Historial médico: Es crucial estar al tanto de cualquier condición médica preexistente, alergias, medicamentos que toman regularmente o cualquier otra necesidad de salud especial. Esto me permite proporcionar el cuidado adecuado y estar preparado para manejar cualquier situación médica que pueda surgir. Comportamiento y temperamento: Conocer la personalidad, el nivel de energía, las preferencias y los miedos de las mascotas me ayuda a adaptar mi enfoque de cuidado para satisfacer sus necesidades individuales. Si una mascota es tímida, enérgica, juguetona, etc., puedo ajustar las actividades y la interacción en consecuencia. Rutinas y hábitos: Obtener información sobre la rutina diaria de las mascotas, como sus horarios de alimentación, paseos, tiempo de juego y si tienen alguna rutina específica que prefieren, me permite mantener la consistencia y brindarles un ambiente familiar incluso cuando están lejos de casa. Instrucciones específicas de los dueños: Los dueños conocen mejor a sus mascotas, por lo que aprecio cualquier instrucción detallada que me proporcionen sobre la alimentación, el ejercicio, el cuidado de la salud, las preferencias de juego, las reglas de la casa, etc. Esto me ayuda a asegurarme de que las mascotas se sientan cómodas y seguras durante mi cuidado. Contacto de emergencia: Es importante tener información de contacto actualizada de los dueños y cualquier otro contacto de emergencia, como el veterinario de las mascotas, en caso de que surja alguna emergencia durante su cuidado. En resumen, estar bien informado sobre las mascotas antes de cuidarlas me permite proporcionar un cuidado personalizado y de alta calidad que satisfaga sus necesidades individuales y brinde tranquilidad a los dueños.

Paseos aventureros: Nada como explorar nuevos lugares juntos. Planifico paseos emocionantes en parques locales, senderos naturales o incluso por el vecindario para que las mascotas disfruten del aire fresco y descubran nuevos olores y paisajes. Juegos de búsqueda: Escondo premios o juguetes favoritos en el jardín o dentro de la casa y animo a las mascotas a encontrarlos utilizando su olfato. Este juego no solo es divertido, sino que también estimula la mente de las mascotas y fortalece nuestro vínculo. Sesiones de entrenamiento: Aprovecho el tiempo juntos para practicar comandos básicos o trucos divertidos. Desde sentarse y quedarse quieto hasta dar la pata o rodar, el entrenamiento no solo es útil sino también una excelente manera de mantener a las mascotas comprometidas y mentalmente activas. Juegos de juguete interactivo: Utilizo juguetes interactivos que desafíen a las mascotas a resolver problemas para obtener premios o golosinas. Esto les proporciona estimulación mental y les ayuda a canalizar su energía de manera positiva. Tiempo de juego con otros perros: Siempre que sea apropiado y seguro, organizo encuentros con otros perros amigables para que socialicen y se diviertan juntos. Esto es especialmente beneficioso para perros sociables que disfrutan de la compañía de sus congéneres. Relajación y mimos: No todo tiene que ser actividad física. También reservo tiempo para acurrucarnos juntos, dar masajes relajantes o simplemente disfrutar de una siesta tranquila. Esto ayuda a fortalecer nuestro vínculo y proporciona un momento de tranquilidad para las mascotas. En resumen, mi objetivo es proporcionar un equilibrio entre diversión, ejercicio, aprendizaje y relajación para asegurarme de que las mascotas bajo mi cuidado estén felices, saludables y llenas de alegría.