Al cuidar mascotas en casa de su dueño, primero me sumerjo en conocer a la mascota, comprendiendo sus gustos y necesidades. Me aseguro de seguir rigurosamente las indicaciones del dueño sobre alimentación, horarios y preferencias. Durante mi tiempo con la mascota, organizo paseos y actividades adaptadas a su energía y bienestar. La higiene es una prioridad, desde el aseo hasta cuidar detalles como el cuidado dental, todo según las pautas del dueño. En el hogar, creo un ambiente cómodo, proporcionando un espacio seguro y juguetes para su entretenimiento. Mantengo la vigilancia para garantizar que no haya peligros potenciales y que la mascota esté siempre segura. La comunicación con el dueño es clave; comparto actualizaciones regulares, fotos y detalles sobre el estado de la mascota. Ante cualquier emergencia, estoy preparado para seguir las indicaciones del dueño y contactar rápidamente al veterinario. No solo cumplo con las necesidades físicas, sino que también ofrezco amor y afecto, asegurándome de mantener una conexión emocional con la mascota. Llevo un registro detallado de las actividades diarias para informar al dueño de todo lo relevante. En resumen, mi enfoque se basa en proporcionar un cuidado integral y afectuoso, garantizando que la mascota se sienta amada y atendida durante la ausencia de su dueño.