- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Tanto si tu perro tiene una camada por primera vez como si acabas de adoptar un cachorro, te has embarcado en una nueva gran aventura. Hay mucho que descubrir sobre los cachorros y su desarrollo, ¡incluido cuándo empiezan a ladrar!
Al igual que los bebés no nacen hablando, los cachorros tampoco nacen ladrando. Los cachorros no empiezan a ladrar hasta las 7-8 semanas.
Según el Dr. Jamie Whittenburg, doctor en Medicina Veterinaria en el Kingsgate Animal Hospital, los cachorros recién nacidos son sordos, ciegos y en su mayoría silenciosos; sin embargo, pueden emitir pequeños sonidos de arrullo o gemidos. Estos sonidos alertan a la madre del sufrimiento o localización de sus cachorros. Después de 3-4 semanas, los sentidos de un cachorro se desarrollan rápidamente, sus ojos se abren, y comienzan a hacer sonidos más intencionales, tales como lloriqueos. A las ocho semanas, la mayoría de los cachorros han aprendido a ladrar y lo harán durante las sesiones de juego con sus compañeros de camada.
Si tu cachorro no ladra, no te preocupes. Algunos empezarán a ladrar un poco más tarde y otros no lo harán nunca. Es normal que tu cachorro crezca y nunca empiece a ladrar.
Analicemos los ladridos y qué hacer si tu cachorro no ladra.
5 razones por las que los cachorros empiezan a ladrar
Si tu cachorro ladra, ¡desearás que no lo haga! Aunque los ladridos nos resulten un poco molestos, son una herramienta importante para tu cachorro. Los cachorros pueden ladrar para comunicar muchas emociones, incluidas las siguientes.
- Ansiedad. Los perros pueden apegarse demasiado a sus dueños, y muchos pueden sufrir ansiedad por separación si no se les adiestra de manera adecuada. Un perro con ansiedad por separación que se queda solo sin su humano favorito puede ladrar todo el día o volverse destructivo. Es muy angustioso para tu perro, por lo que es esencial adiestrarlo para que esté tranquilo y relajado cuando tú no estés cerca.
- Excitación. ¿Te ladra tu perro nada más entrar por la puerta? ¿Menea la cola, ladra fuerte, salta y te babea todo el cuerpo? Este ladrido por excitación también puede producirse cuando se divierte en un parque canino o hace nuevos amigos cachorros.
- Aburrimiento. Si tu perro carece de estimulación física o mental, podría aumentar la probabilidad de que ladre a cualquier cosa y a todo lo que haya en su entorno. Ardillas, hojas que caen, carteros, lo que se te ocurra. Así que trata de mantener a tu perro adecuadamente ocupado para evitar que el aburrimiento canino se vaya de las manos.
- Miedo. ¿Tiene un perro miedoso? Los cachorros pueden empezar a ladrar por miedo ante personas desconocidas, otros cachorros, muebles, electrodomésticos o incluso objetos inanimados aparentemente absurdos, como bolsas de plástico. Esto puede ser más común en perros con falta de socialización. Por lo tanto, haz que tu cachorro socialice con otras mascotas y personas desde el principio y acostúmbralo a nuevos entornos.
- Quiere atención. Los perros son listos y han aprendido con el tiempo que ladrar a los humanos llama nuestra atención y puede ayudarles a conseguir lo que quieren. Esto puede ser cualquier cosa, desde comida y caricias hasta jugar o salir a la calle.
Recuerda que, aunque la mayoría de los cachorros empiezan a ladrar alrededor de las ocho semanas de edad, cada cachorro se desarrolla según su propio ritmo. Es posible que incluso observes diferencias entre hermanos de la misma camada. El Dr. Whittenburg afirma que si un cachorro se cría rodeado de otros perros, puede empezar a ladrar antes. Por otro lado, si la madre no es muy ladradora, es probable que tus cachorros tampoco lo sean.
¿Necesitan ladrar los cachorros?
¿La respuesta? Depende.
Dado que los ladridos rara vez se utilizan para la comunicación entre perros, se cree que son el resultado de su domesticación. De hecho, es posible que el ladrido no sirviera para nada en las antiguas comunidades de perros salvajes. Así, incluso algunos perros, y razas en particular, rara vez ladran o no ladran en absoluto. En cambio, los perros criados para cazar o vigilar tienden a ser más ruidosos.
Aunque se sigue investigando sobre los ladridos, se acepta que la mayoría de los perros ladran para comunicar emociones y necesidades a sus dueños, lo que se conoce como «ladrido de demanda». Además, algunos estudios demuestran que los perros tienen ladridos específicos según el contexto.
¿Cómo aprenden a ladrar los cachorros?
El Dr. Whittenberg explica que, por lo que sabemos actualmente, es probable que los perros de hoy nazcan sabiendo ladrar. Pero es un rasgo que han desarrollado a lo largo de muchos años de evolución. Y, como hemos mencionado antes, ladrar puede no haber estado inicialmente en la biología canina.
