¿Alguna vez te has preguntado si puedes llevar a tu perrete a correr contigo? Si estás planeando hacer alguna maratón, hacerlo con tu mejor amigo peludo puede ser una gran idea, no solo porque él también ejercitaría, sino porque además compartirían una experiencia única juntos. En lugar de sacar a tu perro de paseo, prepáralo para correr junto a ti. ¡Sigue leyendo para descubrir qué puedes hacer para que todo salga estupendo!
Empieza lentamente
Es posible que tu peludo no esté acostumbrado a correr durante largos periodos de tiempo. Además, es claro que lo último que queremos es que se haga daño por correr demasiado rápido antes de estar preparado. Os recomendamos empezar recorriendo distancias cortas al trote, para que tu peque se acostumbre a correr en lugar de realizar vuestra rutina habitual. ¡Ya verás que cuando menos lo esperes, estaréis corriendo juntos entre 5 y 8 kilómetros antes o después de ir a trabajar!
Ten paciencia
En un primer momento, es posible que tu perro no sepa qué está ocurriendo exactamente, sobre todo si hasta entonces solo había salido a pasear. Al principio no será fácil correr con tu mejor amigo, ya que es posible que se mueva en zigzag delante de ti (con el correspondiente riesgo de tropezar) o pare constantemente para olfatear alguna que otra planta interesante. No obstante, después de unas semanas, empezará a comprender que las carreras son diferentes a vuestros paseos y entonces se entregará al 100 %.
Compra el equipamiento adecuado
Seamos sinceros, es muy molesto correr con la correa en la mano. No solo desequilibra, sino que los movimientos oscilantes de tus brazos pueden hacer que tu peque tenga dificultades para moverse a un ritmo constante. Por ello, invertir en una correa para la cintura puede ser una gran opción. Es mucho más fácil correr con tu perrete unido a tu cuerpo y, además, la correa está elaborada con una cuerda elástica, por lo que no habrá una tensión constante entre vosotros. La correa para la cintura supone un punto de inflexión y hará que correr sea más divertido.
La seguridad es lo primero
Es fundamental ser visible para los corredores y para otros peatones cuando corres junto a tu perro (y cuando corres sin él también). En invierno, las tardes son oscuras y si decides salir a correr en esos horarios debes asegurarte de que ambos estéis muy bien iluminados cuando salen de excursión. Lo mismo ocurre bien temprano por la mañana. Hay una gran variedad de objetos reflectantes disponibles para los humanos, ¡y también para los perros!
Este collar luminoso garantiza que los conductores puedan ver a tu peludo, pero si los collares no son lo vuestro hay numerosas opciones entre las que elegir, como una bandana, un arnés, o un chaleco.
Salud
Antes de salir a correr con tu mejor amigo de cuatro patas, asegúrate de que lo apruebe vuestro veterinario. Para asegurarte de que tu perro no sufra una torsión gástrica, no le des de comer una hora antes o después de correr. Comprueba sus patas con frecuencia para detectar abrasiones, especialmente si realizas carreras de montaña. Si hace demasiado calor, no lleves a tu amigo peludo contigo: deberíais salir a correr durante los momentos más frescos del día.
No te olvides de tomarte días de descanso. Tu perro no tiene que acompañarte en todas las carreras que hagas, y definitivamente no debería hacerlo cuando hagas grandes distancias. En vuestros “días libres” es preferible disfrutar de largos paseos. Cuanto más te preocupes por asegurarte de que tu perro disfruta de la carrera, más tiempo podrá acompañarte.
No hay nada mejor que lograr un objetivo junto a tu mejor amigo, así que si piensas que a tu perro podría gustarle salir a correr, ¡dale una oportunidad!