El akita americano es un perro spitz conocido por su inteligencia, independencia y lealtad duradera a sus familias. A veces llamados “akita inu”, son originarios de Japón y existen desde el año 500 a. C., cuando fueron criados por primera vez como perros de caza. Después de la Segunda Guerra Mundial, el akita ganó popularidad entre los militares estadounidenses en Japón, que más tarde se llevaron los perros a casa con sus familias. La popularidad de los akitas no dejó de crecer en EE. UU. hasta que se fundó el American Akita Club en 1956 y el AKC reconoció oficialmente la raza en 1971.
“Es el perro ideal para quienes deseen un compañero canino leal y dedicado con el que explorar y disfrutar de la vida”, afirma Alexis Spalding, criador de akitas y dueño de Morrow Akitas.
Como todas las razas, los akitas también presentan sus propios desafíos. Pero si crees que estás preparado para la tarea, sigue leyendo para saberlo todo sobre el akita y descubrir si es el perro adecuado para ti.
Leyenda
- Baja
- Mediana
- Alta
- Origen: Japón
- Tamaño:
- Peso: 32-59 kilos
- Nivel de actividad:
- Nivel de ladridos/aullidos:
- Idoneidad para otros perros: yes
- Idoneidad para niños: yes
- Idoneidad para gatos:
- Muda:
- Frecuencia de acicalamiento:
- Nivel de adiestramiento:
Estándares y apariencia de la raza akita
Según los estándares, el akita americano es un perro grande y robusto, con huesos pesados. Tienen un pelaje doble y suave diseñado para soportar las gélidas temperaturas de las montañas del norte de Japón, lo que les ayuda a parecer osos gigantes y suaves. También tienen la cola enroscada, como el shiba inu, otra raza japonesa.
El espeso pelaje del akita americano puede presentar una gran variedad de colores y patrones. De hecho, son una de las únicas razas que pueden ser de cualquier color excepto hígado o merle. Esta enorme variedad de colores y patrones de pelaje ayuda a diferenciarlos de los akitas japoneses, que sólo pueden ser rojizos, blancos o atigrados.
En realidad, hay una razón histórica detrás de esta distinción. Muchos de los perros akita que llegaron por primera vez a América tenían colores que no eran aceptables según los estándares de la raza japonesa, explica Francee Hamblet, criadora de akitas con 40 años de experiencia y copropietaria de Minda Akitas.
Los akitas americanos también son más grandes y pesados que los japoneses, que suelen ser más angulosos y parecidos a los zorros.
Historia de la raza akita
Tanto los akitas americanos como los japoneses descienden de perros criados por los matagi, un grupo de cazadores tradicionales japoneses. Los perros “matagi inu” ayudaban a cazar ciervos, jabalíes e incluso osos en las montañas del norte de Japón.
Por desgracia, los akitas se utilizaron en peleas de perros a finales del siglo XIX y principios del XX, hasta que el gobierno japonés prohibió esta práctica. Algunas personas incluso los cruzaron con perros occidentales para aumentar su tamaño, como el san bernardo, el gran danés y el bullmastiff. A finales de la década de 1920, grupos como la Akita Dog Preservation Society y la Japanese Dog Preservation Society intentaron restaurar al akita cruzándolo con otros perros japoneses.
Hoy en día, los akitas son una de las siete razas de perro consagradas como tesoros nacionales en Japón. Son símbolo de lealtad y buena salud y tienen un significado espiritual para mucha gente.
Temperamento y personalidad del akita
Los akitas americanos son sumamente leales, entregados a sus familias y perros increíblemente inteligentes que pueden pensar por sí mismos. Hamblet dice que los akitas también suelen pensar de forma original y reconocer cosas que otros perros no. Por eso, pueden ser buenos perros de terapia para proporcionar apoyo emocional.
Sin embargo, los akitas pueden desconfiar de los extraños, lo que los convierte en perros guardianes naturales. Por regla general, no son ruidosos, pero ladrarán cuando quieran alertar. Tienen un fuerte instinto de caza debido a su pasado como perros de caza y pueden ser intolerantes con otros perros de su mismo sexo. De hecho, muchos criadores no colocan un akita en un hogar en el que ya haya un perro del mismo sexo.
Adiestramiento y socialización del akita
Debido a la inseguridad natural del akita hacia otros perros, animales y extraños, es importante empezar el adiestramiento y y la socialización de esta raza desde bien temprano. “El mejor humano para un akita es alguien con un sentido firme del adiestramiento”, dice Casey Beauvais, criadora de Meraki Akitas. “Es una raza que te pasará por encima si se lo permites”. Por eso, a los akitas les suele ir mejor con dueños experimentados.
