- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Algunos perros disfrutan mucho del contacto físico, mientras que otros prefieren mantener distancia. Saber dónde y cómo les gusta que los acaricien es clave para respetar sus límites y fortalecer la relación que tienes con ellos.
Acariciar a tu perro de la forma correcta puede ayudar mucho a reforzar el vínculo entre ambos. La mayoría disfruta las caricias en el lomo, el pecho o la panza. Algunos adoran que les rasquen la cadera, y otros no pueden resistirse a unas cosquillitas en la barbilla.
Prestar atención al lenguaje corporal de tu perro mientras lo acaricias te dará pistas sobre qué zonas le gustan… y cuáles preferiría que no toques.
Sigue leyendo para descubrir consejos de expertos sobre cómo acariciar a tu perro de forma adecuada y conocer qué zonas suelen disfrutar y cuáles prefieren evitar.
¿Por qué a los perros les gusta que los acaricien?
Por lo general, los perros son animales sociables. Han aprendido a asociar las caricias con sensaciones agradables y cosas positivas. De hecho, algunos estudios muestran que el contacto con humanos que les agradan activa la liberación de oxitocina en su cerebro, conocida como la hormona del amor.
Además, a algunos perros les gusta que los acaricien porque así pueden aliviar la picazón en zonas difíciles de alcanzar. Es posible que notes que se apoyan más cuando los rascas detrás de las orejas, en el cuello o a lo largo del lomo.
Consejos para acariciar bien a un perro
Entonces, ¿cuál es la mejor manera y el mejor lugar para acariciar a un perro?
Nicole Kohanski, experta en comportamiento y adiestramiento canino y fundadora de Wiggle Butt Academy, lo explica paso a paso:
- Paso 1: Dale la opción de decidir. Antes de tocarlo, asegúrate de que realmente quiere ese contacto. Deja que sea él quien se acerque, en lugar de ir tú hacia él. Si no parece con ganas, respeta su espacio y vuelve a intentarlo más tarde.
- Paso 2: Acarícialo suavemente con una mano, repite el gesto una vez más y haz una pausa. Si tu quiere más, lo más probable es que se acerque de nuevo o empuje tu mano. Si no se aleja pero tampoco busca más contacto, puedes repetir el patrón de caricia, caricia, pausa, y observar sus señales.
- Paso 3: Si se queda cerca y presiona su cuerpo contra tu mano, es una señal clara de que está disfrutando y quiere que sigas.
Kohanski señala que este método de “caricia, caricia, pausa” es una forma excelente de dejar que el perro te guíe hacia las zonas donde más disfruta el contacto, y también de evitar aquellas que no le resultan cómodas.
“Trata de recordar qué tipo de caricias hacen que tu perro se aleje”, recomienda.
¿Deberías acariciar a un perro desconocido?
Cuando se trata de perros desconocidos o callejeros, Sally Grottini, experta en comportamiento canino en JustAnswer, recomienda actuar con cautela. “Acercarte para acariciarlos podría ser un error, no sabes qué experiencias han tenido ni cómo podrían reaccionar”, explica.
Lo mejor es dejar que el perro decida si quiere acercarse. Si no toma la iniciativa, probablemente no quiera que lo toquen.
iStock/aerogondo
Dónde acariciar a un perro
Una vez que un perro te haya dado permiso para acariciarlo, asegúrate de que su dueño también esté de acuerdo. Recuerda no molestar a los perros guía ni a ningún otro perro que esté trabajando.
Las zonas favoritas para muchos perros suelen ser:
- Detrás de las orejas
- Debajo de la barbilla
- En el pecho
- En la parte superior de la cabeza
- En los hombros
- A los lados del cuello
- A los costados de los muslos
- En la panza
Eso sí, recuerda que cada perro es diferente. Algunos perros disfrutan de caricias en zonas que a otros les resultan incómodas.
“Conocer al perro que estás acariciando te ayuda a entender sus preferencias”, señala Kohanski.
Independientemente de su edad, la forma en que te acerques a un perro debe depender de su temperamento y de la confianza que tengan. Aun así, la edad también puede influir.
Grottini comenta que los perros adultos sanos suelen disfrutar de unas buenas caricias en casi cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, añade que los cachorros a veces no controlan bien sus impulsos ni su forma de morder, y pueden ser algo bruscos cuando intentas acariciarlos.
Los perros mayores, por su parte, pueden tener molestias o dolores que no se notan a simple vista. Por eso, Grottini recomienda comenzar por debajo de la barbilla y dejar que sean ellos quienes nos guíen.
Zonas que es mejor evitar
Por lo general, a los perros no les gusta que los acaricien en ciertas partes del cuerpo.
- Orejas
- Patas
- Cola
- Cara
Como son zonas sensibles, es posible que las caricias resulten incómodas.
Señales de que a tu perro le gustan tus caricias
Si tu perro está disfrutando de tu atención, te dará señales claras de que quiere más.
Algunas de ellas son:
- Se acerca cuando dejas de acariciarlo
- Apoya la cabeza en tus piernas
- Se coloca frente a ti
- Se gira para mostrarte una parte específica del cuerpo
iStock/Dmitry Belyaev
¿Algunas razas disfrutan más de las caricias que otras?
“Disfrutar del contacto físico es algo muy individual”, comenta Kohanski. Aunque algunas razas tienden a ser más cariñosas o a disfrutar más del contacto, lo más importante es observar qué prefiere cada perro en particular.
Kohanski también explica que esas preferencias pueden variar de un día para otro, dependiendo de cómo se sienta el perro. Usar a menudo la técnica de “caricia, caricia, pausa” puede ayudarte a entender mejor qué necesita en cada momento.
¿Cuándo deberías dejar de acariciar a tu perro?
A veces, tu perro ya ha tenido suficiente, y es importante que estés atento para saber cuándo quiere que pares. Hacer pausas entre caricias te ayudará a notar si quiere más o si es momento de parar.
Respetar sus señales es fundamental. Si tu perro se aleja de tus manos o se aparta por completo, lo mejor es darle su espacio.
Grottini explica que si un perro retrocede o gruñe, puede ser una señal de dolor. Sin embargo, también podría tratarse de una reacción relacionada con experiencias negativas del pasado. “Los perros con artritis, por ejemplo, suelen evitar que les toquen las articulaciones, y aquellos con problemas de espalda, como la enfermedad de disco intervertebral, muchas veces no quieren que los toquen en absoluto”, señala.
En el caso de perros rescatados, especialmente adultos, Grottini aclara que no siempre se conoce su historial, lo cual influye directamente en cómo y dónde se sienten cómodos con el contacto.
Todo se resume en una palabra: consentimiento. Es fundamental dejar que tu perro decida cuándo y dónde.
“Si tu perro se coloca frente a ti por iniciativa propia, es una buena señal de que le gustan tus caricias”, dice Grottini. Y una vez que te dé luz verde… ¡aprovecha y dale mimos para demostrarle cuánto lo quieres!