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- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Uno de los primeros comportamientos que debes corregir a un nuevo cachorro es a dejar de morder. Está el consejo fácil: redirigir la boca de tu cachorro hacia un juguete o un mordedor apropiado. La redirección es especialmente útil durante la fase de dentición del cachorro.
«Experimenta con diferentes texturas, blandas o duras, incluso colocar algunos de los objetos en el congelador puede proporcionar un alivio refrescante a un cachorro al que le están saliendo los dientes. Cuantos más desahogos apropiados tenga tu mascota, menos motivada estará para buscar desahogos inapropiados», dice Sara Richter, CDBC (consultora certificada en comportamiento canino) de la Asociación Internacional de Consultores de Comportamiento Animal.
Richter dice que si un cachorro se deja reconducir fácilmente, no hay mucho motivo de preocupación. Entrenar comportamientos alternativos fuertes para cuando tu perro se vuelve demasiado mordedor puede ser a veces una solución en sí misma. Y, por suerte, la mayoría de los cachorros son bastante «adiestrables» en lo que respecta a los mordiscos. ¿Pero qué pasa si la redirección no funciona?
A continuación veremos varias técnicas de adiestramiento para enseñar la redirección, la inhibición de la mordida y el control de los impulsos en diferentes escenarios. Practícalos a lo largo de la semana y verás cómo tu cachorro se vuelve poco a poco más dócil. También te daremos consejos sobre cuándo recurrir a un adiestrador profesional.
Redirige a tu cachorro para que deje de morder cuando juega
En los mordiscos por excitación, tu perro está expresando excitación, diversión o incertidumbre, no agresividad. Por eso es importante no castigar a tu cachorro si se produce un mordisco de forma accidental.
«El juego debe ser orgánico y divertido, un entorno seguro para la exploración sin las presiones de una estructura muy fortificada«, dice Richter. Por tanto, presta atención a la manera de jugar de tu cachorro.
«Si le gusta el juego más interactivo, como el tira y afloja o las persecuciones, empieza con un juguete largo. Una flirt pole (especie de vara con señuelo) te permite mantener tus dedos lejos de los dientes de tu mascota. Con el tiempo, a medida que perfecciona la capacidad de agarrar el juguete de forma fiable, puedes empezar a utilizar juguetes más cortos«.
1. Si tu cachorro tiene problemas con los mordiscos cuando juega, prueba lo siguiente:
- suelta el juguete y aléjate
- mantén los juguetes y los premios alejados del cuerpo (por ejemplo, lanza el juguete lejos de ti, como cuando juegas a buscarlo)
- sesiones de adiestramiento específicas o clases de adiestramiento para cachorros
- sesiones de socialización para cachorros en las que pueden jugar con otros perros
iStock/timnewman
2. Asegúrate de que a tu cachorro le gusta el juego
Redirigir a tu perro para que muerda un juguete o una chuche puede ser una buena forma de mantener tus extremidades a salvo de los mordiscos, pero también debes asegurarte de que a tu perro le gusta el juego. Forzar a tu perro a jugar a un juego que no quiere puede hacer que se frustre, dice Richter. «Utilizar la redirección solo será eficaz si guías al perro hacia una actividad en la que quiera participar«.
«Digamos que agitas un juguete de tira y afloja y tu mascota corre entusiasmada tras él. Cuando coge el juguete con la boca, dejas de moverlo de un lado a otro y empiezas a tirar de él hacia ti. En cuanto empiezas a tirar, tu mascota suelta inmediatamente el juguete y empieza a saltar y a morderte los brazos. El perro puede estar diciéndote que prefiere perseguir algo en movimiento en lugar de competir por la posesión«, narra Richter.
Las formas alternativas de jugar con un juguete pueden ser:
- lanzar un juguete para que tu perro lo persiga
- varios juguetes en un juego de persecución
- una flirt pole que mantenga a tu perro alejado de tu cuerpo
Tira chuches para redirigir la boca de tu cachorro
Otra cosa que puedes hacer es «ser un árbol». «Ser un árbol» es un ejercicio de adiestramiento en el que te quedas quieto en cuanto el cachorro empieza a morder. Cuando trabajes con tu perro, evita sacudir las extremidades, ya que eso puede hacer que sea más tentador jugar con ellas. En lugar de eso, prueba a dejarlas flojas.
Según Richter, esto evitará que aumentes la excitación del perro. Cuando tu perro se calme, podrás volver a moverte o reiniciar el juego. Si tu perro intenta volver a morderte, Richter recomienda lo siguiente:
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Dejar caer algunas chuches o comida al suelo para redirigir la atención de la boca de tu mascota hacia otra cosa.
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Mientras tu mascota se come la comida del suelo, aléjate con calma de ella y ponte detrás de una barrera, como una puerta o una verja para bebés.
