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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Los diferentes tipos de perros tienen variedades de pelaje y necesidades de peluquería canina muy distintas. Sin embargo, si algo tienen en común es que a la mayoría de los perros les viene bien el cepillado. Pero cómo cepillar a un perro, con qué frecuencia y con qué herramientas varía mucho de unos a otros.
Les pedimos a un par de expertas, Sarah Cazares y Jules Cloud, peluqueras caninas certificadas por Fear Free, que nos hablaran sobre los conceptos básicos del cepillado de un perro, incluido por qué es importante, cómo cepillar al perro y qué requieren los distintos pelajes, desde el pelo largo al doble manto, el pelo rizado y otros.
¿Con qué frecuencia debes cepillar a tu perro?
Las dos peluqueras caninas coinciden en que el cepillado es importante para todos los tipos de pelaje. «El cepillado no solo ayuda a prevenir enredos y a eliminar el pelo muerto, sino que también masajea la piel y extiende sus aceites naturales saludables. Este aceite, llamado sebo, es muy importante para prevenir el pelo seco, la piel deshidratada, inflamación, problemas bacterianos e incluso plagas», explica Cazares. «También puede ser un modo valioso de estimular el apego de tu perro».
iStock/Francisco Martins
Tipo de pelaje | Frecuencia |
Pelo liso | Semanalmente, según sea necesario, y más a menudo durante las épocas de muda |
Pelo corto | Semanalmente, según sea necesario, y más a menudo durante las épocas de muda |
Doble capa | Dos o tres veces por semana, según la longitud del pelo, y más a menudo durante las épocas de muda |
Sin muda | De semanal a diariamente, dependiendo de la longitud del pelo |
Pelo duro | Retirada manual del pelo muerto con una periodicidad en función de la raza, además de cepillado semanal |
Pelo liso (tipo Vizsla): los perros de pelo liso no necesitan cepillarse mucho, pero hacerlo una vez a la semana ayuda a redistribuir los aceites. Es posible que necesiten un cepillado más frecuente en épocas de muda. «Si ves que tu perro tiene mucha caspa o que se le forman mechones, tal vez debas cepillarlo con mayor frecuencia», explica Cloud.
Pelo corto (tipo Jack Russell Terrier): los perros de pelo corto pueden soltar mucho pelo, pero normalmente no hay que preocuparse por los enredos. Un perro con un solo manto de pelo corto suele tener suficiente con un cepillado semanal para mantener la salud de la piel y el pelaje, incrementándolo un poco en época de muda. «Un cepillo rascador de goma es una excelente opción no abrasiva para este tipo de pelaje», aconseja Cloud.
Si tu perro de pelo corto tiene doble manto, como un Shiba Inu, considera la posibilidad de aumentar la frecuencia a dos o tres veces por semana, y cepíllalo a diario en época de muda.
Doble manto (tipo Labrador Retriever y Golden Retriever): los perros de doble manto tienen dos capas de pelo: una capa de subpelo gruesa y otra capa superior más larga. Para mantener sanas ambas capas, cepilla a un perro de doble manto dos veces por semana, y con mayor frecuencia en época de muda. Los perros con doble manto más largo pueden necesitar un cepillado más frecuente para evitar enredos.
Pelajes sin muda (caniches de pelaje liso, ondulado o rizado): la frecuencia con la que debe cepillarse un pelaje que no cae depende de su longitud. «Como a estos perros se les suele recortar el pelo cada cuatro o seis semanas, la frecuencia de cepillado aumenta a medida que el pelo crece», explica Cloud. «Un pelaje que se deja a 2,5 cm en todo el cuerpo requerirá cepillar y peinar a diario. Sin embargo, un perro al que se le pasa una cuchilla de 3 mm cada 6 semanas puede no tener suficiente pelo para cepillarlo entre un corte y el siguiente. La longitud del pelo, la calidad del manto y el nivel de actividad son los factores que determinarán cuánto cepillado es necesario».
Pelo duro: los perros de pelo duro suelen necesitar un cepillado semanal, pero también requieren un mantenimiento menos frecuente, que consiste en retirar manualmente el pelo muerto. Para ello, se recorre metódicamente el pelo del perro con las manos para eliminar la capa más áspera a fin de que pueda crecer nuevo pelo suave. Así se mantiene la calidad del pelaje grueso y duro.
La frecuencia con la que hay que retirar el pelo muerto a mano depende de la raza del perro y puede oscilar entre una vez a la semana y una vez cada seis meses. El objetivo es evitar que se acumule pelo en exceso, ya que eso puede provocar que el proceso de retirada resulte doloroso. Tu veterinario o peluquero puede ayudarte a determinar el mejor programa para tu cachorro.
iStock/PavelRodimov
Cómo cepillar a un perro
Independientemente del tipo de pelaje, cepilla siempre en la dirección del crecimiento del pelo, de abajo arriba, explica Cazares. Eso significa empezar por las patas e ir subiendo hacia la cabeza. «Cepillar de arriba abajo puede amontonar nudos y complicar el cepillado. También puede provocar mayor dolor o incomodidad, al cepillar muchos nudos a la vez en lugar de uno por uno».
Asegúrate de que el cepillo llegue hasta la piel, pero evita ejercer demasiada presión para no causar irritación.
En razas de pelo largo, practica el cepillado por líneas, es decir, ve separando el pelo del perro para cepillar primero los enredos de las secciones inferiores, normalmente con un cepillo de púas o un peine. A continuación, puedes añadir más capas. Un buen spray desenredante apto para perros te ayudará a solucionar los puntos difíciles.