En general, debes exponer a un cachorro de akita a varias imágenes y sonidos nuevos para que aprenda a permanecer neutral y no reaccionar. “Acércate a otros perros, personas y niños”, explica Beauvis. “Pero todo en un entorno controlado que sea bueno para el cachorro”.
A los akitas les suelen ir bien las sesiones de adiestramiento individual. Pero Spalding dice que asistir a clases en grupo con tu akita también podría ayudarle a aprender a manejar las distracciones y a otros perros.
Sin embargo, no esperes que tu akita sea obediente tras unas pocas sesiones de adiestramiento. Pueden ser testarudos y no obedecer órdenes si no les apetece. Además, Hamblet dice que los dueños no deben esperar que su akita juegue a buscar la pelota con ellos. Al fin y al cabo, ¿para qué van a correr a buscar la pelota si vas a volver a tirarla?
Estilo de vida ideal para un akita
Como fieles guardianes, los akitas prosperan como “perros velcro” y quieren estar cerca de ti todo el tiempo. Por ello, no les va bien estar solos en el jardín o en una jaula durante muchas horas. Por lo general, necesitan un dueño que disponga de mucho tiempo para estar con ellos todos los días. Pero, si quieres pasar el rato en lugares donde otros perros corren sin correa (como el parque para perros o la playa), puede que el akita no sea el mejor compañero para ti.
Un akita bien educado y adiestrado no debería ser reactivo, pero Spalding dice que no son una buena raza para alguien que quiera que su perro sea sociable con perros, personas o animales que no pertenezcan a su círculo íntimo. “Los akitas son una raza orientada a la familia, en el sentido de que establecen vínculos estrechos con su familia inmediata y con las personas de su círculo”, explica.
Por ejemplo, los akitas pueden aprender a reconocer a animales pequeños, como los gatos, como parte de la manada si se crían juntos. Eso sí, no esperes que ese sentimiento se extienda al gato de tu vecino.
También pueden ser buenos con los niños, pero pueden tener poca tolerancia a actos como tirones, apretones o gritos. Por eso, es buena idea supervisarlos con niños menores de 12 años. Un akita también puede convivir con perros del sexo opuesto, pero en general no debería compartir casa con perros del mismo sexo. Dicho esto, algunos akitas pueden preferir ser el perro más importante de tu casa… y de tu corazón.
Necesidades de aseo del akita
La mayoría de las veces, dice Hamblet, los akitas tienen un pelaje que requiere muy poco mantenimiento. No mudan durante todo el año. Pero dos veces al año “se les vuela el pelaje”. Cuando eso ocurra, prepárate para experimentar un tornado como ningún otro.
Beauvais dice que lo más fácil es controlar la caída del pelo bañando a tu perro, secándolo con secador y cepillando después su pelaje. Sin embargo, añade que los akitas suelen ser perros limpios y no necesitan baños durante la temporada en la que no mudan el pelo.
Incluso si no están mudando, Beauvais dice que es una buena idea cepillarlos de manera regular, ya que puede ayudarles a acostumbrarse al proceso de aseo. Como a todos los perros, a los akitas también se les deben cortar las uñas con regularidad. Beauvais sugiere utilizar una herramienta Dremmel.
Salud del akita
El akita suele ser una raza sana con una genética fuerte, lo que significa que es menos probable que desarrolle algunos de los problemas de salud que afectan a otras razas, dice la Dra. Sarah Ochoa, veterinaria y cofundadora de How to Pets.
Dicho esto, la Dra. Ochoa dice que hay algunos problemas de salud a los que los akitas pueden ser más propensos, como los siguientes.
- Displasia de cadera: según los resultados de las pruebas realizadas a 18 272 akitas por la Orthopedic Foundation for Animals (OFA), el 13,5 % de los akitas involucrados en el estudio tenían displasia de cadera.
- Dilatación gástrica/hinchazón: un estudio de 2010 sobre perros de raza en el Reino Unido descubrió que los akitas eran una de las 10 razas con mayor riesgo de vólvulo de dilatación gástrica o “hinchazón”, una enfermedad potencialmente mortal que provoca el agrandamiento del estómago. En el estudio, el 3,5 % de los akitas afectados sufrieron hinchazón.
- Problemas de tiroides: la Dra. Ochoa afirma que los akitas americanos pueden tener una mayor prevalencia de hipotiroidismo, una enfermedad en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas y puede causar aumento de peso, baja energía o problemas cutáneos. La OFA examinó a 1223 Akitas y descubrió que 69 (5,6 %) tenían problemas de tiroides.
- Problemas oculares: los akitas pueden ser propensos a las cataratas, la atrofia progresiva de retina y el entropión, una afección en la que los párpados se pliegan hacia dentro, explica el Dr. Ochoa. De 2022 Akitas examinados por la OFA, 60 (3 %) tenían algún tipo de problema ocular.
