Nadie (humanos, perros, gatos, erizos, elefantes o cualquier otro) está completamente a salvo del miedo. Biológicamente, estamos programados para ello. El miedo es la forma que tiene nuestro cerebro de mantenernos a salvo, haciéndonos estar hiperalerta y preparándonos para luchar contra posibles amenazas o escapar de ellas.
¿Pero qué ocurre cuando el mayor miedo de tu perro son los otros perros? ¡Los perros están por todas partes! Fuera de casa, es prácticamente imposible evitar que tu perro vea al menos, si no interactúa ocasionalmente, aquello que más teme.
Parece desalentador, lo sé, pero es posible ayudar a tu perro a sentirse más confiado y menos temeroso cuando está cerca de otros perros. Como adiestradora profesional de perros, te traigo unos cuantos consejos para ayudar a un perro que tiene miedo a los perros.
¿Cómo sé si mi perro tiene miedo a otros perros?
A veces puede ser difícil identificar el miedo, sobre todo si tu perro reacciona a la presencia de otros perros ladrando y abalanzándose. Los comportamientos que parecen «agresivos» suelen tener su origen en la respuesta de lucha o huida. Cuando tu perro lleva correa, por ejemplo, no puede huir de un perro que se le acerca. Cuando la «huida» no es una opción, el siguiente paso es la «lucha».
Estos comportamientos pueden significar que tu peludo tiene miedo de otros perros.
- Tu perro ladra, se abalanza y/o muerde a otros perros
- Tu perro bosteza o se lame los labios de forma exagerada cuando se acercan otros perros
- Tu perro intenta alejarse de los perros que se acercan
- Tu perro se esconde cuando hay otro perro presente
- Tu perro tiembla o lloriquea cuando está cerca de otros perros
- Tu perro se niega a recibir premios o a jugar con otros perros cerca
¿Qué debo evitar si mi perro tiene miedo a otros perros?
Si sospechas que tu perro tiene miedo de otros perros, el primer paso es evitar que tenga experiencias negativas que puedan aumentar el miedo que ya tiene. Recuerda que los perros son animales e incluso el cachorro mejor adiestrado del mundo tiene momentos imprevisibles. Para evitar sorpresas desagradables, sigue estas reglas desde el principio.
- No lleves a tu perro a un parque para perros o a un espacio muy concurrido sin correa.
- Proporciona a tu perro una zona de seguridad en los paseos. Cruza la calle, espera en lo alto de una entrada mientras pasa otro perro o pon de por medio un coche aparcado entre tu perro y el que se aproxima pisando (¡con cuidado!) la calzada.
- Nunca grites a tu perro ni le obligues a relacionarse con otros perros. En su lugar, tranquilízalo.
- Defiende las necesidades de tu perro. Si alguien pregunta si su perro puede saludarle, dile amablemente que no y sigue adelante.
¿Tranquilizar a mi perro refuerza su comportamiento temeroso?
Respuesta corta: no. Reconfortar a tu perro con palabras amables y afecto no refuerza el miedo del mismo modo que los elogios o las recompensas refuerzan otros comportamientos, como venir cuando se le llama. El miedo no es una respuesta nacida de la lógica. Premiar un comportamiento solo lo refuerza si el perro actúa de manera consciente, no si su cuerpo responde a una amenaza.
Piénsalo desde el punto de vista humano. ¿Es lógico que algunos de nosotros tengamos miedo a las arañas cuando la mayoría de ellas son totalmente inofensivas? ¿O que algunos tengamos miedo a volar cuando es mucho más seguro que conducir? No. El miedo proviene de una emoción muy arraigada, no de la lógica.
Si tu amigo que tiene miedo a volar está a tu lado en un vuelo, ¿qué es más probable que le haga sentirse mejor: gritarle y decirle que está haciendo el ridículo o tranquilizarle con historias divertidas y mucho chocolate y vino? Si optas por la amabilidad y la comprensión, es muy probable que en el siguiente vuelo recuerde la experiencia positiva que tuvo contigo. Sigue así y, con el tiempo, es más probable que el miedo a volar de tu amigo disminuya.
