Animalista empedernida desde que tengo memoria. Llevo cuidando animales de todo tipo, con familia, abandonado, enfermos, cachorros,... desde que tengo memoria prácticamente. Empatía por bandera y buenos cuidados, no trates a los demás como no te gustaría que te tratasen a ti o al os tuyos. Jamás he usado esta aplicación para darme a conocer (ya que en mi ciudad natal todos me conocen y contactan conmigo directamente para cuidar a sus animales). Max (mi compi peludo) y yo siempre estamos dispuestos a conocer nuevas amistades sin importar si nadan, corren o vuelan jejeje. Activista desde los 14 años en la Protectora de Animales "Cuatro Patas Jumilla", donde aprendo sobre especies domésticas. Y activista desde el mismo año en la Asociación Naturalista "STIPA", donde aprendo sobre especies salvajes. Además de haber estudiado gestión forestal y conservación del medio natural, y gestión de áreas marinas protegidas, también soy auxiliar técnico veterinario. A los animales que se hospedan conmigo me gusta llevarlos a la montaña para que se despejen y sientan aire fresco en sus orejitas, siempre con el permiso de sus familias, claro, así como darles chuches y hacerles fotografías. Con esto salimos ganando todos, ellos hacen actividad física lo cual hará que estén más tranquilos en casa y no se pongan nerviosos, y además ganamos confianza el uno sobre el otro. Los animalicos tienen el poder de enseñarnos lo esencial de la vida, sin hablar, sólo con sus buenas acciones y su mirada, debemos observarlos y empaparnos de su forma de verlo todo... ¡Es genial! PD.: A parte de perros y gatos, puedo cuidar cualquier otro animal: aves, reptiles, roedores... (me encantan) En mi rutina diaria encaja perfectamente cuidar a quien haga falta, estoy acostumbrada desde mi época en el instituto hasta las épocas de exámenes en la universidad o el trabajo. Ser voluntaria de una protectora de animales siempre ha requerido mucho tiempo, que siempre he intentado cuadrar sin problema con mis obligaciones. La base para cuidar a tus compis peludos es: respeto y comprensión. Aunque los animales no hablen como el ser humano, ¡se comunican! Y por ello hay que saber "escuchar" y estar ahí para que sus incertidumbres sean más llevaderas.