- Cáncer: “Los akitas americanos también tienen mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como linfoma y osteosarcoma”, dice la Dra. Ochoa.
Cada perro puede necesitar tratamientos diferentes para controlar estas afecciones, por lo que es difícil predecir exactamente cuánto costarán a lo largo de la vida de un akita. Pero, en general, es mejor elegir cachorros de criadores reputados que examinan a los perros para detectar enfermedades, de modo que puedas minimizar el riesgo de que tu perro herede un problema potencial.
Requisitos de dieta y ejercicio del akita
Aunque los akitas son perros grandes, no son muy activos. De hecho, Hamblet dice que los akitas estarían más contentos viendo series que acompañándote a una caminata de 16 km. Así pues, la mayoría de los akitas serán felices con paseos diarios, sesiones de adiestramiento y ratos de juego. Dicho esto, cada perro es diferente, y algunos akitas pueden disfrutar con actividades más intensas o mentalmente estimulantes, como los deportes para perros.
En cuanto a la alimentación, la Dra. Ochoa dice que los akitas suelen necesitar una dieta rica en proteínas y baja en hidratos de carbono. Combinada con ejercicio regular, una dieta sana puede ayudar a un akita a vivir una larga vida llena de devoción.
Akitas famosos o destacados
La lealtad del akita ha perdurado a través de los tiempos, pero puede que hayas oído hablar de la raza gracias a estos extraordinarios perritos.
Hachiko
Hachiko era un perro japonés que acompañaba todos los días a su dueño, el profesor Hidesaburō Ueno, a la estación de tren de Shibuya. También esperaba en la estación a que Ueno volviera a casa. En 1925, Ueno murió en el trabajo y nunca hizo el viaje de vuelta. Pero Hachiko siguió visitando la estación de tren a diario para esperar a Ueno durante los nueve años siguientes, hasta que también murió en 1935. Posteriormente, Hachiko se convirtió en un icono en Japón por su eterna lealtad. Y hoy en día, los amantes de los perros de todo el mundo peregrinan para ver su estatua en la estación de Shibuya.
Los akitas de Helen Keller
La historia de Hachiko llamó la atención de Helen Keller, que mencionó que le gustaría tener un akita en un viaje a Japón en 1937. Unos meses después, el ministro de Asuntos Exteriores japonés le regaló un akita llamado “Kamikaze-go”.
Keller escribió más tarde que “si alguna vez hubo un ángel con pelo, ése fue Kamikaze”. Por desgracia, murió de moquillo canino poco después. Pero en 1938, el gobierno japonés regaló a Keller a su hermano mayor, “Kenzen-go”. Estos dos perros fueron probablemente los primeros akitas que pisaron suelo americano, lo que convirtió a Keller en la persona que introdujo formalmente la raza en Estados Unidos.
Razas como el akita
Si has decidido que un akita no está hecho para ti, otra raza de perro podría ser mejor para tu estilo de vida. Beauvais dice que es difícil hacer recomendaciones específicas para las distintas razas, ya que depende de por qué crees que un akita no es adecuado para ti.
Pero, en general, las siguientes razas podrían ser un buen punto de partida para tu búsqueda.
- Akita japonés: según Spalding, el akita japonés tiene un temperamento ligeramente distinto al de sus homólogos estadounidenses. Dice que pueden ser más sociables con las personas y otros perros, aunque también pueden ser más independientes.
- Shiba Inu: los shiba inu, otra raza japonesa de caza, tienen un temperamento distante y un aspecto de zorro. Pero son más pequeños que los akitas. De hecho, “shiba” significa “pequeño” en japonés.
- Husky siberiano: los huskies presentan un aspecto similar al del akita, con su pelaje suave y su cola enroscada. Al igual que los akitas, pueden ser independientes, pero más extrovertidos y activos.
Dónde encontrar un akita inu
Si crees que eres un buen candidato para convertirte en dueño de un akita, elegir al criador adecuado es clave. Los criadores reputados suelen examinar la salud y el temperamento de los futuros padres antes de cruzarlos. Esto garantiza que los cachorros estén sanos y cumplan los estándares de la raza. “También pueden evaluar qué cachorros son más adecuados para hogares ocupados con niños y otros animales y cuáles son mejores en hogares sin ellos”, dice Spalding.
Busca criadores asociados a clubes locales de akitas y pide ver el registro de ambos progenitores. Los akitas se entregan con frecuencia a los refugios. Así que, si prefieres adoptar un perro necesitado, busca organizaciones o refugios locales que tengan un servicio de rescate sin ánimo de lucro dedicado a realojar akitas.
Los akitas no son para todo el mundo. Pero si eres un dueño de mascotas experimentado que quiere un compañero protector y leal, un akita podría convertirse en tu próximo compañero peludo para toda la vida.