Cuando era pequeña, solía tenerle miedo a las mascotas. Mi padre decidió que debía superar mis temores y adoptamos un cachorro. Al principio temblaba al verlo, pero poco a poco se fue robando mi corazón, tanto que estuvo presente en muchos de los momentos más importantes de mi vida. Con él me gradué del colegio, de la universidad, conocí a mi primer novio, celebré cumpleaños (míos y de él), viajé, comí, en fin, era un miembro más en mi familia. El año pasado me mudé por situaciones laborales y después de 16 años me informaron que mi perrito se había ido al cielo, ocasionando un vacío inmenso. Actualmente, no puedo adoptar una nueva mascota, pero quiero compartir en mi tiempo libre con perritos tan queridos por sus dueños como Tom lo era para mí. Desde entonces me encantan los perros. Siento preferencia por las razas pequeñas. Mi piso es amplio, con balcón, dos cuartos y una amplia sala y cocina. Tiene vista al mar y es muy iluminado todo el día. Soy médico y por eso no puedo comprar una mascota en este momento. Pero sí quiero compartir con perritos los días que tenga libre y no est´´e trabajando en el hospital. Suelo darle todo mi amor y cuidado a las mascotas, pasearlos el tiempo que sea necesario, siempre vigilando que no se hagan daño.