Desafortunadamente, no cuento con un jardín ya que vivo en un piso, pero sí dispongo de un balcón espacioso para que, cuando estemos en casa, el animal pueda tomar el aire libre con absoluta seguridad. Además, para compensar la carencia de jardín, vivo en una zona céntrica con numerosos parques y espacios amplios llenos de naturaleza en las proximidades. De esta forma, puedo asegurar que mis paseos serán extensos y de calidad para que el animal libere la energía necesaria y haga sus necesidades tranquilo.