Al rascarle la barriga a tu gato, o viéndole la bolsa primordial, puede que te preguntes si tiene ombligo como nosotros y cómo dar con él.
Sí, los gatos tienen ombligo. Al igual que nosotros, los gatos tienen un ombligo que solía ser el punto de conexión del cordón umbilical con sus mamás en el útero. A diferencia del nuestro, sin embargo, el ombligo de un gato es más difícil de encontrar. Esto es en parte porque los gatos no tienen el ombligo «hacia dentro» o «hacia fuera» que conocemos.
A continuación respondemos a todo lo que te habrás preguntado y más sobre el ombligo de tu gato. Además, te damos pistas sobre las señales que debes vigilar por ser indicativas de problemas umbilicales.
¿Dónde tiene mi gato el ombligo?
No es fácil buscarle el ombligo a un gato El pelaje lo hace difícil de ver, pero no es solo eso. —Al tacto es como una cicatriz o un bultito —nos cuenta el doctor Sehaj Grewal, veterinario en The Melrose Vet en Los Angeles, California—, y eso lo hace difícil de percibir.
El ombligo de un gato tiene cerca de medio centímetro de diámetro y está situado en la parte inferior del vientre, justo debajo de la última costilla. Es posible que veas un mechón alrededor una la pequeña cicatriz blanca. Normalmente, puedes tocar y notar los bordes elevados de la cicatriz. Si no es el caso, es probable que la cicatriz esté cubierta de pelaje o que esté en el mismo lugar que ocupa la cicatriz de su esterilización. Si tu gato ya está mayor, es posible que su cicatriz haya cicatrizado tanto que no puedas sentirla al tacto.
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¿Los ombligos de los gatos son como los de los humanos?
Al igual que los humanos, los gatos tienen ombligo. Lo mismo ocurre con todos los mamíferos, como los caballos, las ovejas y los perros. El ombligo de los gatos tiene una función similar a los de los humanos, y ambos están ubicados en el vientre. Sin embargo, el ombligo de un gato no se parece en nada al de un ser humano.
Tampoco acumula pelusas como el nuestro. —Eso se debe a que, a diferencia de una persona, el ombligo de un gato no contiene una apertura o recesión —añade el doctor Grewal. En otras palabras, el ombligo de un gato no está hacia dentro ni hacia fuera. Es una cicatriz pequeña y plana.
¿De qué está hecho el ombligo de un gato?
Al igual que los bebés humanos, el ombligo de un gato es la cicatriz que queda donde el cordón umbilical solía unir al gatito con su mamá. A través de esta conexión, la mamá del gato aporta nutrientes vitales y oxígeno al gatito mientras crece, y por donde elimina los residuos. Después de nacer, el cordón se separa de la placenta, se seca y cae. Lo que queda es una cicatriz pequeña y apenas elevada.
Aunque el proceso es similar en los humanos, nosotros cortamos el cordón umbilical y pinzamos el tramo restante. Este resto se cae después de unas semanas, dejando un ombligo cerrado. A diferencia de lo que se cree, los médicos explican que no es cierto que la forma en que se corta y pinza el cordón umbilical determine la forma posterior del ombligo.
Entonces, ¿por qué los humanos tenemos el ombligo hacia dentro y los gatos no? Los científicos, los veterinarios y los médicos no están muy seguros, pero puede que se trate de la cicatrización progresiva de la cicatriz del cordón umbilical de los gatos, del grosor de su piel o de cómo se fija su cordón umbilical.
¿Hay problemas de salud asociados al ombligo de los gatos?
Si la zona que rodea al cordón umbilical está enrojecida, oscura o irritada, tu gatito podría tener una infección de la piel o de la sangre. Lo debe ver un veterinario inmediatamente. Si parece que tu gatito tiene el ombligo hacia afuera, es posible que tenga una hernia umbilical.
«Una hernia umbilical es una afección en la que el ombligo no se ha cerrado», explica el Dr. Grewal. El contenido abdominal, como la grasa y los intestinos, puede sobresalir en la capa de piel donde debería estar el ombligo. Eso no quiere decir que veas el contenido fuera del cuerpo, a plena vista. Según el Hospital Veterinario Thomasville, este contenido se puede ver como una ligera hinchazón, protuberancia o protrusión blanda por debajo de la piel.
Las hernias umbilicales son el tipo más frecuente de hernia en los gatitos y son especialmente comunes entre los gatitos adoptados huérfanos. Es necesario estimular a los gatitos alimentados con biberón, pero una manipulación excesiva de la tripa podría afectar a la cicatrización del ombligo. Los veterinarios aún no comprenden totalmente las causas naturales de las hernias umbilicales de los gatitos.
Por lo general, las hernias umbilicales no causan ningún problema médico, y es posible que el veterinario recomiende esperar a que una hernia umbilical pequeña se cure por sí sola. Sin embargo, las protusiones más grandes o graves pueden requerir una intervención quirúrgica.
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Conclusiones
El ombligo es el resultado de la conexión entre el gatito y su madre. El proceso de parto de los gatitos puede conllevar riesgos para la madre y sus pequeños. Los defectos congénitos en gatitos, como las hernias umbilicales, no se comprenden del todo, son difíciles de predecir y pueden ser difíciles de tratar. Todos los gatitos recién nacidos (y las demás mascotas) deben visitar al veterinario tan pronto como sea seguro que viajen para hacerles una exploración completa. Algunos defectos congénitos, como los soplos cardíacos, no se pueden diagnosticar sin hacer una exploración.
Esterilizar a los gatos antes de que alcancen la madurez sexual es la única forma segura de prevenir defectos de nacimiento en los gatitos, especialmente en los que puedan nacer en la calle y sin los cuidados adecuados.
Los gatos de raza pura pueden ser más susceptibles a defectos congénitos por tener un grupo genético más pequeño. Hay razas, como el devon rex de pelo rizado o el scottish fold con sus peculiares orejas, que se crían precisamente por estos defectos congénitos. Pero todos los gatos, como los infrecuentes gatos blancos, pueden nacer con defectos por cuestión de azar, la genética o la desnutrición de la madre durante la gestación.