- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Muchos alimentos aptos para el consumo humano son peligrosos para los perros: el chocolate, las uvas, la cebolla y el ajo, por nombrar solo algunos. Pero, ¿y el pescado? Si buscas alimentos diferentes para mezclar en la dieta de tu can, te alegrará saber que los perros pueden comer pescado.
Hay muchas formas de servírselo. Las variedades capturadas en la naturaleza y las compradas en la tienda son adecuadas para alimentar a tu can, siempre que estén precocinadas y deshuesadas de antemano. Los perros también pueden comer otros tipos de marisco cocido, como los moluscos, ¡así que hay muchas opciones!
Coge una caña de pescar y prepárate para capturar algunos datos alimentarios sobre cómo dar pescado a tu perro de forma segura.
¿Qué tipos de pescado pueden comer los perros?
¡Buenas noticias! “Los perros pueden comer cualquier tipo de pescado”, comparte el Dr. Gary Richter, fundador de Ultimate Pet Nutrition, autor de Longevity for Dogs y tertuliano de Rover Dog People. Sin embargo, algunos factores afectan a su seguridad. Por ejemplo, dice que el pescado debe servirse cocinado, ya que el pescado crudo (especialmente el salmón y la trucha) suscita preocupación debido a la intoxicación por salmón.
Otro factor a tener en cuenta es el mercurio. Todos los pescados contienen una cierta cantidad, ya que las bacterias del agua convierten el mercurio atmosférico en compuestos orgánicos, que son absorbidos por los tejidos de los peces. Demasiado mercurio puede ser tóxico para los perros (¡y para los humanos!), por lo que es importante mantener baja su ingesta.
“Tenemos menos estudios sobre los efectos del consumo de pescado y metales pesados como el mercurio en los perros”, explica Laura Gaylord, Doctora en Medicina Veterinaria, diplomada por el Colegio Americano de Medicina Interna Veterinaria (Nutrición), nutricionista veterinaria titulada y fundadora de Whole Pet Provisions. “Sin embargo, muchos dueños de mascotas optan por aplicar pautas similares a las de los humanos a la hora de reducir el consumo de estos contaminantes potenciales para sus mascotas”. Opta por pescados con niveles más bajos de mercurio, como las sardinas, el arenque, el salmón, la caballa, la trucha y la tilapia. Tu cachorro puede seguir comiendo atún, pero debe hacerlo con más moderación.
¿Y qué pasa con las espinas? “Las espinas pequeñas y flexibles del pescado, como las de las sardinas en lata, no suelen ser un problema para los perros”, explica Alyssa Ralph, nutricionista canina y especialista en comportamiento de Holistic Pet Services. Sin embargo, sigue siendo mejor comprobar si hay espinas antes de servirlo; si optas por pescado en conserva, asegúrate de que esté en agua y no en aceite. Cuando se trata de pescados grandes, las espinas pueden suponer un peligro de asfixia o incluso perforar su tracto digestivo: asegúrate de retirarlas.
¿Pueden los perros comer pescado crudo?
Nunca es buena idea alimentar a tu perro con pescado crudo. Éste puede contener parásitos y bacterias perjudiciales, incluida la E. coli (la bacteria de la carne cruda que puede causar intoxicación alimentaria).
La intoxicación por salmón puede provocar síntomas como vómitos, letargo, diarrea e incluso la muerte si no se trata. La E. coli puede causar afecciones estomacales e intestinales similares.
iStock/Yaraslau Saulevich
¿Cómo debes preparar y cocinar el pescado para tu perro?
Cocina el pescado y el marisco para tu perro como lo harías para un humano. Asegúrate de que ha alcanzado una temperatura interna mínima de 145℉ (62,8℃) antes de servir (puedes utilizar un termómetro de cocina para comprobarlo). Si no se va a servir de inmediato, es igualmente importante asegurarse de que el pescado se conserva correctamente.
“Recomiendo utilizar las mismas pautas de almacenamiento y manipulación que para los humanos proporcionadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)”, dice Gaylord. Mete el pescado fresco o congelado (no enlatado) en el frigorífico o congelador inmediatamente después de comprarlo. Si se refrigera, asegúrate de que la temperatura del frigorífico es inferior a 4ºC y sirve el pescado en un plazo de dos días. Conserva los distintos tipos de pescado y marisco por separado (es decir, no en el mismo recipiente de almacenamiento o envoltorio de plástico) para evitar la contaminación cruzada de bacterias.
