Tengo dos preciosos gatos y a cada uno le hablo de forma diferente y en idiomas diferentes. Siempre procuro llegar a que me comprendan y comprenderlos a ellos también. Tengo muy claro que por muy mal que se porten, nunca se debe dar pie a la violencia, hay otros métodos más educativos y eficaces de adiestramiento. Lo que más me gusta hacer con ellos es jugar, para que a la hora de estar enérgicos, puedan desahogarse conmigo y no se sientan solos. Entre esos juegos lo que me encanta es hacer que su cerebro funcione a nivel intelectual además de hacer cierto ejercicio físico. Por ejemplo, esconder un objeto preferido por ellos y que entiendan qué es lo que espero de ellos para poder encontrar dicho objeto.