- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Las llagas en la boca de LOS gato, sobre todo en las encías, pueden estar causadas por una enfermedad llamada gingivoestomatitis crónica felina (GECF), también conocida como estomatitis felina. Estas llagas también pueden aparecer en la parte posterior de la boca y en el interior de las mejillas.
«La estomatitis felina es una respuesta inmunitaria hiperactiva del gato al sarro o la placa que provoca la inflamación del tejido gingival de la boca», explica Meaghan Thomas, Doctora en Medicina Veterinaria y veterinaria del East Ridge Animal Hospital. Esta afección es grave, pero muy poco frecuente. Solo un 3 % de todos los problemas de salud bucodental de los gatos están relacionados con la estomatitis felina.
La Dra. Thomas añade que esta afección es difícil de tratar y diagnosticar porque puede tener muchas causas diferentes. Sin un diagnóstico adecuado de la causa específica, es probable que la GECF siga reapareciendo. «Encontrar el problema subyacente es clave en el tratamiento», subraya la Dra. Thomas.Llevar a tu gato al veterinario tan pronto como notes signos de llagas en la boca puede ayudar a que reciba los cuidados que necesita.
Cómo saber si tu gato tiene llagas en la boca
Si tu gato tiene llagas en la boca, a menudo pueden verse claramente cuando la boca. Pero ciertos cambios en su comportamiento también pueden apuntar a llagas bucales.
A menudo pueden detectarse las llagas y úlceras bucales del gato por los siguientes signos:
- Un color rojo intenso.
- Sangrado en la zona.
- Manchas que parecen adoquines en la boca de tu gato, especialmente en las encías, las mejillas, la lengua, la parte posterior de la boca o alrededor de los dientes.
También puedes notar que tu gato:
- Se toca la boca con las patas.
- Babea (a menudo con saliva teñida de sangre).
- Tiene las encías o los ganglios linfáticos inflamados.
- Tiene mal aliento.
Cómo saber si tu gato tiene úlceras bucales a través de su comportamiento
Como estas llagas son muy dolorosas, pueden dificultar la alimentación de tu gato. También pueden cambiar sus vocalizaciones (es decir, su forma de emitir sonidos).
Prestar atención a estos cambios en el comportamiento de tu gato podría ayudarte a detectar las llagas bucales:
- Llora al abrir la boca o al comer.
- Sale corriendo cuando le acercas a su plato de comida.
- Se acicala menos a menudo.
- Está deprimido, lo cual puede manifestarse como un mayor ocultamiento o aislamiento.
- Se le cae la comida de la boca.
- Pérdida de peso
- Se bufa o muestra otros signos de agresividad si intentas tocarle la boca.
Tipos de llagas bucales en gatos
Los gatos pueden tener dos tipos diferentes de GECF. Ambas causan úlceras bucales, aunque estas llagas pueden desarrollarse en distintas zonas de la boca.
- Tipo 1: este tipo, a menudo llamado simplemente «estomatitis felina», comienza con la inflamación alrededor de las encías y los tejidos que rodean los dientes. Es posible que observes llagas en la cara interna de los labios y las mejillas de tu gato. Este tipo suele ser más fácil de tratar.
- Tipo 2: este tipo, también llamado «estomatitis caudal», puede ser más difícil de tratar. Se trata de llagas que se desarrollan en las fauces. Es decir, en la parte posterior de la boca, donde se juntan los maxilares superior e inferior de tu gato.
¿Qué causa las llagas bucales en los gatos?
Los expertos aún no han determinado con exactitud la causa de las llagas en la boca de los gatos.
Según las teorías actuales, esta afección puede desarrollarse cuando el sistema inmunitario de tu gato reacciona de forma exagerada a las bacterias presentes en la placa dental o a bacterias y virus comunes, como:
- Bartonella.
- Calicivirus.
- Herpesvirus.
- Virus de la leucemia felina (VLFe).
- Virus de inmunodeficiencia felina (VIF).
Diagnóstico de las llagas bucales en gatos
El diagnóstico de afecciones inflamatorias como la GECF suele ser difícil, en parte porque los signos y síntomas pueden coincidir con los de otras enfermedades.
