Al igual que los humanos, los perros pueden infectarse con salmonela, la bacteria más comúnmente asociada a la intoxicación alimentaria. Estas bacterias residen en nuestros órganos digestivos y pueden causar síntomas desagradables, como diarrea y vómitos.
Sin embargo, “las infecciones por salmonela en perros son relativamente poco frecuentes”, afirma Brian C. Hurley, doctor en medicina veterinaria y director médico nacional de AmeriVet. “El sistema inmunitario de la mayoría de los perros puede defenderse de las bacterias, y sus sistemas digestivos son capaces de manejarlas sin problemas”. No obstante, alimentar a tus perros con comida cruda puede aumentar su riesgo de salmonela, especialmente si tienen un sistema inmunológico debilitado.
Te alegrará saber que la salmonelosis se puede tratar. “Sin embargo”, dice Hurley, “algunas infecciones por salmonela son graves y pueden llevar a la sepsis [infección grave en la sangre], en cuyo caso el resultado puede ser menos favorable”. Si tu perro comienza a mostrar síntomas, es de vital importancia llevarlo al veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Echemos un vistazo a los síntomas y veamos cómo prevenir la infección tanto para ti como para tu perro.
Síntomas de la salmonela en los perros
Si tu perro tiene una intoxicación por salmonela, es probable que te des cuenta rápidamente. “La salmonela puede aparecer a las 72 horas de haberse infectado”, explica Hurley.
Los síntomas pueden persistir de forma constante durante varios días o una semana, pero pueden seguir manifestándose durante varias semanas. Los estudios muestran que la bacteria puede encontrarse en las heces de un perro infectado hasta seis semanas o más después de la infección inicial.
Muchos de los síntomas observados en los perros con intoxicación por salmonela son los mismos que en los humanos. Por ejemplo, tanto los humanos como los perros pueden experimentar vómitos, diarrea, calambres estomacales y fiebre.
Sin embargo, muchos perros pueden tener la bacteria de la salmonela en su sistema digestivo y no mostrar ningún signo o síntoma. Los humanos pueden tener salmonela en sus sistemas y ser asintomáticos, pero esto es menos común.
Síntomas comunes de la salmonela en los perros
Estos síntomas son algunos de los más frecuentes:
- Diarrea aguda
- Vómitos
- Pérdida del apetito
- Deshidratación
- Ganglios linfáticos inflamados
- Letargo
- Aumento del ritmo cardíaco
- Depresión
Si tu perro muestra signos de intoxicación por salmonela, llévalo al veterinario.
Síntomas graves de salmonela en los perros
Si tu perro empieza a presentar alguno de estos síntomas, llévalo de inmediato al veterinario.
- Fiebre persistente
- Shock
- Pérdida de peso descontrolada
- Pérdida de sangre
- Infecciones no intestinales
- Diarrea prolongada (durante más de 3-4 semanas)
- Aborto espontáneo en perras gestantes (síntoma poco frecuente)
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¿Cómo se contagian los perros de salmonela?
Los estudios de investigación sugieren que alrededor del 2,5 % de los perros se infectan en algún momento, y hay varias formas en que esta bacteria puede ingresar a sus cuerpos.
Una de las principales formas en que los caninos se infectan de salmonela es la misma que la de los humanos: mediante el consumo de alimentos o agua contaminados. Los estudios han revelado que los perros que comen alimentos crudos tienen más riesgo de intoxicación alimentaria. El calor durante la cocción ayuda a matar las bacterias dañinas, pero los alimentos crudos no pasan por este proceso.
En raras ocasiones, los alimentos comprados en tiendas pueden contener salmonela e infectar a tu perro. Sin embargo, los productores de alimentos cuentan con estrictos controles, y cualquier producto que se sepa que está infectado será retirado por la administración responsable lo antes posible. Si un alimento ha sido retirado del mercado, es importante que no se lo des a tu mascota.
También existe otra vía mediante la cual los perros pueden infectarse con salmonela. Como la bacteria se encuentra en las heces de los animales, pueden infectarse si comen o lamen alguna caca. Hurley revela que la bacteria también puede transmitirse a través de la saliva, por lo que si tu perro comparte un cuenco con otro perro infectado, por ejemplo, existe la posibilidad de transmisión.
Perros que corren más riesgo
Algunos caninos son más susceptibles a la infección y menos capaces de combatir la bacteria de la salmonela una vez que entra en sus sistemas.
Por ejemplo, explica Hurley, “los perros con sistemas inmunitarios más débiles corren mayor riesgo de contraer infecciones, al igual que los cachorros y los perros mayores que tienen sistemas inmunitarios más débiles”. Además, los caninos sometidos a mucho estrés o que han padecido enfermedades simultáneas también pueden tener la inmunidad debilitada.
Además, añade, los perros que toman antibióticos pueden ser más vulnerables “debido a los cambios en [su] flora intestinal”.
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¿Cómo diagnostican los veterinarios la salmonela en los perros?
Para empezar, tu veterinario te explicará lo básico. Hurley dice que se tomará el historial médico de tu perro, ya que esto “ayudará al veterinario a determinar si la salmonela es un posible diagnóstico”. A continuación, el veterinario repasará los síntomas de tu perro y realizará una exploración física.