Cuando le des un trozo de pescado a tu perro, Gaylord dice que debe comérselo en 30 minutos. Además, explica que si no se lo come enseguida, hay que desecharlo al cabo de 2 horas si se deja a temperatura ambiente, o de 1 hora si la temperatura es superior a 30ºC.
Es importante quitar las espinas y cocinar bien el pescado. Sin embargo, si tu perro está nadando en un lago o río y decide hacer una paradita para tomar un tentempié de pescado, que no cunda el pánico. “En la mayoría de los casos, el riesgo de enfermedad es muy bajo”, asegura Gaylord. Sin embargo, vigila a tu perro por si presenta síntomas gastrointestinales, como rechazo de la comida, vómitos o diarrea. Si te preocupa, ponte en contacto con tu veterinario para que lo evalúe y te ayude.
Ya hemos hablado de la temperatura de cocción del pescado, pero ¿qué hay de los métodos de preparación? Ralph dice que todos los siguientes son adecuados “siempre que se evite el exceso de aceite”:
- Asado
- Hervir
- Asar
- Escalfar
- Al vapor
- Estofar
- Con freidora de aire
Debido a la cantidad de aceite que se requiere para freír, Ralph recomienda evitarlo. Añade que un estudio de 2022 encontró que cocinar al vapor es el mejor método de cocción, ya que conserva los nutrientes. Además de evitar el aceite, es mejor cocinar el pescado solo. Los condimentos “humanos” habituales, como el ajo, la pimienta negra y la sal, pueden provocar problemas que van desde malestar estomacal hasta toxicidad.
¿Es el pescado bueno para los perros?
El pescado contiene una amplia gama de vitaminas, minerales y nutrientes buenos para los perros, incluidos los siguientes.
- Vitamina D
- Calcio
- Fósforo
- Hierro
- Zinc
- Yodo
- Magnesio
- Potasio
“Todos ellos son importantes para el funcionamiento óptimo del organismo, para reforzar el sistema inmunitario y para mantener el cuerpo fuerte y sano”, dice Richter.
Proteínas
El pescado también es una gran fuente de proteínas: por ejemplo, una pieza de salmón de 100 g contiene alrededor de 22 g de proteína. La proteína es vital para desarrollar y fortalecer los músculos, los tendones, la piel, las uñas y el sistema nervioso de tu mascota. Sin embargo, es importante no dejarse llevar, ya que el consumo excesivo de proteínas en los perros se ha relacionado con cambios en las bacterias intestinales, inflamación y disfunción renal. Pregúntale a tu veterinario o a un nutricionista de perros si no estás seguro de cuánta proteína darle a tu can.
Ácidos grasos omega-3
“El pescado contiene altos niveles de ácidos grasos omega-3, que son muy beneficiosos tanto para los animales como para los humanos”, explica Richter. La investigación ha relacionado el omega-3 en peros con una mejor vitalidad, apariencia del pelaje, metabolismo y menor riesgo de enfermedades cardíacas. Además, los perros pueden obtener omega-3 a través del aceite de pescado.
¿Presenta el pescado algún riesgo para los perros?
Ya hemos hablado de los peligros potenciales que plantean las espinas de pescado, la intoxicación alimentaria por pescado crudo o mal cocinado y el alto consumo de mercurio. Pero no son los únicos peligros del pescado para los perros. Aquí tienes otros riesgos del pescado que debes tener en cuenta.
Alto contenido en grasas
Pescados como el salmón, la caballa y el atún, tienen un alto contenido en grasas. “Se consideran en su mayoría grasas saludables, incluidos los ácidos grasos omega-3”, explica Gaylord. “Sin embargo, para los peros con tractos gastrointestinales sensibles, antecedentes de pancreatitis o intolerancias a la grasa, estos pescados pueden no ser apropiados”.
En estos casos, señala que los pescados más magros con menor contenido de grasa (como el pescado blanco, que incluye el bacalao y el eglefino) pueden ser una mejor opción. En caso de duda, dice que lo confirmes con tu veterinario.
Desequilibrios nutricionales
“La ingesta de grandes cantidades de pescado entero puede crear desequilibrios nutricionales, incluidos excesos de vitamina D, calcio, fósforo o calorías”, dice Gaylord. La ingesta alta de calorías puede provocar un aumento de peso, mientras que el exceso de vitamina D puede resultar tóxico.
