- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Todos conocemos la imagen de un astuto gato doméstico acechando al pez dorado de la familia. Los gatos y el pescado forman una pareja tan natural como, por ejemplo, el pan y el aceite. A los gatos no solo les gusta comer pescado, sino que también se deleitan oliéndolo y observándolo. Pero como antiguas criaturas del desierto que normalmente detestan el agua, ¿por qué les gusta tanto el pescado a los gatos? ¿Y es seguro el pescado para los gatos, desde el punto de vista nutricional?
A los gatos les gusta comer pescado por dos razones principales: 1) están cargados de nutrientes y 2) ¡huelen y saben bien! Aunque no forma parte de la dieta natural del gato doméstico, el pescado cocinado puede ser un premio delicioso y nutritivo de vez en cuando, siempre y cuando a tu gato le guste. ¡No a todos los gatos les gusta! Y algunos gatos son incluso alérgicos al pescado.
Antes de compartir tu pesca del día, esto es lo que debes saber sobre dar de comer pescado a los gatos.
¿Por qué a los gatos les gusta comer pescado?
Los gatos domésticos descienden de los gatos monteses africanos, que muy probablemente no tenían pescado en su dieta. Y aparte de algunas razas amantes del agua, como los maine coons, los abisinios y los bengalíes, la mayoría de los gatos no son buenos nadadores. Entonces, ¿qué hay detrás del afán de tu gato por el pescado?
Una teoría afirma que los gatos adquirieron el gusto por el marisco cuando los antiguos egipcios utilizaban pescado para atraerlos a sus comunidades. Sin embargo, esta teoría no está demostrada, así que mejor recurrimos a los expertos. Con la ayuda de la Dra. Danielle (“Elly”) Page, veterinaria de Raleigh, Carolina del Norte, con experiencia en nutrición de mascotas y fundadora de AnimKy.com, descubrimos las siguientes razones por las que a los gatos les gusta comer pescado:
- Los gatos son comedores oportunistas: tras años de convivencia con los humanos, los gatos aprendieron que es mucho más fácil comer lo que tienen delante (es decir, restos de la mesa y sobras) que cazar otra cosa. Si hay pescado a mano, el gato estará encantado de comérselo.
- Les gusta el olor del pescado: el pescado huele, bueno, a pescado. Lo cual puede resultar desagradable para nosotros los humanos, pero es una auténtica maravilla para las poderosas fosas nasales de tu gato. Una olfateada y ya están listos para devorar.
- Los gatos tienen receptores gustativos sensibles: un mayor sentido del gusto ayuda a los gatos a identificar los alimentos ricos en aminoácidos esenciales como la taurina (importante para la vista, la digestión y la salud del corazón).
- El pescado es rico en proteína: los gatos son carnívoros por obligación, lo que significa que necesitan proteína para sobrevivir. Con sus sentidos agudizados del gusto y el olfato, los gatos pueden identificar fácilmente el pescado como un aporte importante de proteínas.
- Aumenta la palatabilidad: el pescado hace que la hora de comer sea más interesante, introduciendo variedad en la dieta de tu gato. Cuando se sirve como aderezo para realzar el sabor, puede motivar a comer a los cachorros con bajo peso o a los quisquillosos.
Beneficios del pescado para los gatos
Como premio ocasional, la Dra. Page afirma que el pescado cocido al natural es perfectamente seguro para los gatos; la palabra clave es “ocasional”. Puesto que una dieta basada solo en pescado produciría carencias nutricionales, recomienda incorporar una pequeña cantidad a la dieta habitual para obtener los siguientes beneficios:
En primer lugar, el pescado está repleto de proteínas magras, una buena noticia para nuestros amigos carnívoros. Además, el pescado es una fuente excelente de ácidos grasos omega, nos explica la Dra. Page. “Si eliges variedades de pescado de agua fría, como el salmón, puedes obtener el beneficio añadido de los ácidos grasos omega-3, que ayudan a mejorar la salud de las articulaciones y del pelaje”. Los niveles más altos de ácidos grasos omega se encuentran en el pescado azul, como el salmón, las sardinas y la caballa.
Puede merecer la pena plantearse un suplemento de aceite de pescado para los gatos a los que no les entusiasma el pescado. Aunque aún no se han investigado a fondo los beneficios del aceite de pescado para los gatos, hay pruebas de que un suplemento puede reducir la inflamación. La Dra. Page aconseja a los dueños que elijan un suplemento de alta calidad diseñado específicamente para gatos (¡nada de compartir tus comprimidos para humanos!) y que administren la dosis adecuada.
El pescado también contiene taurina, un aminoácido esencial para la vista, la salud del corazón y la digestión. A diferencia de otros mamíferos, los gatos no pueden producir taurina por sí mismos, por lo que necesitan obtenerla de fuentes alimentarias como el pescado.
¿Deberías decantarte por un tipo de pescado u otro? Como dice la Dra. Page, depende de los beneficios que busques. “El salmón es una gran fuente de EPA y DHA (los dos principales omega-3 que tienen propiedades beneficiosas). Pero el salmón también es rico en grasas y calorías, mientras que el pescado blanco suele tener menos grasas y calorías y puede ser más adecuado para los gatos que estén más gorditos”.
¿Pueden comer pescado crudo los gatos?
Puede que sean carnívoros, pero ¿pueden comer pescado crudo los gatos? Según la Dra. Rebecca Greenstein, veterinaria jefe del Hospital Veterinario Kleinburg y asesora médica veterinaria de Rover, los gatos NO deben comer pescado crudo. Señala que “oficialmente no hay ninguna prueba científica que demuestre que el alimento crudo tenga algún beneficio o sea mejor que las dietas tradicionales y, de hecho, la única investigación revisada por expertos que existe demuestra los riesgos”.
