- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Es un clásico cliché navideño: el dueño trae el árbol a casa, lo decora y da un paso atrás para admirar su obra de arte solo para ver cómo el gato de la familia lo derriba, tira al suelo rápidamente las brillantes bolas decorativas y/o se enreda irremediablemente con el cable de las luces. Este año, no os preparéis para el desastre (ni tú ni tu gato): descubre los siguientes 11 trucos para poner un árbol de Navidad a prueba de gatos.
Peligros potenciales del árbol de Navidad para los gatos
Aunque no hace falta que te vuelvas loco/a preocupándote por los peligros de los árboles de Navidad, hay algunos peligros navideños que pueden perjudicar a tu felino favorito. Ten en cuenta los siguientes peligros:
- Espumillón y adornos: esta decoración navideña supone un riesgo de asfixia y peligro de ingestión para los mordedores habituales.
- Las luces eléctricas suponen un peligro al masticarlas, como un riesgo de electrocución y quemaduras.
- Adornos rotos, cristales y colgadores metálicos afilados que pueden herir a tu gato.
- Los escaladores más enérgicos pueden derribar el árbol, haciéndose daño (¡y a tu árbol!) en el proceso.
- Algunos gatos pueden confundir la base del árbol con un arenero.
¿Cómo puedes proteger a tu gato y a tu árbol de una “gatástrofe” navideña? Sigue leyendo para descubrir ingeniosos consejos que te ayudarán a poner el árbol de Navidad a prueba de gatos este año.
1. Procede lentamente
La mayoría de los gatos son reacios a aceptar cambios en su rutina o entorno. Y cuando un imponente pino repleto de brillantes adornos aparece inesperadamente en tu casa, bueno, digamos que es un GRAN cambio al que tu gato debe adaptarse.
Antes de colocar esa bolsa llena de adornos en tu árbol, PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) sugiere dejarlo sin adornos durante los primeros días. Deja que tu gato se familiarice con este nuevo objeto a su propio ritmo. Con suerte, se acostumbrará al árbol y lo ignorará por completo.
2. Asegúrate de que las cosas son seguras
Evita los colgadores metálicos afilados que se utilizan habitualmente para colgar los adornos: ¡pueden herir a los gatitos curiosos! En su lugar, sujeta los adornos a las ramas tan firmemente como puedas con alambre o cordel para evitar que tu gato los arranque de un zarpazo.
Asegúrate de que la base de tu árbol es lo suficientemente resistente como para mantenerlo en su sitio. Incluso puedes considerar la posibilidad de anclar el árbol a la pared, como recomienda la ASPCA (Sociedad Americana contra la Crueldad Animal), para minimizar el riesgo de que se caiga.
3. Cuelga los adornos en alto
Protege los adornos tradicionales colocándolos fuera del alcance de tu gato. Evita los adornos que cuelgan a poca altura y que pueden resultar demasiado tentadores para tu curioso felino. En su lugar, intenta colgar algunas campanas alrededor de las ramas inferiores para que sirvan de sistema de advertencia. Si oyes tintinear las campanas, puede que tengas que intervenir.
Y ya que hablamos de la decoración del árbol, un consejo: evita el espumillón. Si se ingiere, puede causar un trágico daño intestinal. ¡No vale la pena!
4. Ten cuidado con las luces
Evita que tu felino muerda los cables enrollando las tiras de luces cerca del centro del árbol. También puedes utilizar un protector de cable para evitar que tu gato roa el cable.
Desenchufa siempre las luces cuando no estés.
5. Aprovecha el poder de la distracción
Mantén a tu gato ocupado con alternativas lúdicas (y menos destructivas). Prepara una zona de la casa con nuevos juguetes interactivos para gatos, comederos interactivos y rascadores para que tu gato se interese por algo que no sean los brillantes adornos del árbol.
6. Restringe el acceso
Si puedes, mantén a tu gato fuera de la habitación donde esté el árbol siempre que estés fuera de casa.
7. Zona libre de hierba gatera
Es genial que hayas envuelto unos lindos juguetes con hierba gatera para la mañana de Navidad. ¿Pero dejarlos bajo el árbol durante varios días? Eso no es tan buena idea. Aparta los paquetes tentadores y guárdalos hasta que estés a punto de abrirlos (¡con tu gato, por supuesto!)
8. Apuesta por lo artificial
Desde luego, los árboles de verdad tienen su encanto. También son increíblemente engorrosos. Las agujas de pino que se caen pueden clavarse en las patas y suponen un grave riesgo para los mordedores curiosos. Un árbol artificial eliminará este peligro.
Una segunda consideración: consigue un árbol pequeño. Si, a pesar de todos tus esfuerzos, se produce un desafortunado incidente, un árbol más pequeño causará menos daños que uno grande.
9. Cubre la base
Si utilizas un árbol de verdad, cubre la base llena de agua con un faldón o una manta para que tu gato no se la beba. Esta agua puede albergar bacterias dañinas o fertilizantes, que pueden hacer que tu gato enferme.
10. Coloca el árbol en un rincón
Mantén el árbol alejado de cualquier mueble que tu gato pueda utilizar para saltar a las ramas. En su lugar, elige una esquina para dificultarle la escalada.
11. Utiliza elementos disuasorios
¿Sabías que los gatos odian el olor de los cítricos? Utiliza esta aversión en tu favor y coloca unas cuantas cáscaras de naranja alrededor de la base del árbol. También puedes rociar varias piñas con vinagre de sidra de manzana para ahuyentar a los gatos traviesos o utilizar un spray antirasguños/disuasor de gatos.
Envolver el tronco del árbol con papel de aluminio puede servir para el mismo propósito: los gatos odian el tacto del papel de aluminio, por lo que es probable que dejen en paz a un árbol cubierto de papel de aluminio.
Conclusiones
No hay razón alguna por la que los amantes de los gatos se tengan que perder la emoción de decorar un árbol de Navidad. Algunos pequeños ajustes en tu rutina de decoración pueden marcar la diferencia entre unas navidades desastrosas y unas inolvidables. Una vez que aprendas a poner el árbol de Navidad a prueba de gatos, te resultará muy fácil contagiarte del espíritu navideño.