Si se sospecha de salmonela, el veterinario puede realizar más pruebas para confirmarlo. Hurley señala que entre ellas se encuentran:
- Cultivo de heces
- Análisis de sangre
- Cultivos de sangre, si hay sepsis
Es crucial atender la intoxicación por salmonela lo antes posible, para que los tratamientos puedan comenzar tan pronto como se haga el diagnóstico.
Tratamientos para la salmonela en los perros
Buenas noticias: puedes ayudar a tu perro si está enfermo de salmonela. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, los tratamientos van desde medidas caseras hasta medicamentos prescritos por el veterinario.
- Hidratación en casa. Los síntomas, como los vómitos, la fiebre y la diarrea, hacen que tu perro pierda fácilmente líquidos y se deshidrate. Asegúrate de que su cuenco de agua esté lleno y échale una mano si está cansado o débil.
- Probióticos. Hurley señala que, en los casos de salmonela sin complicaciones, dar a tu perro probióticos puede contribuir a su recuperación. Los probióticos son bacterias “buenas” que ayudan a restablecer una flora intestinal sana, lo que contribuye a reforzar la inmunidad. Los suplementos probióticos para perros son fáciles de conseguir, pero consulta con tu veterinario antes de dárselos a tu perro.
- Fluidos intravenosos. Los perros que se encuentren muy mal y sufran vómitos o diarreas extremas pueden no ser capaces de retener líquidos. En estos casos, el veterinario puede administrar líquidos por vía intravenosa, es decir, inyectados directamente en la vena. Esto garantiza que el cuerpo reciba completamente el líquido.
- Antibióticos o esteroides prescritos por el veterinario. El veterinario puede recetar medicamentos en los casos más graves de infección por salmonela, sobre todo si el perro tiene mucha diarrea. Los antibióticos se administran para combatir las bacterias, mientras que los esteroides pueden utilizarse para ayudar a prevenir efectos secundarios más graves.
- Transfusión de sangre. En casos muy raros de salmonela entre los perros, la infección puede derivar en problemas más graves, como pérdida de sangre o intoxicación sanguínea. Por ello, los veterinarios pueden realizar una transfusión para introducir sangre fresca y plaquetas en el organismo y reponer sus reservas.
Nadie quiere ver a su amigo peludo mal o con molestias. Pero es importante recordar que las infecciones por salmonela suelen desaparecer por sí solas, y la mayoría de los perros se recuperan por completo con descanso, hidratación y mucho cariño.
¿Puede mi perro contagiarme la salmonela?
Por desgracia, si tu perro tiene salmonela, existe la posibilidad de que te contagie la infección. Sin embargo, el riesgo de contagio es bajo: la Universidad de Glasgow afirma que alrededor del 3% de las infecciones de salmonela en humanos provienen de los animales de compañía.
La salmonela es una enfermedad zoonótica, que según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) “está causada por gérmenes que se propagan entre animales y personas”.
Sin embargo, no todas las enfermedades zoonóticas se propagan de la misma manera. En el caso de la salmonela, la infección suele transmitirse por vía fecal. Si no te lavas bien las manos después de ir al baño o de limpiar los desechos de tu mascota, existe la posibilidad de que los gérmenes de la salmonela se transfieran a los objetos que tocas, incluida la comida. Comer alimentos contaminados o utilizar utensilios contaminados puede ponerte a ti (y a tu perro) en riesgo de desarrollar salmonela.
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¿Cómo puedo evitar que mi perro y yo nos contagiemos de salmonela?
La salmonela puede ser muy desagradable, por lo que querrás evitar que tu perro se contagie, ¡y que te pase los gérmenes a ti!
Existen varias medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de infección y la transmisión, como por ejemplo:
- Evitar alimentar a tu perro con carne cruda o poco hecha
- “Procura tener una buena higiene cuando comas y cocines”, afirma Hurley.
- No dejes que tu perro coma restos de comida “humana” (especialmente los que le dan otras personas)
- Lávate siempre bien las manos después de manipular las heces de tu perro
- Lávate bien las manos (o mejor aún, ponte guantes) después de limpiar el vómito de un perro enfermo
- Lava bien los cuencos de comida y agua de tu perro con regularidad
- Limpia siempre las cacas de tu perro para “minimizar la contaminación del medio ambiente”, dice Hurley.
- No le des a tu perro ningún alimento retirado del mercado
Conclusiones
La intoxicación por salmonela es relativamente poco común en los perros. Sin embargo, los síntomas pueden ser graves y, en algunos casos, mortales, sobre todo entre los perros más mayores y los más jóvenes. Así que siempre es esencial tomar medidas para minimizar la infección.
Uno de los mejores enfoques que puede adoptar un dueño es garantizar una buena higiene alimentaria. Si evitas dar a tu perro comida sin cocinar, te aseguras de que la comida se almacena correctamente y te lavas siempre las manos antes y después de preparar la comida, reducirás en gran medida el riesgo de que tu perro sufra los efectos de la salmonela.
Si crees que tu perro podría tener salmonela, es importante hacerle un chequeo, ya que el tratamiento temprano es un factor crucial en su recuperación. Como afirma Hurley: “siempre que tu mascota esté enferma, es esencial que te pongas en contacto con tu veterinario”.