- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Muchos cachorros son separados de sus compañeros de camada a una edad muy temprana, y es probable que no recuerden a sus hermanos después de unos dos años.
Si tu cachorro acaba de dejar una camada llena de compañeros de juegos, puede que te preguntes cómo le afectará emocionalmente esta separación. Pero no tienes por qué preocuparte, ya que las emociones y recuerdos de tu perro no funcionan exactamente igual que los tuyos.
Como dueño de mascota, lo único que tienes que hacer es proporcionar a tu cachorro un hogar seguro, cálido y afectuoso. A medida que se vaya vinculando a ti, se desprenderá (¡sin dolor!) de los primeros apegos que formó con sus compañeros de camada.
Los perros pueden establecer vínculos por igual con humanos y con otros perros, ya que tienden a establecer relaciones basadas en atributos y no en especies. A continuación, explicaremos esto con más detalle profundizando en el apego canino.
¿Cuánto tiempo recuerdan los cachorros a sus hermanos?
Puedes preguntar a tu cachorro si recuerda a los hermanos que le hicieron compañía en sus primeras semanas de vida, pero, por supuesto, ¡no podrá responder! Los científicos, sin embargo, han investigado si los perros recuerdan a sus hermanos y a su madre tras unos años de separación.
Un estudio utilizó pruebas basadas en el olor para determinar si los perros reconocían a su madre y a sus hermanos dos años después de abandonar la camada a las 12 semanas de edad. Descubrieron que, a los dos años, los perros solo podían reconocer al hermano con el que vivían en ese momento (pero no a ninguno de sus otros hermanos).
Los perros podían, sin embargo, reconocer a sus madres después de dos años de separación, y las madres también reconocían a sus cachorros.
«Tiene sentido que los perros reconozcan a su madre, ya que son una especie altricial. Esto significa que las crías están poco desarrolladas al nacer, pero maduran con la ayuda de sus padres», explica Britt Rosendahl, especialista en comportamiento y adiestramiento canino en Woodgreen Pets Charity.
«La supervivencia depende principalmente de la madre, por lo que reconocerla es crucial. Los animales altriciales están programados de esta manera, lo que podría ser una razón por la que son más propensos a reconocer a su madre en comparación con sus hermanos», dice.
Los estudios sobre reconocimiento de parentesco sugieren también que los perros utilizan métodos alternativos para distinguir a su madre de sus hermanos, en los que influyen tanto la experiencia como el entorno.
La importancia del olor
«La principal forma que tiene un perro de explorar su entorno y recabar información es a través del olfato. Recuerdan a otros perros y personas más por el olor que por la vista», dice Rosendahl.
Añade que la investigación sobre la memoria y la cognición caninas es difícil, debido a la falta de lenguaje hablado para medir y registrar sus experiencias. Sin embargo, hay muchas pruebas de que los perros pasan más tiempo explorando olores familiares, lo que apoya la teoría del reconocimiento olfativo.
Un estudio, por ejemplo, descubrió que los perros expuestos a un aroma de vainilla durante una tarea basada en una recompensa podían volver a realizar mejor la tarea 24 horas después.
Otro estudio más pequeño también apoya la importancia del olor en el reconocimiento de familiares caninos y humanos. Ocho perros separados de su madre durante distintos periodos de tiempo (desde varios meses hasta varios años) reaccionaron con más intensidad al olor de ella que al de otra perra.
En el mismo estudio, los investigadores también analizaron a nueve perros criados por humanos desde su nacimiento y separados de sus dueños durante periodos de tiempo variables (de 11 meses a algo más de tres años). Transcurrido este tiempo, los perros reaccionaron durante más tiempo al olor de su dueño que al de un humano del mismo sexo que viviera con un perro de la misma raza y sexo.
En última instancia, incluso los estudios bien diseñados solo pueden utilizar el comportamiento para inferir lo que ocurre en la mente de un perro, explica Jennifer Malawey, adiestradora y especialista en comportamiento canino certificada.
«Aún no podemos decir con certeza cómo funciona la memoria de los perros», afirma Malawey.
¿Cuándo reconocen los cachorros por primera vez a sus hermanos y a su madre?
El sentido del reconocimiento de un perro no se activa de forma inmediata después de nacer. Para empezar, los cachorros no abren los ojos hasta que tienen al menos 10-14 días.
Los cachorros suelen empezar a reconocer a sus compañeros de manada a partir de las 4-5 semanas de edad.
¿Echan de menos los perros a sus hermanos?
Los expertos recomiendan que los cachorros permanezcan con su camada hasta las 8-12 semanas de edad. Separarlos antes puede provocar problemas más adelante, como agresividad, posesividad y ansiedad. Algunos perros pueden incluso tener pesadillas.
Es probable que la transición de la camada a un nuevo hogar provoque cierto estrés al cachorro, independientemente de cuándo se produzca.
«Abandonar la seguridad y familiaridad de su madre y compañeros de camada puede ser una experiencia desalentadora», afirma Rosendahl. Pero esto no se debe necesariamente a que echen de menos a sus hermanos. Un entorno diferente solo significa que el perro tiene que acostumbrarse a nuevos olores, vistas, rutinas, personas y sonidos, explica.