Antes de que el veterinario pueda diagnosticar esta afección, es probable que intente descartar otros problemas de salud bucodental. Según la Dra. Thomas, otras posibles causas de las llagas en la boca de tu gato son:
- Estomatitis cáustica.
- Estomatitis urémica.
- Infección de encías.
- Otros problemas dentales, como fragmentos radiculares.
- Cáncer de boca.
- Virus felinos como el VLFe y el VIF.
Qué esperar del veterinario
Es probable que tu veterinario realice algunas o todas estas pruebas para ayudar a diagnosticar las llagas bucales de tu gato:
- Análisis de sangre básico completo: un análisis de sangre no puede diagnosticar la GECF, pero puede descartar otras enfermedades.
- Examen físico: si tu gato siente dolor, el veterinario le administrará un anestésico para evitar angustiarle más con el examen.
- Pruebas de otros virus felinos: tu veterinario querrá descartar enfermedades como el VLFe y el VIF.
- Radiografías dentales: pueden ayudar a identificar signos de enfermedad periodontal, reabsorción de la raíz del diente o restos radiculares retenidos, cualquiera de los cuales también puede causar inflamación oral.
- Biopsia del tejido afectado: una biopsia puede ayudar a descartar un cáncer oral o una infección en la zona.
Cómo tratar las llagas bucales en los gatos
En muchos casos, la GECF puede mejorar con tratamiento, pero es una enfermedad compleja. No desaparece por sí sola y no tiene un tratamiento específico.
Encontrar un tratamiento eficaz puede requerir un proceso de ensayo y error, ya que la causa de las llagas no siempre está clara.
Tu veterinario puede recomendarte una combinación de tratamientos, y es probable que tu gato necesite un tratamiento continuado para controlar el dolor y la inflamación.
Cirugía dental
La GECF es una enfermedad dolorosa e incómoda.
Para muchos gatos con GECF, la extracción de la mayoría o de todos sus dientes molares y premolares, junto con el tejido inflamado, puede aliviar su dolor. En algunos casos, el veterinario puede recomendar una extracción dental completa.
En un estudio más antiguo en el que participaron 30 gatos, 24 de ellos (80 %) mostraron una mejoría significativa en uno o dos años tras la extracción dental. En algunos de los gatos, la extracción curó la enfermedad.
Medicación
El veterinario también puede recetar medicamentos para tratar las llagas bucales de tu gato, aunque el fármaco específico que le recete dependerá de la causa subyacente y de la gravedad de los síntomas.
Puede sugerir:
- Medicamentos para aliviar el dolor de tu gato.
- Antibióticos de corta duración para tratar las infecciones que causan las llagas bucales.
- Esteroides como la prednisona para controlar la inflamación (aunque pierden eficacia con el tiempo).
- Medicamentos inmunosupresores para ayudar a controlar la respuesta del sistema inmunitario de tu gato.
- Ciclosporina para reducir la inflamación.
En términos generales, el tratamiento más eficaz consiste en reconocer de manera precoz la GECF y realizar extracciones dentales antes de que la enfermedad empeore. Tras la extracción, tu veterinario puede recetarle esteroides.
El cuidado dental regular también puede desempeñar un papel importante tanto para ayudar a prevenir esta afección como para evitar que empeore. Puedes ser proactivo con el cuidado dental de tu gato cepillándole los dientes y ofreciéndole chuches dentales.
Cómo saber si el tratamiento no ha funcionado
Tu veterinario siempre se esforzará por encontrar un tratamiento eficaz y ofrecer a tu gato el mejor resultado posible. Aun así, no siempre es posible curar la GECF.
Dado que esta afección puede causar mucho dolor, puede tener un gran impacto en la calidad de vida de tu gato. Si tiene dificultades para comer y experimenta un dolor constante, es posible que el veterinario te diga que la eutanasia es el único tratamiento real.
Como dueño, tomar la decisión de decir adiós a su querida mascota es, como mínimo, extremadamente difícil. Pero a veces, es la única manera de aliviar su angustia. Tu veterinario siempre puede ofrecerte más orientación a la hora de considerar la calidad de vida de tu gato y decidir cuándo la eutanasia puede ser el paso correcto.