Para ayudar a mantener a tu perro a salvo, dice que hay que limitar el consumo de pescado y dárselo solo como chuche ocasional. “La cantidad total de chuches que se le dan al día no debe limitarse a más del 10 % de las calorías de tu perro”, explica. “Esto es para evitar desequilibrar la dieta diaria o causar un aumento de peso inapropiado”.
Alergias y sensibilidades
Los perros pueden ser alérgicos e intolerantes a varios ingredientes alimentarios , ¡incluido el pescado! Afortunadamente, las alergias al pescado no son tan comunes como las de los lácteos, el trigo o los huevos.
Si tu perro tiene alergias y sensibilidades alimentarias existentes (incluidas las grasas), Gaylord dice que consultes con tu veterinario para asegurarte de que darle pescado sea seguro y apropiado.
iStock/smrm1977
¿Cuánto pescado puede comer un perro de forma segura?
La cantidad de alimento para tu perro depende de numerosos factores, como su edad, peso, raza y nivel de actividad. En cuanto a los niveles apropiados de pescado con los que se puede alimentar a un perro, Richter dice que no hay una ración segura específica. Por ejemplo, si bien los niveles excesivos de mercurio pueden ser dañinos, dice que esto no se puede correlacionar con la cantidad de pescado que es seguro comer, ya que algunos tipos de pescado contienen más metales pesados que otros.
Si quieres darle pescado como chuche de manera regular, Richter explica que puede comerlo a diario como parte de su dieta. Solo recuerda que la cantidad que come no debe exceder más del 10 % de su ingesta diaria de calorías, y algunas opciones son más saludables que otras en cuanto a grasa y contenido nutricional.
4 deliciosas recetas de pescado que le encantarán a tu perro
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Hamburguesas de salmón al horno
Esta receta, compartida por Gaylord, hará que a tu perro le entren ganas de comer. Sin embargo, “son solo para alimentación suplementaria o intermitente, y no pretenden ser un alimento completo y equilibrado ni un sustituto de las comidas”, señala.
Producción: 30 Kcal: 52
Ingredientes:
16 oz de salmón cocido (fresco o congelado)
1 taza de pan rallado
1 taza de harina de avena (o cualquier harina)
2 huevos, enteros
1-2 cucharadas de agua, o según sea necesario
Opcional: 1-2 cucharadas de perejil fresco cortado en cubitos; una pizca de Morton’s Lite Salt
Método:
- Mezcla todos los ingredientes hasta formar una masa, añadiendo más agua si se necesita más humedad.
- Divídela en bolas más pequeñas (unas 30 pequeñas).
- Aplástalas formando pequeñas hamburguesas o discos y colócalas en una bandeja para hornear.
- Hornea a 350℉ (180) hasta que estén bien cocidas, aproximadamente 25-30 minutos.
- Sácalas del horno y déjalas enfriar antes de servirlas.
Purés simples
Al hacer puré de pescado cocido sobrante (como salmón o atún) y mezclarlo con un chorrito de agua caliente, puedes hacer un sabroso puré que será el acompañamiento perfecto para sus comidas favoritas.
Cecina de salmón casera
Si te sobra salmón (o pescado blanco), ¿por qué no hacer tiras de cecina masticables para que tu perro le hinque el diente? Simplemente cubre las tiras de pescado en una marinada casera antes de dejar que se absorba durante 24 horas. Colócalas en un deshidratador durante varias horas, ¡y listo!
Bocaditos de galleta de salmón
Todo lo que necesitas para preparar estos tentadores bocaditos es una lata de salmón en conserva, harina de avena y un par de huevos. Preparados y horneados en menos de una hora, te encantará esta receta superrápida (EN).
iStock/Solovyova
¿Pueden los perros comer marisco y otros crustáceos?
Tu cachorro no solo come pescado: ¡también puede comer marisco y otros crustáceos! Esto incluye opciones más pequeñas, como mejillones, ostras, almejas y berberechos, y mariscos más grandes, como cangrejo y langosta.
Asegúrate de que cualquier marisco que le des a tu perro esté fresco y bien cocido. Además, dales solo la “carne” de los mariscos, y quítales la cáscara. Los trozos de caparazón suelen tener bordes afilados, que suponen un peligro de asfixia y pueden dañar el interior de tu perro. Por último, si tu perro come accidentalmente alguna concha, llama inmediatamente al veterinario.