Los cachorros aprenden a ladrar imitando los sonidos de otros perros de su entorno, como su madre y su padre. Y, por supuesto, los cachorros también pueden aprender a ladrar mediante adiestramiento. Cuando tienen edad suficiente, enseñar a tu cachorro a «hablar» en los momentos oportunos puede ser una herramienta útil para ayudarte a entender lo que quiere.
Cómo enseñar a tu cachorro a ladrar de forma saludable
¡Los buenos hábitos empiezan pronto! Cuanto antes controles los ladridos de tu cachorro, más fácil te resultará controlarlos más adelante, lo que se traducirá en un comportamiento más adecuado cuando tu cachorro se convierta en un perro adulto. Además, la socialización con otros perros y seres humanos es vital para un comportamiento saludable en cuanto al ladrido del cachorro se refiere.
El Dr. Whittenburg subraya que ladrar es un comportamiento natural y que ocurre de vez en cuando. Sin embargo, ladrar de forma excesiva o en momentos inoportunos pueden ser un problema. Ignorar estos ladridos puede resultar de ayuda, pero lo más importante es no recompensar nunca a un cachorro cuando ladra pidiendo algo.
También asegura que una buena manera de enseñar a los perros es dándoles un comportamiento «sustitutivo» más deseable. Un ejemplo sería entrenar a un perro para que toque una campana con el hocico o traiga un objeto cuando necesite salir, en lugar de ladrar para que le dejen hacerlo. Además, es importante pasar tiempo suficiente con el perro y evitar que ladre por aburrimiento o para llamar tu atención.
Cómo controlar los ladridos fuertes y exagerados de los cachorros
Si tu cachorro ladra fuerte y de forma exagerada, puede resultar alarmante. Aquí tienes algunos consejos para reducir los ladridos de tu cachorro. Si sigues teniendo problemas, el Dr. Whittenburg recomienda ponerse en contacto con un adiestrador de perros acreditado o con un veterinario especialista en comportamiento.
- Reduzca los factores estresantes. ¿Tu perro tiene miedo de algo o es territorial? La mejor manera de que deje de ladrar es ocultar de su vista aquello que le produce estrés. Puedes intentar bajar las persianas, mantenerlo en otra habitación alejado del factor estresante o poner la radio o la televisión para ahogar los sonidos exteriores desconocidos.
- Mantén a tu perro ocupado y tranquilo. Saca a pasear a tu perro antes de ir a trabajar. Consigue algunos juguetes rompecabezas para mantener a tu perro mentalmente entretenido. Búscale una guardería o un cuidador para que haga nuevos amigos. Prueba un difusor de feromonas para mantener a tu perro tranquilo. Todas estas cosas pueden ayudar a prevenir los ladridos provocados por la ansiedad o el aburrimiento.
- Prueba el adiestramiento. ¿No has tenido suerte con los métodos anteriores? Hay varios métodos de adiestramiento que puedes probar. Por ejemplo, aléjate cuando tu perro ladre y prémiale solo cuando vuelva a callarse. Enséñale la orden «chitón» o «silencio». Y recuerda que puedes contratar a un adiestrador de perros si necesitas más ayuda.
¿Qué pasa si tu perro no ladra mucho?
Hay varias razones completamente normales por las que tu perro puede no ladrar. Por ejemplo, algunas razas, como los basenjis y los chow chows, no ladran mucho, si es que lo hacen. Además, algunos perros pueden tener personalidades tranquilas, lo que significa que no se molestarán en ladrar demasiado.
El Dr. Whittenburg reitera que si tienes la suerte de tener un perro que no ladra, probablemente no hay nada de qué preocuparse. Y, a menos que un problema físico o médico impida al perro ladrar, no suele haber motivo de preocupación. Simplemente, puede ser normal que algunos perros no ladren nunca.
Si tienes un cachorro que solía ladrar mucho y ya no lo hace, es posible que simplemente esté aprendiendo a ladrar menos o que se esté suavizando a medida que crece. Otra explicación de que tu cachorro no ladre mucho es que sea tímido o tenga ansiedad. Si acabas de adoptar un cachorro y lo has introducido en un entorno nuevo, es posible que necesite asentarse antes de mostrar toda su personalidad. Entre los signos de que tu perro es tímido o tiene ansiedad se incluyen los siguientes.
- Orejas aplanadas
- Rabo metido entre las patas.
- Se esconde
- Cuerpo encorvado.
- Muestra el blanco de los ojos (ojo de ballena).
- Se lame el hocico o la nariz.
Esto es normal en los primeros días o semanas después de llevar a tu nuevo cachorro a casa. Una vez que se haya acostumbrado, es posible que aumente el número de ladridos.
Cuándo preocuparse por un cachorro que no ladra
Si tu nuevo cachorro no parece adaptarse bien a su nuevo hogar, recuerda que siempre puedes pedir consejo a tu veterinario. Si tu perro es especialmente tímido o ansioso, el veterinario puede recomendarte un especialista en comportamiento canino.
Si hay alguna razón física por la que tu perro ha dejado de ladrar, como tener algo atascado en la boca o la garganta, o si tu perro no ladra y muestra síntomas de otras enfermedades como vómitos, apatía, diarrea o pérdida de apetito, ponte en contacto con un veterinario de urgencias de inmediato.