Qué cepillos utilizar
Los mejores cepillos para perros en cuanto a necesidades de peluquería son los peines rascadores de goma. Cazares explica: «Son fantásticos tanto para perros de pelo corto o medio como para gatos. El material de goma hace que sean amables con la piel, a la vez que se adhieren a los pelos sueltos. Como ventaja añadida, van muy bien en el baño para aplicar el champú y el acondicionador sobre la piel y el pelaje». Sin embargo, no todos los peines rascadores son iguales. Cazares sugiere probar varios tipos para elegir el que mejor se adecue y reservar el menos idóneo para el baño.
En perros de doble manto y de pelo largo, puedes combinar el peine rascador con un cepillo con cuchilla para la muda o un rastrillo para el subpelo a la hora de dar los toques finales. Pero ve con cuidado, ya que las cuchillas para la muda pueden dañar la piel y el pelo si se usan en exceso.
Tipo de pelaje | Mejores herramientas |
Liso | Cepillo rascador de goma |
Corto | Cepillo rascador de goma + peine |
Doble capa | Cepillo rascador de goma + rastrillo para subpelo + peine |
Sin muda | Cepillo |
Duro | Retirada de pelo a mano + cepillo |
Cómo cepillar a un cachorro
Como el pelaje de los cachorros es más suave y esponjoso que el de los perros adultos, cepillar a un cachorro consiste sobre todo en acostumbrarlo al cepillado. También puede ser un ejercicio para crear apego y parte del adiestramiento para la manipulación corporal.
Para cepillar a un cachorro, nuestras expertas recomiendan:
- Empezar pronto
- Trabajar con el cachorro solo cuando se muestre dispuesto a cooperar
- Recompensarle a menudo
- Practicar con distintos objetos
- Hacer sesiones cortas: de cinco minutos o menos
- Practicar varias veces a la semana
- Evitar que el cepillo se convierta en un mordedor
iStock/olgamarc
Para acostumbrar a los cachorros al cepillado, tanto Cazares como Cloud recomiendan empezar lo antes posible. «Hay que iniciar a los cachorros en el cepillado en un espacio en el que puedan optar por abandonar el proceso», explica Cloud. «Nunca hay que obligar a ningún perro, y menos a un cachorro, a dejarse cepillar».
Para acostumbrar a un cachorro al cepillado, Cloud recomienda comenzar en una alfombrilla específica, que se destinará a las labores de peluquería canina. «Si el perro está en la alfombrilla, está receptivo y podemos trabajar en su pelo, pero si se marcha de la alfombrilla, dejamos de cepillarlo. Para favorecer la duración del proceso y las conductas de calma, comodidad y cooperación, ¡asocia el hecho de estar en la alfombrilla con golosinas deliciosas como recompensa! Después, puedes desarrollar la aceptación de objetos alrededor del perro y sobre él».
Cloud recomienda el juego de la mesa de centro, que consiste básicamente en tomar distintos objetos de la mesa mientras el cachorro está en la alfombrilla e ir enseñándoselos uno por uno. Puede tratarse de cualquier cosa, desde un libro hasta un mando a distancia. «El cachorro debe poder olfatear el objeto y luego recibir una recompensa comestible». A continuación, puedes «cepillarlo» ligeramente pasándole los objetos por el cuerpo. «Cuando el perro desarrolle la capacidad de no preocuparse por objetos aleatorios que le rozan el cuerpo, será muy fácil presentarle el cepillo». Recomiendo en gran medida el pódcast Creating Great Grooming Dogs (en inglés) para obtener más información sobre el juego de la mesa de centro».
Cazares empieza a introducir el cepillo del cachorro a una edad temprana. «Aunque solo se trate de olisquear el cepillo o de dejarse tocar las patas, agradéceselo. Lo más difícil es asegurarse de que el cachorro no utilice el cepillo como mordedor, ya que eso puede dificultar el cepillado en el futuro. Elige un momento después de que tu cachorro haya hecho ejercicio, pero en el que no esté tan cansado que no pueda centrarse en aprender a dejarse cepillar».
Haz sesiones cortas, de cinco minutos o menos, varias veces a la semana. «¡Un poquito cada día da para mucho! Un poco de atención cooperativa y adiestramiento para la manipulación serán también importantes para conseguir que tu cachorro tolere el cepillado en su cuerpecillo esponjoso».
Cómo cepillar a un perro asustado o ansioso
El cepillado es uno de los aspectos fundamentales de la manipulación corporal. Si tu cachorro no tolera una sesión de peluquería canina, empieza por el principio y sigue el proceso que utilizarías para habituar a un cachorro al cepillo. Eso significa utilizar una alfombrilla, trabajar para conseguir atención cooperativa y desensibilizar al perro con golosinas cuando una serie de objetos le rozan la piel y el pelo.
Si aun así no funciona, Cloud y Cazares recomiendan consultar a un adiestrador con certificación KPA-CTP o CPDT-KA para desarrollar un plan especializado acorde a los temores de tu perro.
Si, por lo demás, a tu perro le gusta la manipulación corporal y el cepillado es una excepción, es buena idea visitar al veterinario. Puede ayudarte a descartar afecciones cutáneas o médicas que tal vez provoquen que las sesiones de peluquería canina le resulten incómodas a tu cachorro.