- No sustituye a consejo veterinario profesional.
El síndrome de Horner es un trastorno neurológico que puede afectar tanto a perros como a gatos. Provoca síntomas que afectan al ojo de un lado de la cara, junto con el oído y la nariz.
Esta enfermedad puede desarrollarse en gatos de cualquier raza, hasta la edad de 14 años. Alrededor del 40 % de los casos documentados de síndrome de Horner en gatos son idiopáticos, lo que significa que la causa sigue siendo desconocida. Se considera un síndrome, no una enfermedad, porque los síntomas no tienen una causa definida.
«En la mayoría de los casos, el síndrome de Horner en gatos no es doloroso y suele resolverse sin tratamiento», afirma el Dr. Alex Schechter, veterinario y fundador de Burwood Veterinary. Añade, sin embargo, que es crucial abordar cualquier problema de salud subyacente que pueda haber desencadenado la enfermedad. Tratar la causa subyacente puede ayudar a controlar los síntomas.
A continuación, conoce los detalles del síndrome de Horner en gatos, incluidos los signos clave, las posibles causas y cuándo recibir tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Horner?
Esta enfermedad afecta sobre todo al ojo del gato, que incluye la pupila, el párpado y el globo ocular.
Puedes observar los siguientes signos:
- Contracción de la pupila (miosis): el síntoma más comúnmente reconocido es la aparición de una pupila encogida o contraída. Esto ocurre porque el síndrome de Horner puede impedir que los músculos oculares se contraigan y dilaten como deberían.
- Ojo de cereza (protrusión del tercer párpado): la protrusión del tercer párpado significa que la membrana nictitante, o tercer párpado, se ha hecho más visible de lo habitual. Es el segundo signo clínico más frecuente del síndrome de Horner.
- Caída del párpado superior (ptosis): la ptosis hace que el ojo afectado parezca más estrecho que el otro. Esto puede ocurrir porque el síndrome de Horner puede impedir que los músculos controlen el párpado.
- Ojo hundido (enoftalmos): se refiere al hundimiento del globo ocular en la órbita. Puede parecer que tu gato entrecierra los ojos.
- Efectos vasculares: en algunos gatos, el síndrome de Horner puede ensanchar los vasos sanguíneos. Esto puede causar orejas rojas y calientes y un aumento del flujo sanguíneo en la nariz y el revestimiento del párpado.
¿Pueden estos síntomas tener otra causa?
Solo un veterinario puede determinar si tu gato padece el síndrome de Horner u otra enfermedad que afecte al ojo y cause síntomas similares.
Si tu veterinario descarta el síndrome de Horner, es posible que tu gato padezca una de las siguientes afecciones:
- Atrofia del iris
- Glaucoma
- Síndrome de Adie
- Síndrome del seno cavernoso
- Uveítis
- Endoftalmitis
- Panoftalmitis
- Queratitis ulcerativa
Causas del síndrome de Horner en gatos
Los daños en el sistema nervioso simpático pueden causar lesiones en el cerebro y la médula espinal y provocar el síndrome de Horner.
El sistema nervioso simpático es responsable de las funciones involuntarias asociadas a los instintos de «lucha o huida», como la dilatación de las pupilas, la sudoración y la regulación de la tensión arterial, explica el Dr. Schechter.
Tanto el sistema simpático como el parasimpático pueden afectar a la pupila, impidiendo que los músculos oculares se contraigan y dilaten.
Ejemplos de posibles desencadenantes del síndrome de Horner en gatos:
- Traumatismos: las lesiones en la columna vertebral, el cuello o la cabeza pueden provocar el síndrome de Horner. Este tipo de traumatismos afecta a los ojos, ya que las fibras nerviosas simpáticas controlan la función ocular. Los traumatismos pueden producirse por accidentes de coche, heridas por mordedura de otro animal o ciertas cirugías, como las cirugías torácicas y las osteotomías de la bulla. De hecho, las osteotomías de la bulla aumentan el riesgo de síndrome de Horner.
- Tumores: un tumor puede ser indicio de una enfermedad que afecta a las fibras nerviosas del cerebro, el tronco encefálico o la médula espinal.
- Coágulos sanguíneos: un coágulo de sangre anormal (infarto) en la médula espinal puede provocar una lesión que afecte a la función típica y cause el síndrome de Horner.
- Infección del oído medio: la inflamación del oído medio, por donde transitan algunos de los nervios de la cara, puede provocar síndrome de Horner. La inflamación e infección del oído que no se trata también puede provocar desequilibrio y sordera.
- Enfermedades oculares: Ciertas enfermedades oculares, como la queratitis, el glaucoma y la conjuntivitis, pueden causar síntomas asociados al síndrome de Horner.
¿Es necesario tratar el síndrome de Horner en los gatos?
Según el Dr. Schechter, el tratamiento del síndrome de Horner solo suele ser necesario si los síntomas son graves o si el veterinario detecta una enfermedad subyacente.
Aun así, si has observado signos de síndrome de Horner en tu gato, lo mejor es que empieces por pedir cita a tu veterinario. El Dr. Schechter subraya la importancia de obtener el diagnóstico correcto, ya que esta afección puede sugerir un problema subyacente que requiere tratamiento, entre otros:
- Una lesión o traumatismo ocular
- Un tumor
- Infección o inflamación
- Un problema autoinmune
«El enfoque terapéutico específico varía en función de la causa subyacente», explica. «Por ejemplo, los casos relacionados con lesiones oculares pueden requerir intervención quirúrgica, mientras que los casos inducidos por tumores pueden implicar la extirpación del tumor mediante cirugía».
El Dr. Schechter afirma que la enfermedad no suele afectar a la visión ni causar dolor. En algunos casos, puede causar problemas de visión, como visión doble o disminución de la visión periférica. No obstante, subraya que no es frecuente que los gatos con síndrome de Horner tengan problemas de visión.
Puedes hablar con tu veterinario sobre medicamentos tópicos, como gotas de fenilefrina, para dilatar la pupila afectada. Dicho esto, este tratamiento solo tiene beneficios cosméticos, por lo que es posible que el seguro de mascotas no lo cubra.
Pronóstico: ¿pueden recuperarse los gatos del síndrome de Horner?
Las posibilidades de recuperación de tu gato dependen de la causa subyacente.
Hasta un 25 % de los gatos tendrán síndrome de Horner de forma permanente si desarrollan la enfermedad tras una osteotomía de la bulla, mientras que los gatos que desarrollan síndrome de Horner tras una cirugía torácica suelen mejorar. El síndrome de Horner en gatos causado por una enfermedad infecciosa suele resolverse a medida que lo hace la enfermedad.
Algunos gatos experimentan una recuperación parcial de los síntomas como la caída del párpado y el ojo hundido, pero siguen teniendo la pupila encogida. Sin embargo, estos efectos siguen siendo principalmente estéticos y, por lo general, no afectarán a la calidad de vida de tu gato.
«Es natural preocuparse cuando se produce algo como el síndrome de Horner», dice el Dr. Schechter. «Debes saber que, en la mayoría de los casos, el síndrome de Horner en gatos no es una afección grave y suele resolverse por sí solo en pocas semanas».
Por supuesto, cada gato es único, ¡y tú eres quien mejor conoce al tuyo! Si notas síntomas graves o crees que tu gato podría tener un problema de salud subyacente, el Dr. Schechter afirma que lo mejor es buscar ayuda profesional.