Me llamo Pablo, tengo 24 años y he tenido familia perruna desde que nací. En mi casa amamos a los perros, y mi propio abuelo era veterinario. Durante los últimos 12 años conviví con Brío, un cruce de yorkshire terrier que rescatamos de la perrera cuando yo era niño. Éramos como hermanos, y estuvimos juntos hasta que su vejez trajo consigo varias enfermedades complicadas. Cuidamos de él y con una vida sana de ejercicio y la medicación prolongamos su vida varios años más de lo que nadie esperaba, pero finalmente falleció hace poco más de un año. En algunas ocasiones varios amigos me han confiado sus perros mientras viajaban y he re-descubierto el placer de tener perros activos con los que salir a hacer ejercicio. Si bien las dimensiones del piso no son las ideales para más de un perro grande, ha sido el cómodo hogar de varios perros medianos y pequeños. Ser canguro canino me permite volver a disfrutar de mis caminatas por el paseo marítimo de Salou acompañado de amigos perrunos.