El mismo principio se aplica a la hora de tranquilizar a un perro miedoso.
¿Cómo puedo ayudar a mi perro a superar su miedo a otros perros?
Como el miedo es una respuesta emocional muy arraigada, ayudar a tu perro a superarlo puede ser complicado. No hay un camino claro y simple para liberarse del miedo y cada perro avanzará a un ritmo diferente.
La insensibilización y el contracondicionamiento son las mejores opciones que tenemos para ayudar a un perro a superar su miedo. En pocas palabras, así es como funciona:
- Identifica el límite de tu perro. ¿Hasta qué distancia puede acercarse tu perro a otro perro desconocido antes de que empiece a mostrar signos evidentes de miedo (véase la lista anterior)? Esa distancia puede ser de 30 metros o de 1 metro. Sea lo que sea, haz todo lo posible por no impedir que tu perro se acerque más de eso al principio del adiestramiento.
- Cambia la opinión de tu perro sobre otros perros. Ahora mismo, los otros perros provocan una respuesta emocional negativa en tu peludo. Queremos cambiarla por una positiva. Para ello, haz que tu perro piense que la aparición de otro perro a una distancia segura predice que va a ocurrir algo maravilloso. Si aparece un perro, te conviertes en un dispensador de chuches andante. Dáselas rápidamente de una en una hasta que el otro perro esté fuera del campo de visión de tu perro.
- Utiliza los premios de mayor valor que puedas. Las viejas y aburridas croquetas o las chuches envasadas no te llevarán muy lejos en este tipo de adiestramiento. Escoge algunos alimentos especiales por los que tu perro se vuelva loco y permítele comerlos solo cuando estés trabajando en la insensibilización-contracondicionamiento. Las cosas que tienen un olor más fuerte suelen funcionar mejor (salchichas, hígado, etc.) y la comida de bebé con sabor a carne siempre es un acierto.
- Practicar, practicar, practicar. Aprovecha todas las oportunidades que puedas para practicar tu insensibilización-contracondicionamiento. Siempre que lleves contigo las chuches adecuadas, puedes trabajar en ello mientras paseas (asegúrate de que te mantienes por debajo del límite de distancia), sentado en un parque o incluso mientras pasas el rato en la acera de tu casa o en el jardín delantero.
- Reduce la distancia entre tu perro y otros perros. Una vez que tu perro sea capaz de ver pasar tranquilamente a otro perro en su límite inicial, disminuye la zona de seguridad. Si empezaste a una distancia de 30 metros, prueba con 20 o 15 metros. Si empezaste a 1,5 metros, prueba con 1 metro. A partir de tu nueva distancia, trabaja para cambiar la opinión de tu perro con tu método de dispensador de chuches humano cuando otro perro esté presente. Sigue disminuyendo la distancia límite con el tiempo, dejando que tu perro te diga cuándo está preparado para progresar. Si puede ver tranquilamente a un perro pasar sin mostrar signos de miedo, probablemente esté preparado para avanzar un poco más.
¿Podrá mi perro jugar con perros desconocidos en algún momento?
Los humanos parecemos tener la firme convicción de que los perros deben jugar con otros perros. Pero, en realidad, lo que tu perro probablemente quiere más que nada en la vida es estar cerca de ti y de tu familia. Para muchos perros, jugar con otros de su especie no es para nada interesante.
Incluso los perros que consiguen superar su miedo a otros perros no suelen querer ir al parque o a la guardería para perros, y eso está bien. No deberías creer que un perro que no quiere relacionarse con otros perros está viviendo una vida insatisfecha. Eso no quiere decir que tu perro no tenga nunca amigos de su especie, pero lo más probable es que siga siendo selectivo a la hora de elegir con quién quiere relacionarse.
Los humanos también somos exigentes sobre con quién pasamos nuestro tiempo. Tu objetivo debe ser que tu perro se mueva por el mundo con confianza y sin miedo, no que sea una mariposa social.