Desde que tengo uso de razón, los perros han sido parte de mi vida. No concibo mi día a día sin ellos, son familia, compañía y alegría constante. Actualmente comparto mi hogar con dos maravillosos bobtail, Bowie de 8 años y Ziggy de apenas 7 meses, que me recuerdan cada día lo especial que es convivir con distintas etapas de su vida. Además, durante más de un año fui casa de acogida, una experiencia que me permitió cuidar perros de todas las edades y necesidades, brindándoles amor, seguridad y paciencia hasta encontrar su hogar definitivo. Me distingo por mi sensibilidad, así como por mi capacidad de adaptación al carácter y ritmo de cada peludo. Ya sea un cachorro lleno de energía o un perro senior que necesita tranquilidad y cuidados específicos, sé ofrecerles lo que necesitan con respeto y cariño.