Cuando cuido a las mascotas en la casa de su dueño, me esfuerzo por seguir al pie de la letra sus rutinas y mantener todo lo más parecido posible a como están acostumbradas. Me gusta que se sientan en su entorno, tranquilos y seguros, sin cambios bruscos que puedan estresarlos. Soy muy respetuoso con el hogar ajeno: mantengo todo limpio y ordenado, recojo lo que uso y presto especial atención a la higiene de los comederos, bebederos y areneros o zonas de paseo si las hay. También mantengo la comunicación con el dueño/a, enviando fotos o mensajes si lo desean, para que se queden tranquilos sabiendo que su mascota está bien cuidada. Para mí lo más importante es que el animal se sienta acompañado, cómodo y seguro mientras su familia no está.