Desde pequeña siempre estuve rodeada de todo tipo de animales, por eso el amor hacia ellos. Mi última mascota, que se llama Laika, la tengo hace 15 años y medio. Con ella aprendí lo que es tener un perro travieso (cuando era pequeña) y los cuidados que hay que tener con ellos. También, lo que es cuidarlos en las enfermedades: por más dificiles que estas sean siempre hay que sacar una fortaleza interior enorme para enfrentar esos momentos y cuidar al animalito de la mejor manera posible. Ahora, en su vejez, sé que debo tener otro tipo de cuidados con ella, que le gusta estar acompañada, que no tiene la misma resistencia que antes y que debo tenerle aun más paciencia que cuando era una cachorra. Entendí que los humanos, además de cubrir las necesidades básicas de los animales deben retribuir la lealtad de estos últimos con más amor y ofreciendo a la mascota todas las posibilidades para que tenga la mayor calidad de vida posible.