Mi amor a los perros surgió desde muy chico. El día que nos llevaron a clase de infantil perros abandonados para que los viéramos y estuviéramos con ellos ese día. Desde ese día, no faltó un día que no pidiera que adoptaramos un perro en casa. Años más tarde, 9 para ser exactos, en mi familia adoptamos a Shiva, un schnauzer de unos 6 meses de edad. Desde que tengo a Shiva intenté juntarla con perro de otras razas y edades para que no tuviera miedo a ninguna y vea que puede socializar con toda raza que tenga en medio llevándola a todo tipo de Pipicanes. Allí, como yo era un niño y me aburría, empecé a jugar yo con los perros que estaban allí, persiguiéndolos, haciendo que me persigan, tirando la pelota etc. Me da ha dado siempre igual que tipo de perro fuera y lo grande que fuese, desde yorkshires hasta mastín mezclado con san bernardo, pasando por huskys de 3 meses. Además, los cuidadores de dichos perros siempre me han tenido alta estima por la tranquilidad que se me veía con ellos siendo yo tan pequeño. A día de hoy, soy más grande, 19 años y con el mismo amor por los animales. Soy el único cuidador a su disposición ya que no tengo a nadie que me pueda sustituir pero gracias a mi tiempo libre y la flexibilidad en mis horarios eso no es ningún problema. Tengo una disponibilidad muy alta. Doy clases en un grado superior pero que graben las clases y pueda verlas siempre que tenga tiempo, hace que no tenga problema ninguno. Soy muy flexible en cuanto al tema del cuidado del perro en la casa de su respectivo dueño pero en mi casa, mi perro siempre está dentro y tiene total libertad, en cuanto a entrar habitaciones se refiere, pero no dejó que se suba a los sofás ni a las camas, menos a la mía en invierno ya que es muy friolera y busca el calor en la noche.