- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Puede que te encante que te hagan cosquillas o que lo odies, pero probablemente tengas al menos un poco de cosquillas. La mayoría de las personas tienen cosquillas, y muchos gatos también, sobre todo en zonas como las patas y la barriga.
Los humanos pueden sentir dos formas de cosquillas: gargalesis y knismesis. Las cosquillas gargalesis te hacen reír, y no puedes provocártelas tú mismo. Las cosquillas knismesis te ponen la piel de gallina, y se producen por un movimiento ligero sobre la piel.
Los expertos creen que los gatos solo experimentan las cosquillas knismesis, pero no saben si las cosquillas pueden provocarles incomodidad o dolor. “La knismesis puede servir de aviso de que algo peligroso, como una garrapata parasitaria, una pulga o una araña, está reptando por la piel”, dice Stephen Quandt, especialista en adiestramiento y comportamiento felino y propietario de Cat Behavior Help.
Por tanto, es importante evitar atribuir emociones humanas a la respuesta de un gato a las cosquillas, ya que pueden percibir la sensación como una advertencia de peligro, no como una experiencia de creación de vínculos afectivos, afirma.
Antes de que pruebes a hacerle cosquillas a tu gato, sigue leyendo para saber dónde tienen más cosquillas los gatos, cómo saber si a tu gato le gustan las cosquillas y formas alternativas de establecer un vínculo con tu felino favorito.
¿Dónde tienen más cosquillas los gatos?
Las partes con más cosquillas de los gatos son las zonas con menos pelo, incluyendo sus:
- Orejas
- Nariz
- Almohadillas de las patas
Quandt añade que la barriga de los gatos también suele ser más sensible. “Los gatos suelen ser sensibles a que les toquen la barriga, ya que es ahí donde las garrapatas pueden adherirse y transmitir enfermedades o causar anemia a los cachorros. La knismesis puede ayudarles a detectar y eliminar a los invasores siempre que sea posible”, explica.
Los gatos Sphynx y otras razas sin apenas pelo tienen la piel más expuesta que otras razas, por lo que pueden tener más cosquillas que otros gatos.
¿Cómo sé si a mi gato le gustan las cosquillas?
Las cosquillas no siempre sientan bien a los humanos, y lo mismo ocurre con tu gato. Por eso es tan importante observar y respetar el lenguaje corporal de un gato, dice Quandt.
Las señales de que un gato disfruta con un toque ligero y de cosquillas incluyen:
- Ronronea
- Contacto visual suave
- Empuja el cuerpo contra tu mano
- Orejas levantadas y hacia delante
- Cola quieta o que se mueve muy poco
“Las cosquillas pueden considerarse una variante de las caricias, por lo que siempre es buena idea pedir consentimiento antes de tocar a un gato (¡o a un perro!)”, añade Quandt. Puedes hacerlo extendiendo la mano y dejando que tu gato decida si quiere participar.
Puede que a tu gato le guste un poco de cosquillas suaves bajo la barbilla, en lugar de en zonas sensibles que pueden provocar una sensación desagradable, dice Quandt.
Simplemente ten en cuenta que pueden reaccionar de forma brusca si no les gusta la sensación.
¿Se ríen los gatos cuando les haces cosquillas?
Tu gato no se reirá ni sonreirá cuando le hagas cosquillas, pero es muy posible que empiece a ronronear porque disfruta de la atención.
No se sabe muy bien por qué los humanos nos reímos cuando nos hacen cosquillas. Sin embargo, dado que los bebés humanos tienen una reacción de risa retardada cuando se les hace cosquillas, esto podría ser una respuesta condicionada, similar a la forma en que los gatos ronronean cuando la gente les presta atención.
Las personas no les han enseñado a los gatos a ronronear ni les han inspirado directamente ese comportamiento. Aun así, es probable que los gatos hayan ampliado el uso del ronroneo en respuesta a la forma en que la gente reacciona ante este comportamiento, dice la Dra. Lindsay Butzer, veterinaria de pequeños animales y médica generalista en PetMeds.
Señales de que tu gato no quiere que le toquen o le hagan cosquillas
A los gatos que tienen cosquillas no les gusta que les acaricien, mientras que otros tienen un umbral bajo para el tacto en general.
Por eso es tan importante que obtengas el consentimiento de tu gato antes de acariciarlo y que prestes atención a las señales de que quiere que pares, como por ejemplo:
- Se aleja de tu mano
- Piel agitada o crispada, incluidas las orejas crispadas
- Orejas hacia atrás o pegadas a la cabeza
- Postura corporal rígida
- Golpea con la cola
- Pelaje erizado
- Pupilas dilatadas
- Siseos o gruñidos
Dado que los gatos no experimentan el tipo de cosquilleo que produce sensación de bienestar (gargalesis), puede que tu contacto les parezca una advertencia y traten de quitárselo de encima como harían con un insecto, dice Quandt.
Cómo comprobar que tu gato está de acuerdo
Cada vez que hagas cosquillas o acaricies suavemente a un gato, haz una pausa para comprobar si da su consentimiento. “El consentimiento implica que el individuo tiene derecho a decir que no”, dice Joey Lusvardi, asesor certificado en comportamiento felino y propietario de Class Act Cats.
Para pedir a un gato su consentimiento para seguir acariciándole o para acariciar otra zona, ofrécele tu mano o tu dedo a cierta distancia. Si elige interactuar contigo, es probable que le parezca bien que le sigas acariciando.
“Los gatos pueden consentir que les acaricies las mejillas, pero no que les frotes la barriga. Que les parezca bien que les acaricies en un sitio no significa que les parezca bien que les acaricies en otro”, añade Lusvardi.
De nuevo, fíjate siempre en las pistas del lenguaje corporal que indiquen que a tu gato no le gusta que le hagan cosquillas o le acaricien. Si se aparta o muestra otras señales de incomodidad, para de inmediato.
Otras formas de estimulación que puede disfrutar un gato que tenga cosquillas
Si de verdad quieres que la reacción de tu gato sea gratificante, Quandt sugiere proporcionarle actividades estimulantes cuando prefiera que no le toquen ni le hagan cosquillas.
Por ejemplo:
- Utiliza comederos de rompecabezas para atraer su atención y simular el comportamiento de caza.
- Incorpora momentos de juego con juguetes que despierten los instintos cazadores de tu gato, como las varitas.
- Proporciónale hamacas altas y árboles para gatos que le permitan explorar el territorio vertical.
- Añade olores enriquecedores, como la hierba gatera, para dar variedad a sus vidas.
- Coloca hamacas en las ventanas o pon vídeos de pájaros para que se entretenga.
- Plantéate el adiestramiento con clicker para la estimulación mental.
- Adiestra a tu gato para que salga a pasear con correa y arnés, o proporciónale un “catio” para que explore el exterior sin peligro.
- Cambia la ubicación de sus cuencos de comida y agua para ayudarle a afinar sus instintos de búsqueda.