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Vuelve con un objeto apropiado que el perro pueda mordisquear, como un mordedor natural, un juguete rompecabezas con comida, etc.
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Cuando vuelvas al juego, intenta jugar con un contacto protegido primero. Por ejemplo, con tu mascota en el salón detrás de una verja y tú en la cocina al otro lado de esa verja. Si tu mascota salta hacia ti, puedes retroceder fácilmente y estar protegido/a por la barrera que os separa. Interactúa a través o por encima de la puerta hasta que te sientas seguro/a y confiado/a de que tu mascota puede gestionar una mayor interacción.
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Para terminar un juego con tu mascota, dale otra cosa con la que pueda entretenerse de forma independiente, como un mordedor natural, un juguete rompecabezas con comida, etc., para que se aleje de la interacción.
También deberás tener cuidado con la elección de tu ropa. Evita cualquier cosa que cuelgue y apuesta por tejidos que puedan resistir los dientes y las garras de tu perro. En otras palabras, no es el momento de llevar tu atuendo favorito, ya que los perros pueden engancharse fácilmente a la ropa mientras juegan.
Enséñale a relajarse
Dejar de interactuar con tu perro cuando muerde ayuda a indicarle que este comportamiento significa «fin del juego». Cuando vuelvas a interactuar con tu perro, es conveniente esperar a que muestre un lenguaje corporal más tranquilo.
Si a tu perro le cuesta relajarse, Richter también recomienda probar el protocolo de relajación de la Dra. Karen Overall. Esta serie de tareas hace que tu perro se desensibilice poco a poco a tus movimientos y ruidos, enseñándole a relajarse a medida que tu lenguaje corporal se vuelve más intenso. «Ten en cuenta que la relajación, aunque es una habilidad beneficiosa, a menudo no es suficiente por sí sola para modificar comportamientos complejos», dice Richter.
iStock/MMarieB
Si a tu perro le resulta difícil pasar al modo de relajación, puedes probar con actividades de enriquecimiento que mantengan la boca del perro ocupada. Estas actividades pueden ser que tu perro se entretenga con juguetes que estimulan su mente o con alfombras olfativas, entre otras cosas. La estimulación mental también contribuye a cansar al perro, de modo que estará menos dispuesto a darte un mordisco.
¿Necesitas ideas? Richter recomienda: Canine Enrichment for the Real World: Making It a Part of Your Dog’s Daily Life por Allie Bender, CDBC y Emily Strong, CDBC.
Cómo evitar que el cachorro muerda
1. Asegúrate de que las necesidades de tu cachorro están satisfechas
Si ves que redirigir a tu perro, o dejar de jugar, no funciona, piensa si tu perro está tratando de comunicarte una necesidad. Algunos cachorros no saben ir más despacio y necesitan estar en un entorno que les resulte aburrido antes de darse cuenta de lo cansados que están. Tu cachorro puede necesitar un descanso para ir al baño o una siesta.
Descansar o cambiar de ambiente con un paseo rápido también puede ayudar a que el perro se reponga.
2. Refuerza la relajación y la calma
Sigue con el adiestramiento de relajación, incluso cuando tu perro no esté en estado de excitación. Esto puede aumentar el tiempo que tarda tu perro en pasar del modo de juego al de descanso. Es bueno fomentar los comportamientos tranquilos, y aquí tienes un vídeo muy útil sobre cómo reforzar la calma mediante señales verbales y situacionales.
«El primer paso de cualquier plan de adiestramiento o de modificación del comportamiento es definir claramente los objetivos», dice Richter. «¿Qué es la calma? ¿Es coger el juguete suave y lentamente en vez de demasiado rápido y enérgicamente? ¿Es mantener las cuatro patas en el suelo cuando cogemos el juguete? Desglosar lo que queremos conseguir en pasos claramente definidos nos permite identificar y estimular más fácilmente el comportamiento que queremos del perro».
Cuando tu perro haga algo bien, recompénsalo. Si está jugando con calma, no te alejes. ¡Este intercambio le ayuda a entender que no morder significa que pasan cosas buenas!
3. Utiliza el tiempo de descanso de forma inteligente
«Primero debemos preguntarnos por qué utilizamos un tiempo de descanso. ¿Necesitamos espacio alejados del perro o estamos intentando castigar un comportamiento que no nos gusta?», dice Richter. El tiempo de descanso debe utilizarse para prevenir y controlar al cachorro para que no pueda morder.
Cuando estés preparado/a, pon a tu cachorro con delicadeza detrás de una barrera, como un corral de juego para perros. Richter aconseja asegurarse de que este espacio tenga comida y agua, además de objetos adecuados, como mordedores y juguetes. Juega con tu cachorro dentro del corral y cuando muerda, sal inmediatamente. Esto enseña al cachorro que la consecuencia de morder es que tú te vayas, no que se le encierre.
