Si bañas a un perro…
Probablemente se volverá loco. No, en serio. Después del baño se produce un auténtico arranque de actividad. «Mi perra, Vera, se comporta como una posesa después del baño. Ladra, aúlla y gime mientras escarba en la alfombra. Es superrraro», ríe Irene Keliher, redactora de Rover.
Y no es la única que habla de este fenómeno. Los perros se vuelven locos después del baño por diversas razones, desde el alivio a la felicidad, pasando por el deseo instintivo de volver a un olor más familiar. Lo llames FRAP (periodos de actividad aleatoria frenética), locura o «zoomies», lo cierto es que la hiperactividad posbaño es una realidad. Y vamos a analizarla.
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Ansiedad por el baño
A menos que tengas un perro al que le encanten los baños, seguro que conoces muy bien la situación. Tu perro se ha revolcado en una caca o ha saltado a un estanque fangoso, o simplemente hace tiempo que no se lava, y ha llegado el momento. Tu perro empieza a correr en cuanto sabe que estás pensando en meterlo en la bañera, y todo es estrés a partir de ahí.
Cuando por fin se acaba, tu perro está ENTUSIASMADÍSIMO. La única forma de expresarlo es correteando, bueno, como un loco. Es su energía nerviosa desbordándose.
Fuente: usuario de Instagram @jaxcockapoo
Olor extraño y novedoso
Todos sabemos el mal olor que un perro mojado puede traer a casa. Los humanos quieren que sus perros huelan a flores, o a jabón, o a lino, o a pepino, o a miel, o a casi cualquier cosa menos a pelo de perro. La Asociación Americana de Productos para Mascotas publicó un informe que demuestra que los dueños de perros gastan más de cinco mil millones de dólares al año en servicios y productos de baño para mascotas. Hay mucha demanda de champús para perros seguros y con fragancias.
Un perro recién lavado hace las delicias de un humano, ¿pero de un perro? No tanto. No solo su olfato es más fuerte que el nuestro (todos hemos visto cómo se saludan los perros, ¿verdad?), sino que es su forma de percibir el mundo. Y después del baño, quedan recubiertos de un olor extraño y desconocido.
¿La solución? Corretean y se revuelcan en todo lo posible para librarse del nuevo olor y volver al antiguo. Querer oler a caca, mugre y hierba está en el ADN de un perro.
Secarse
La respuesta a por qué los perros se vuelven locos después del baño puede ser tan sencilla como secarse. Si alguna vez has visto a un perro sacudirse enérgicamente después de un chapuzón, este comportamiento no te parecerá extraño. Un perro mojado se sacudirá, sí, pero también puede hacer cosas como revolcarse por la alfombra, tu cama o el sofá, para secarse.
Tan simple como eso.
Puedes evitar parte del caos, si no los revolcones, invirtiendo en una toalla absorbente apta para perros que absorba la mayor parte de la humedad antes de que empiece la hiperactividad.
Fuente: usuario de Instagram @scorpiiiii
Los zoomis después del baño
Los periodos de actividad aleatoria frenética, también conocidos como los zoomies, les ocurren a casi todos los perros, sobre todo a los jóvenes. Todo es TAN DIVERTIDO, de repente, que no pueden contener su emoción. Es muy posible que los baños provoquen los llamados «zoomies«.
Al fin y al cabo, han estado un tiempo contenidos: es hora de liberarlos. Los «zoomies» son una expresión de felicidad más que de alivio, aunque las carreras y los revolcones pueden ser parecidos en ambos casos.
No hay nada de malo en tener un pequeño ataque de «zoomies» después del baño. Si causa problemas (muebles mojados, suelos hechos un desastre), puede ser conveniente confinar al perro en una zona segura (detrás de una puerta para mascotas, por ejemplo) hasta que se calme. Si no, simplemente siéntate y disfruta del espectáculo. Los perros son unos bobalicones adorables, ¿verdad?