- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Los perros pueden padecer numerosas afecciones cutáneas, desde tiña y eczema hasta descamación y ampollas. Pero una que quizás no conozcas es la foliculitis. La foliculitis es una inflamación del folículo piloso causada a menudo por bacterias, explica la Dra. Rebecca Greenstein, asesora médica veterinaria de Rover y veterinaria jefe del Hospital Veterinario de Kleinburg.
Por ejemplo, “puede haber un crecimiento excesivo de las bacterias que normalmente viven en la piel hasta el punto de causar una infección“, dice.
No te asustes si crees que tu perro tiene foliculitis; es una afección cutánea frecuente que puede tratarse. Sin embargo, para combatir con éxito la infección, es esencial abordar la causa subyacente y buscar de inmediato la ayuda de un dermatólogo veterinario o de un veterinario general de confianza. Sigue leyendo para aprender todo lo que necesitas saber sobre la foliculitis en los perros.
¿Cuáles son los síntomas de la foliculitis en los perros?
La foliculitis bacteriana es una infección cutánea que cursa con pus, inflamación y abscesos. Pero, ¿qué aspecto tiene la foliculitis en los perros? Greenstein revela que los síntomas primarios son los siguientes:
- Enrojecimiento
- Protuberancias
- Pústulas
- Sarpullidos
- Pérdida de pelo
- Lamidos excesivos o picores
- Irritación de la piel
- Piel agrietada
¿No sabes con certeza si los síntomas de tu perro coinciden? Piénsalo de esta manera: “muchos casos de foliculitis en los perros se presentan de forma similar al acné o los sarpullidos en las personas”, comparte Greenstein.
¿Qué causa la foliculitis?
Greenstein comparte que la foliculitis es un término general para los folículos pilosos inflamados y no revela nada específico sobre sus causas.
Ante todo, los dueños deben saber que las bacterias son la causa más frecuente de foliculitis en los perros. Sin embargo, aunque las bacterias que viven de forma natural en la piel de los perros suelen ser inofensivas, pueden surgir problemas cuando las causas subyacentes cambian el entorno de la piel.
Además, Greenstein explica que, aunque las causas subyacentes de la foliculitis varían mucho, estas son algunas de las más comunes:
- Alergias
- Traumatismo
- Irritación
- Lamido excesivo (que puede comprometer la barrera cutánea)
- Infecciones fúngicas
- Parásitos
- Calor o humedad excesivos
- Desequilibrios hormonales
- Enfermedades inmunomediadas
¿La foliculitis es más frecuente en determinadas razas de perros?
Al igual que ocurre con otras enfermedades, algunos perros son más propensos a desarrollar foliculitis que otros. Además, Greenstein revela que las siguientes razas tienen mayor riesgo de padecer foliculitis:
- Terriers escoceses
- West Highland white terriers
- Boston terriers
- Cockers spaniels
- Bóxers
- Bulldogs franceses
- Shar peis
- Labradores retrievers
- Golden retrievers
- Bulldogs
- Shih Tzu
Si tu perro es de una de estas razas, no significa que sí o sí vaya a desarrollar foliculitis. Sin embargo, saber que corren un mayor riesgo y las señales a las que hay que prestar atención puede ayudarte a cortar de raíz los posibles problemas.
¿Cómo se trata la foliculitis?
Sí se puede curar la foliculitis de un perro. Sin embargo, como no hay una causa específica detrás de la foliculitis, hacerlo puede ser algo complicado.
Los tratamientos varían en función de la raíz del problema. Greenstein explica que el éxito del tratamiento de la foliculitis depende de identificar y abordar la causa subyacente.
- Foliculitis bacteriana. En casos graves, el tratamiento de tu perro puede incluir antibióticos orales. Los champús, espumas, cremas, geles y ungüentos antibacterianos también pueden ayudar a mejorar la situación.
- Foliculitis fúngica. Greenstein explica que los medicamentos antimicóticos tópicos (y a veces orales) se utilizan para las infecciones por hongos de los folículos pilosos.
- Foliculitis inducida por parásitos. Cuando los parásitos, como pulgas y garrapatas, son los culpables, debes combatirlos primero. En estos casos, la foliculitis suele tratarse con antiparasitarios tópicos u orales de amplio espectro. ¿Y como extra? Greenstein señala que estos medicamentos suelen utilizarse para prevenir futuras infecciones o recaídas.
- Foliculitis alérgica o de origen hormonal. En caso de alergias o problemas hormonales, Greenstein explica que el veterinario debe tratar el problema médico subyacente antes que la foliculitis. Es importante destacar que el tratamiento de la alergia y del desequilibrio hormonal puede implicar un enfoque a largo plazo.
Es importante comprender que el tratamiento de la foliculitis puede llevar un tiempo, y que los síntomas no desaparecerán de la noche a la mañana. No obstante, trabajar mano a mano con un veterinario para crear un plan de tratamiento es un gran primer paso para combatir la foliculitis.
¿Puedo evitar que mi perro contraiga foliculitis?
La prevención de la foliculitis depende de su causa. Por ejemplo, algunos casos de dermatitis, que luego pueden derivar en foliculitis, son relativamente fáciles de prevenir. Sin embargo, Greenstein afirma que la dermatitis es más frecuente cuando hace calor. “Asegúrate de mantener su pelaje corto en verano, sécalo bien después del baño o de nadar, y evita que se acicale demasiado o que se lama en exceso“, añade.
Además, si la foliculitis está causada por un trastorno médico en curso, como la enfermedad de Cushing, desgraciadamente no hay mucho que puedas hacer para prevenirla. ¿La buena noticia? Normalmente pueden tratarse y controlarse con medicación prescrita por el veterinario.
¿Es contagiosa la foliculitis?
Como los perros no son los únicos mamíferos que padecen foliculitis, quizá te preguntes si es contagiosa entre perros y humanos. ¿La respuesta? Depende.
“Las afecciones cutáneas causadas por alergias u otros problemas médicos subyacentes suelen limitarse a la piel de esa mascota en concreto“, afirma Greenstein. Sin embargo, afirma que ciertas infecciones parasitarias o fúngicas pueden transmitirse en teoría a las personas, aunque es poco frecuente.
Conclusiones
Aunque pueda parecer alarmante, muchos perros padecen foliculitis. Y aunque suele ser bacteriana, hay varios factores que pueden provocar su desarrollo, desde problemas hormonales y alergias hasta el lamido excesivo y las infecciones fúngicas. Una vez que tu veterinario identifique la causa raíz, podrá analizar e iniciar el tratamiento.
Sin embargo, la foliculitis no es el único problema de la piel que tienen los perros. También pueden producirse otras afecciones cutáneas, como sequedad, rozaduras y cáncer. Por suerte, existen varios tratamientos, medidas preventivas y soluciones, como la protección solar, la loción para perros y otros productos para cuidar la piel. ¡Así que embarca a tu perro en un viaje hacia una piel más sana!