Dicho esto, los perros pueden experimentar emociones que van desde el miedo y la pena hasta la excitación y la felicidad. Y, por supuesto, como dueño de mascota, es posible que consideres a tu cachorro parte de tu familia y le atribuyas emociones propias de los humanos, como «echar de menos» y «añorar», según Rosendahl.
«Pero es mejor evitar humanizar el comportamiento de los perros, ya que verlos desde una perspectiva humana puede dificultar su comprensión», afirma Rosendahl.
Desarrollo emocional del cachorro durante los primeros meses de vida
Los perros no suelen pasar mucho tiempo con sus compañeros de camada. Aun así, este periodo brinda mucho tiempo para que los cachorros aprendan habilidades esenciales de comunicación y socialización. Estas habilidades les permiten interactuar y establecer vínculos con los humanos, por no hablar de otros perros.
Tu cachorro también aprenderá muchos de los ruidos, sonidos y olores que encontrará en su vida diaria, afirma Rosendahl. Y añade que cuando la mayoría de los cachorros abandonan la camada, ya se han desarrollado:
- Habilidades motrices importantes.
- Cierta resistencia ante acontecimientos nuevos o estresantes.
- Inhibición de la mordida, lo que significa que pueden controlar la fuerza de su mordida.
- Capacidad para resolver problemas.
- Condicionamiento operante, que implica que cambian su comportamiento tras experimentar consecuencias no deseadas.
En última instancia, según Rosendahl, los primeros meses de vida de un perro son cruciales.
«La exposición a distintos entornos y la calidad de las experiencias del perro afectarán en gran medida a su comportamiento y a sus habilidades para enfrentarse a los problemas mucho después de que haya pasado el periodo de ‘socialización sensible’», subraya.
Cómo se relacionan los perros
Los perros basan sus relaciones (tanto con las personas como con otros perros) en rasgos individuales.
Por ejemplo, un estudio descubrió que las relaciones de los perros se basan en tres componentes:
- Referencia, o cómo el compañero puede proporcionar información.
- Filiación.
- Estrés, o si el compañero aumenta o ayuda a aliviar el estrés.
Esto hace posible que los perros empiecen a crear vínculos con su nuevo dueño después de abandonar la camada. Sin embargo, en el caso de los cachorros, el momento juega un papel importante.
Según Malawey, cuando un perro tiene entre 8 y 10 semanas, ya ha empezado a desarrollar cierta independencia y a explorar relaciones fuera de su madre y sus hermanos. La separación de la camada se produce durante el periodo de socialización del perro, que se sitúa entre las 3 y las 16 semanas de edad. Durante este periodo, sus cerebros están más abiertos a nuevas experiencias, incluido el establecimiento de vínculos con nuevos cuidadores humanos, afirma Malawey.
Si se combinan estos aspectos del desarrollo, prosigue Malawey, los cachorros de esa edad no suelen tener dificultades para establecer nuevos vínculos, siempre que las experiencias con su nueva familia sean seguras, divertidas y satisfagan sus necesidades.
Cómo crear un vínculo afectivo con tu nuevo cachorro
Para desarrollar una relación sólida con tu perro, es esencial ayudarle a sentirse seguro y protegido. También debes asegurarte de satisfacer todas sus necesidades físicas, mentales, emocionales y sociales, afirma Malawey.
Por regla general, los perros que mantienen una relación estrecha con sus dueños experimentan menos estrés, y vivir experiencias positivas con tu cachorro puede ayudar a que se apegue firmemente a ti.
«Cada cachorro es diferente y se adaptará a su nuevo entorno a su propio ritmo. Algunos cachorros se adaptan rápidamente, mientras que otros tardan varias semanas en hacerlo. Durante este periodo de transición, deja que se relajen a su ritmo», dice Rosendahl.
Si vas a traer a casa a un cachorro que acaba de dejar su camada, Malawey recomienda tomar algunas medidas para ayudarle a sentirse cómodo en el nuevo entorno:
- Prepara tu casa con puertas, jaulas y vallas.
- Crea una «zona zen» (como una acogedora jaula), donde tu cachorro pueda descansar tranquilamente cuando necesite un respiro.
- Establece rutinas para los paseos, las comidas y el tiempo de juego que hagan la vida predecible.
- Dedica tiempo a la socialización del cachorro si tiene menos de 20 semanas.
- Evita forzarles a cualquier interacción en la que parezcan sentirse incómodos, como conocer a alguien nuevo.
- Elige métodos de adiestramiento que impliquen el refuerzo positivo, no el castigo ni la fuerza.
- Apúntate a eventos sociales para cachorros organizados de forma responsable.
- Aprende los conceptos básicos del lenguaje corporal canino para comprender mejor sus señales.
Reconocer y apoyar las necesidades de tu cachorro puede ayudarte a crear un vínculo profundo y afectuoso que dure toda la vida.