Recientemente, dos psicólogas llevaron a cabo un estudio sobre el comportamiento de los perros y descubrieron que, sin lugar a dudas, se ponen celosos. Ya sean celos como los que experimentamos los humanos o la consecuencia de un comportamiento canino profundamente arraigado, como la protección de su territorio, los perros sienten envidia.
¿Cómo puedes saber si tienes un perro celoso? Algunos de estos comportamientos podrían resultarte familiares:
● Saludas a un familiar con un gran abrazo y oyes un lloriqueo revelador con el que tu perro insinúa que también quiere una muestra de afecto.
● Cuando sostienes a tu peque en el regazo y comienza a ladrar si otro perro o miembro de la familia pasa a vuestro lado.
● Cuando le proporcionas atención a otro de tus perretes y tu perro celoso le da un empujón para que se aparte.
¿Te resulta familiar? Si tu mejor amigo peludo sufre celos y deseas saber cómo prevenirlos y tratarlos, tenemos consejos y trucos estupendos para ti que te ayudarán a encontrar equilibrio en tu dinámica familiar.
«Tu atención, tu voz y tu tacto son muy apreciados, y es natural que un perro posesivo los quiera todos para sí mismo» – Leslie Nelson.
FLICKR/STATEFARM
Por qué se ponen celosos los perros
Los perros quieren su llamar tu atención, comida, juegos y mucho más: es algo natural. Pero cuando los perros empiezan a ponerse celosos y a llamar la atención de forma más agresiva, es conveniente que pienses qué cambios ha habido en su vida.
En la mayoría de los casos, los perros sienten celos debido a los siguientes cambios:
● Un nuevo horario
● Una nueva vivienda y barrio
● Un nuevo cuidador
● Nuevas mascotas en casa
● Nuevas personas que viven en casa
● Un nuevo bebé o niño
Cómo ayudar a tu perro celoso
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Entrenamientos frecuentes
Si no has trabajado la obediencia desde que tu perro era un cachorro, puede ser un buen momento para coger tu bolsa de chuches y planificar algunas sesiones de entrenamiento de 20 minutos.
Si refuerzas comportamientos como el comando “déjalo” y “vete a tu cama”, contribuirás a establecer tu liderazgo y a pulir las habilidades que necesitas para gestionar situaciones de celos.
Elimina la “recompensa” (una pista: ¡puedes ser tú!)
¿Has estado recompensando a tu perro, brindándole atención de forma involuntaria cuando se pone celoso? Al igual que sucede con los niños, la emoción de la atención negativa puede volverse gratificante para tu perro.
Decide qué comportamientos celosos debes ignorar y cuándo será mejor simplemente marcharte de la habitación.
Incorpora el objeto que genera los celos en tu práctica de adiestramiento habitual
Si un nuevo miembro de la familia ha alterado el equilibrio de tu casa, invita a esta persona a vuestros paseos y a la hora de jugar con tu mascota y asegúrate de que esté presente cuando le sirvas la comida a tu perrete.
Recuerda la norma “nada de almuerzos gratis” y asegúrate de que cada chuche, caricia y comida sea la recompensa de un comportamiento tranquilo y obediente. En poco tiempo, el nuevo integrante de tu vivienda se convertirá en un miembro más de vuestra pandilla.
Celos entre perros
Acostúmbrate a ofrecerle chuches a tus perretes cuando estén juntos, sentados de forma educada o en sus camas. Se trata de un estupendo dos por uno: asociar al perro nuevo con cosas buenas y repasar las habilidades de obediencia.
Además, recomendamos llevar a los dos perros juntos de paseo todos los días. No hay nada mejor que incentivar la mentalidad de manada estando al aire libre y haciendo pis en todos los árboles que encuentren. Experimenta con diferentes trucos y chuches. Cuando termine el paseo, los perros comprenderán que cumplir las normas con tranquilidad es un comportamiento que beneficia a todos.
Cuando los perros sienten celos de los bebés
Un buen experimento de desensibilización consiste en permitir que el perro huela un objeto o una prenda de ropa del bebé del que siente envidia y, si huele aquel objeto y permanece en calma, dale unas chuches bien merecidas. Esto no resolverá completamente el problema, pero es un buen punto de partida.
Nunca dejes a un perro desatendido cerca de un bebé o de un niño pequeño. En su lugar, sujeta a tu perro con una correa y un collar plano. De esta forma puedes controlar al perro fácilmente y todos podrán sentirse tranquilos y relajados mientras interactúan.
Comportamiento territorial en perros
Es normal que los perros protejan los objetos que son importantes para ellos, como sus juguetes, algún peluche, unas chuches deliciosas o su persona favorita. El problema surge cuando este instinto se convierte en un comportamiento agresivo.
Adiestrar a un perro territorial implica eliminar factores desencadenantes cuando sea posible; por ejemplo, no llevar juguetes al parque para perros. También es importante establecer que tú eres la persona responsable de darle “las cosas que más le gustan” y que solo lo harás cuando obtengas el comportamiento deseado. Por ejemplo, enseña a tu perro a obedecer al comando “siéntate” antes de recompensarlo y ponerle la correa para dar un paseo, o usa el comando “abajo” durante algunos minutos antes de que comience a comer su comida.
Cuida de ti y de tu perro
Si tienes la impresión de que tu perro tiene un comportamiento preocupante, es posible que sientas que la situación te sobrepasa. Recuerda que hay más gente a la que le ocurre lo mismo y que no eres la primera ni la única persona que se enfrenta a un problema de adiestramiento. ¡Respira profundamente!
1. Divide y vencerás. Si te enfrentas a muchos problemas al mismo tiempo, o si los celos de tu perro están ocasionando malos comportamientos secundarios, es totalmente aceptable centrarse en uno por vez.
2. Sé profesional. Recuerda las tres reglas de oro al tratar con perros: ejercicio, contención y gestión de recursos. La mayoría de los problemas habituales de los perros se pueden mitigar con ejercicio diario, separándolos con corralitos o puertas para bebés cuando sea necesario y asegurándote de que los humanos de tu hogar siempre estén a cargo de recursos de alto valor.
3. Mantén la calma y sigue adelante. Si simplemente decides compartir tu vida con un perro “perfectamente imperfecto”, reducirás tu ansiedad y tu estrés, lo que a su vez reducirá la ansiedad y el estrés de tu perro. Es posible que los perros no entiendan todas nuestras palabras, pero son expertos en tonos y expresiones faciales.
Busca ayuda
1. No tengas miedo de llamar a un especialista en comportamiento o contratar a un adiestrador si los celos caninos son un problema constante en tu casa.
2. Concédele a tu perro algo de tiempo de calidad individual con un cuidador de perros de confianza cuando no puedas estar presente. Esto puede ser un verdadero salvavidas durante los primeros días de nacimiento de un bebé o después de añadir a un nuevo perro a tu familia.
3. Salir a dar paseos con otro perro es una buena actividad social, pero en ocasiones tu perro celoso necesitará algo de espacio. Reserva un paseador solo para tu perro para regalarle un poco de atención individual.
Aunque pidas ayuda de vez en cuando, tu relación con tu perro no se resentirá. De hecho, reconocer que tú y tu perro necesitáis ayuda te hace más fuerte y consciente. ¡Ánimos!