Evita los gritos o las tácticas físicas
Los ruidos fuertes pueden asustar a tu cachorro, empeorando la situación, o hacer que tu perro piense que estás jugando en lugar de que quieres dejar de jugar.
Evita también el castigo físico. Estos métodos enseñan al perro a ocultar los comportamientos. Los comportamientos ocultos dificultan la lectura de las emociones de tu perro y pueden dar lugar a mordiscos inesperados o repentinos. Lo mejor es separarse con calma para que tú y tu mascota os toméis un respiro sin contribuir sin querer a que se produzcan los comportamientos de morder.
iStock/Gea Veenstra
Beneficios del adiestramiento de la inhibición de la mordida
«El adiestramiento y la modificación del comportamiento deben centrarse en el refuerzo positivo, premiando los comportamientos que nos gustan y evitando la práctica de los que no nos gustan hasta que se formen hábitos adecuados«, dice Richter. El adiestramiento temprano en la inhibición de la mordida puede frenar la probabilidad de morder durante la edad adulta y reducir el estrés tuyo y de tu perro. Si tu cachorro no acostumbra a morder, también es menos probable que utilice los dientes en el futuro.
Ten en cuenta que los cachorros utilizan la boca para conocer el mundo que les rodea, así que es natural que mordisqueen, sobre todo durante la dentición. Aproximadamente a los seis meses es la edad en la que tu perro debería empezar a usar menos la boca. Tendrá más seguridad y confiará más en sus ojos y su nariz para explorar el mundo que le rodea. Si después de los seis meses sigue usando la boca, puede ser el momento de recurrir a la ayuda de un profesional.
¿Por qué los cachorros muerden cuando se excitan?
La otra forma de evitar que un cachorro muerda es entender por qué lo hace. Los cachorros muerden por los siguientes motivos:
- Le están saliendo los dientes: si tu cachorro empieza a utilizar más la boca alrededor de los tres o cuatro meses, es probable que le estén saliendo los dientes. Los cachorros desarrollan 28 dientes de leche alrededor de las seis semanas. La dentición comienza a los tres meses y medio o cuatro hasta los seis o siete meses de edad, cuando les salen los dientes permanentes (42 en total). Los juguetes congelados para perros pueden ayudar a calmar el malestar de la dentición.
- Están sobreestimulados o frustrados: algunos perros pueden pasar fácilmente del mordisco por excitación al mordisco más fuerte si se sienten frustrados o sobreestimulados. Redirigirles a otro juguete o pedirles que se calmen puede ayudarles a desarrollar un mejor control de los impulsos.
- Tienen miedo: si sospechas que tu perro puede estar mordiendo por agresividad (o si la sobreestimulación suele llevar a un juego agresivo o a un comportamiento territorial, defensivo o relacionado con el miedo), no intentes hacer frente a su comportamiento sin la supervisión de un profesional.
«El hábito de morder por excitación suele desarrollarse cuando los cachorros se convierten en adolescentes; sin embargo, puede aparecer más tarde», dice Richter. Este tipo de mordisco puede ser intenso y causar arañazos, moratones u otras lesiones, pero no es lo mismo que la agresión. El mordisco por excitación se debe, en última instancia, a la falta de control de los impulsos. También será útil mejorar los fundamentos del adiestramiento de tu perro con señales como suelta, siéntate, quieto y túmbate. Al fin y al cabo, si tu perro se queda quieto, le costará mucho trabajo mordisquearte al mismo tiempo.
Cuándo acudir a un adiestrador profesional
Asegúrate de buscar un especialista en comportamiento o un adiestrador certificado que practique técnicas de refuerzo positivo. Las investigaciones demuestran que los métodos de adiestramiento aversivos y de dominación, como el rol de alfa, pueden empeorar el hábito de morder o ser potencialmente agresivos. Richter sugiere acudir a un adiestrador de perros acreditado y certificado, a un consultor de comportamiento o a un veterinario especializado en comportamiento, si los siguientes comportamientos empeoran:
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Mordisquear o morder hasta el punto de causar dolor
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No es capaz de redirigir su boca hacia un juguete o una chuche
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Retorno persistente a actividades inapropiadas
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Dificultad para volver a un estado de calma
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Intensificación del crecimiento de los dientes
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Destrucción o daños en el hogar
«Para obtener consejos sobre lo que hay que buscar y lo que hay que evitar al seguir los consejos de un profesional, consulta la «Position Statement on Humane Dog Training», redactada por la Sociedad Veterinaria Estadounidense de Comportamiento Animal (AVSAB)», aconseja Richter.
Enseñar a tu perro a dejar de morder de forma dolorosa no ocurrirá de la noche a la mañana. Como en todo adiestramiento canino, sobre todo cuando intentamos cambiar un hábito o un comportamiento innato, la clave es la constancia en el tiempo. Asegúrate de que todos los miembros de la casa están al corriente o tu perro podría aprender que hay casos en los que está bien morder.