como tierra o piedras)
- Fiebre
- Convulsiones
- Parálisis
- Hidrofobia (aversión al agua)
- Mandíbula caída
- Incapacidad de tragar (formación de espuma en la boca)
- Cambio del tono de los ladridos
- Falta de coordinación muscular
- Timidez o agresividad inusuales
- Excitabilidad excesiva
- Irritabilidad constante/cambios de la actitud y el comportamiento
- Parálisis en la mandíbula y la laringe
- Salivación excesiva o saliva espumosa
Puede que hayas oído que la rabia causa miedo al agua, pero esto no es totalmente cierto. El virus de la rabia provoca cambios en el sistema nervioso central debido a los cuales al perro le resulta difícil tragar. Por esta razón, un animal infectado puede desarrollar una aversión a beber agua, pero verla o tocarla no será necesariamente un problema.
Cuando aparece la rabia
Lamentablemente, no hay un tratamiento para perros con rabia no vacunados. Si una mascota vacunada recibe una mordedura de un animal sospechoso, debe ser vacunada inmediatamente con una inyección de refuerzo y ser puesta en cuarentena durante 10 días para evitar la propagación de la infección de la rabia a otros animales. Durante este tiempo, un profesional vigilará a la mascota para detectar cualquier cambio de comportamiento extremo u otros síntomas de la rabia.
Si un humano no vacunado sufre la mordedura de un animal que podría ser portador de la enfermedad, debería recibir de inmediato una combinación de la inmunoglobulina antirrábica humana y la vacuna. Quienes ya han sido vacunados solo necesitan la vacuna. Es esencial que las víctimas de la mordedura reciban tratamiento antes de empezar a mostrar síntomas de la rabia.
Cómo mantener seguro a tu perro
Si un animal salvaje muerde a tu perro o si tu perro muerde a una persona, una prueba de vacunación vigente podría salvar su vida.
Entre las vacunas principales para perros recomendadas por el grupo Affinity, la vacuna de la rabia es una de las que se encuentran en la lista de obligatorias, ya que es una enfermedad mortal y puede ser transmitida a los humanos. Debido a este riesgo mortal que supone para las personas, la vacuna de la rabia es, comprensiblemente, una cuestión de salud pública. Sin embargo, la obligatoriedad de la misma y el intervalo de vacunación, que varía entre 1 y 2 años, están establecidos por las diferentes Comunidades Autónomas de España. Por el momento la vacuna de la rabia es obligatoria en todas las Comunidades Autónomas, excepto en Cataluña, País Vasco y Galicia.
Para obtener más información sobre las normas y los requisitos que afectan a tu perro, así como sobre los procedimientos de control de animales en tu comunidad, contacta con tu veterinario.
No hay una prueba efectiva para detectar la rabia en un animal vivo. Se requiere una muestra de tejido cerebral para demostrar definitivamente que el virus está presente. Una prueba de titulación puede indicar si hay anticuerpos presentes en el torrente sanguíneo, pero esta prueba de anticuerpos solo demuestra que un animal ha recibido una vacuna en algún momento; no es una prueba de su inmunidad.
Con qué frecuencia es necesaria la vacuna de la rabia en perros
La incidencia de reacciones adversas a las vacunas, estadísticamente pequeña pero muy real, provoca que algunas personas cuestionen la necesidad de tantas inoculaciones a lo largo de la vida de un perro.
Como ya hemos mencionado, la frecuencia dependerá de cada Comunidad Autónoma pero en general, se recomienda una vacuna de un año de duración entre los cuatro y los seis meses de edad, una segunda vacuna anual un año más tarde y después inoculaciones cada tres años durante el resto de la vida del perro. Así, un perro que vive 14 años habrá recibido al menos siete inyecciones contra la rabia durante su vida.
Vacunas en perros: efectos secundarios
Cuando vacunes a tu perro contra la rabia u otras enfermedades más comunes, presta atención a cualquiera de estos efectos secundarios y contacta inmediatamente con tu veterinario si crees que tu perro está sufriendo reacciones a las vacunas fuera de lo habitual.
- Fiebre
- Pereza
- Pérdida de apetito
- Hinchazón facial y/o urticaria
- Vómitos
- Diarrea
- Dolor, hinchazón, enrojecimiento, costras o pérdida de pelo alrededor de la zona de la inyección
- Cojera
- Colapso
- Dificultad para respirar
- Convulsiones
Antes de darle la vacuna a tu perrete
Si tu perro ha sufrido una reacción adversa a una vacuna, te conviene hablar con tu veterinario para determinar qué vacunas quieres que reciba tu perro y con qué frecuencia.
Antes de proporcionarle una vacuna antirrábica a tu mejor amigo de cuatro patas, ten en cuenta lo siguiente:
- Programa las vacunas durante un momento en el que vayas a estar en casa con tu perro para poder prestar atención a las señales de alerta.
- Si tu perro está enfermo, espera a que se encuentre bien antes de vacunarlo.
- Si sospechas que tu perro es sensible a las vacunas, prueba a separar las inyecciones en lugar de ponérselas todas a la vez. Un mes entre las inyecciones puede proporcionar a tu mascota suficiente tiempo para recuperarse.
La información proporcionada en este artículo no sustituye la ayuda profesional veterinaria.
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