Cuando cuido a las mascotas en la casa de su dueño, me aseguro de seguir una rutina que se asemeje lo más posible a la que están acostumbrados. Esto incluye proporcionarles alimentación y agua según sus horarios habituales, así como también sacarlos a pasear en los momentos adecuados. Además, dedico tiempo a jugar y socializar con ellos para mantener su bienestar emocional. Si requieren medicación, la administro de manera cuidadosa y puntual. Mantengo un ambiente limpio y seguro, y estoy atento a cualquier señal de malestar o necesidad especial que puedan tener. Suelo bañarlos con su shampoo para mantenerse limpios. Mi objetivo es brindarles la misma atención y cuidado amoroso que recibirían de sus propios dueños.