Uno de esos riesgos es la intoxicación alimentaria por bacterias como la Salmonella y la E. coli. Los parásitos como las tenias también pueden transmitirse a través del consumo de pescado crudo.
Es más, el pescado crudo contiene tiaminasa. Esta enzima descompone la tiamina en el organismo, lo que provoca una deficiencia de esta importante vitamina B. Entre los síntomas de una carencia de tiamina se incluyen:
- Temblores de cabeza
- Pérdida de coordinación
- Depresión
- Ventroflexión de la cabeza (la cabeza y el cuello caen hacia abajo)
- Convulsiones
Si no se trata, una carencia grave de tiamina puede incluso provocar la muerte, por lo que tal vez te preguntes si vale la pena el riesgo de darle pescado crudo a tu gato.
Cómo cocinar el pescado para mis gatos
Puesto que el pescado crudo está descartado, una de las opciones más sencillas es darles premios preenvasados a base de pescado especiales para gatos. Puedes encontrar aderezos de pescado pensados para complementar la dieta de tu gato, cremosos purés de pescado y crujientes bocaditos de atún, por nombrar algunos.
Hablando del atún, la variedad en lata es un snack ideal para tu gatito (en cantidades limitadas). El atún enlatado para consumo humano contiene altos niveles de mercurio y aporta poca taurina cardiosaludable, por lo que es mejor dárselo como snack de vez en cuando. Opta por atún claro envasado en agua, no en aceite, y evita cualquier saborizante o sal añadida.
En cuanto a cocinar pescado para tu gato, lo mejor es hervido, a la plancha o asado. Evita el pescado frito y ahumado, procura quitar las espinas y prescinde de los condimentos habituales. Como medida de seguridad, siempre es aconsejable consultar al veterinario antes de añadir o modificar la dieta habitual de tu gato.
¿Qué tipo de pescado gusta más a los gatos?
Cada gato tiene sus preferencias, pero los pescados que más gustan a los gatos son:
- Atún
- Salmón
- Sardinas
- Halibut o fletán
- Tilapia
- Bacalao
- Platija
Los gatos suelen adorar el atún y el salmón por su fuerte olor y robusto sabor. Las sardinas son otro favorito de los felinos, populares por su alto contenido en grasa.
¿Pueden ser alérgicos los gatos al pescado?
Lamentablemente, sí; los gatos pueden ser alérgicos al pescado. Pero, ¿qué causa una alergia al pescado y cómo puedes identificarla?
La Dra. Jamie Whittenburg, veterinaria y directora del Hospital de Animales Kingsgate de Lubbock (Texas), nos lo ha aclarado: “como con los humanos, sabemos el “cómo” de las alergias alimentarias, pero no el “por qué”. Se desconoce por qué algunos gatos pueden desarrollar alergia al pescado, aunque se sospecha que puede haber una predisposición genética. En cuanto al cómo, las alergias alimentarias son una reacción anormal del sistema inmunitario a un antígeno del alimento. El alérgeno es casi siempre una proteína”.
La Dra. Whittenburg expone estas señales a las que hay que prestar atención:
- Piel roja e inflamada, más comúnmente localizada en el pecho y el abdomen
- Picor
- Lamerse constantemente las zonas afectadas
- Pérdida de pelo
- Sangrado
Aunque es menos frecuente, algunos gatos también experimentan vómitos, dolor de estómago y diarrea.
“Puede ser muy difícil averiguar si tu gato padece una alergia alimentaria, ambiental o a las pulgas, ya que todas pueden mostrar los mismos síntomas”, explica la Dra. Danielle Page. “Tendrás que llevar a tu gato a un veterinario que le haga algunos diagnósticos”.
La regla de oro para diagnosticar las alergias alimentarias es realizar una dieta de exclusión para ver si mejoran los síntomas. La Dra. Whittenburg explica que esto puede abordarse de dos maneras: puedes darle a tu gato una proteína novedosa, como pato, conejo, canguro o venado. O tu veterinario puede recomendarte una dieta hidrolizada, en la que la proteína se descompone en trozos diminutos irreconocibles para el sistema inmunitario de tu gato. Ambas dietas están disponibles con receta veterinaria.
En cuanto al tratamiento, cabe señalar que las alergias alimentarias y las alergias ambientales se abordan de forma diferente.
“El único tratamiento para una alergia al pescado es una dieta que no lo contenga; suele ser así de sencillo”, observa la Dra. Page. “Si un gato padece alergias ambientales (o alimentarias y ambientales), entonces es otra historia totalmente distinta”, añade. Entre los tratamientos para las alergias ambientales se incluyen:
- Una dieta rica en ácidos grasos omega-3
- Suplementos de ácidos grasos omega-3
- Corticosteroides
- Inmunoterapia
- Fármacos inmunosupresores
- Antihistamínicos
En resumen: todo con moderación
Darle pescado cocinado o una cucharada de atún en lata es una buena forma de mimar a tu gato, siempre que no sustituya su dieta habitual. Demasiado atún puede incluso provocar envenenamiento por mercurio en los gatos. Pero cuando se ofrece con moderación, el pescado complementa una dieta felina equilibrada. Y no te olvides de otros “alimentos humanos” que pueden gustar a tu gato, como el pollo bien preparado, los huevos e incluso pequeñas cantidades de sandía refrescante.
Un último consejo: obtén siempre el visto bueno de tu veterinario antes de hacer cualquier cambio en la dieta de tu gato.