Hay mucho que hacer cuando amplías la familia con un nuevo cachorro. Aparte de darle amor y protección, recaen en ti todas las responsabilidades: desde su socialización a su adiestramiento. Casi nada, ¿verdad?
Aunque tener un nuevo cachorro en casa es un gran compromiso, no tiene por qué ser complicado. Si te informas un poco (como estás haciendo ahora), no tendrás ningún problema.
Como adiestradora profesional certificada de perros, estas son las 10 primeras recomendaciones que hago a mis clientes para su nuevo cachorro.
1. Compra estos artículos básicos
Tu trabajo como dueño de un cachorro empieza antes de llevártelo a casa. Comprar unos cuantos artículos básicos va a garantizar el bienestar de tu cachorro a la vez que a ti te hacen la vida mucho más fácil.
Asegúrate de tener lo siguiente a mano el día que tu cachorro entre por la puerta:
- Un parque para perros o barrera de seguridad para tener un espacio cerrado para tu cachorro cuando no lo puedas supervisar.
- Juguetes como un KONG, que se puede rellenar con comida.
- Snacks como tiras de ternera u orejas de cerdo, que pueden satisfacer sus ansias de morder y masticar. Evita los huesos de cuero (que pueden provocar atragantamientos y problemas estomacales) y los juguetes de plástico para morder.
- Un arnés y una correa. Nunca uses un collar de ahorque, de pinchos o eléctrico con un cachorro (¡o con cualquier perro!). Evita las correas retráctiles (flexibles).
- Un limpiador enzimático similar para eliminar feromonas si se produce algún “accidente urinario”.
- Alimentos y chuches para perros. Escoge marcas de alta calidad que no abusen de cereales como relleno. En cuanto a las chuches, asegúrate de tener algunas opciones de “alto valor” y aptas para el consumo humano, como pechuga de pollo, perritos calientes, pavo u otra carne magra, así como queso. ¡La comida para bebé mezclada con carne, calabaza o patatas siempre triunfa!
2. Ponle un collar, una placa de identificación y un microchip
Aunque tu cachorro sea demasiado pequeño para salir durante los primeros días, asegurarte de que tienen una identificación adecuada desde el primer día es importante en caso de emergencia. Muchas tiendas de mascotas te pueden hacer la placa o, si lo planeas con antelación, también puedes comprar una por internet.
Tu placa debería contener la siguiente información:
- El nombre del perro y el tuyo
- Tu dirección
- Tu número de teléfono
- Tu dirección de correo electrónico
Si hay espacio en la placa, también está bien incluir el número de teléfono de tu veterinario.
Y hablando de veterinarios, prepárate para pedirle al tuyo que ponga un microchip a tu cachorro (si no lo lleva ya) durante vuestra primera visita. ¡Y no te olvides de registrar el chip por internet con tu información de contacto!
3. Apúntale a clases para cachorros
Aunque tengas pensado adiestrar a tu cachorro tú mismo, a tu peque también le irá bien aprender en un entorno lleno de otros perros y humanos. Es posible que las clases de “modales” para cachorros tengan lista de espera, ¡así que apúntate tan pronto como puedas!
4. Deja a tu cachorro solo
Sí, sabemos que acabas de traer a tu cachorro a casa y lo último que quieres hacer es alejarte de esa bolita de pelo, pero hacer exactamente eso es vital para tener un buen futuro juntos.
En los primeros días de tener al cachorro en casa, es posible que nunca en su vida haya estado solo. Puedes ayudarlo a aprender que estar solo no da miedo dejándolo solo durante cortos periodos de tiempo el primer día. Prueba a poner a tu cachorro dentro de su espacio delimitado durante cinco minutos e irte de casa. Dale el KONG u otro juguete que contenga comida antes de marcharte para que tu ausencia no le resulte tan amarga.
Es normal que lloriquee o que ladre. Espera a que deje de hacerlo momentáneamente y entra de nuevo. No deberías regresar cuando el perro está ladrando o lloriqueando, ¡si no va a aprender que vocalizar es un modo efectivo de que vuelvas! Tras el periodo de cinco minutos, prueba a ausentarte 10 minutos, 20 minutos, 40 minutos, etc.
5. Ayúdale a sentirse cómodo con el tacto
Tu cachorro va a tener que acudir a varias visitas al veterinario durante sus primeros meses de vida. Si le acostumbras a ir atado o a que le presionen o pellizquen zonas sensibles le ayudarás a que estas experiencias sean menos estresantes.
Con un arsenal de chuches al lado, toca las orejas de tu cachorro, ábrele la boca, sujétale las patas y levántale la cola. Cada vez que toques una de estas zonas, dile “¡sí!” y prémialo con una chuche. Si el cachorro muestra signos de malestar, ve más despacio. Abrazarlo, llevarlo en brazos o envolverlo en una toalla te ayudará a preparar a tu cachorro para los tipos de restricciones que pueden experimentar en el veterinario.
6. ¡Socializa, socializa, socializa!
La socialización seguramente es la tarea más importante que tienes como dueño de un cachorro. Aunque tu perrito no haya recibido todas las vacunas y no pueda salir, es esencial introducirlo al mundo ya sea llevándolo en brazos, en una bolsa o carrito o sentándote con él en una manta en algún espacio público.
Prémialos para ver el mundo pasar o cuando alguien saluda, pero no les presiones demasiado. El objetivo es que tu cachorro forme asociaciones positivas con nuevos panoramas y sonidos, en vez de asustarse. Si aún no tiene todas las vacunas, nunca dejes que salude a perros desconocidos.
Algunas indicaciones importantes para la socialización incluyen:
- Ir en coche
- El ruido de tráfico y autobuses
- Oscuridad y lluvia (o nieve, si es posible)
- Niños de todas las edades
- Monopatines y bicicletas pasando
- Gente mayor o con discapacidad en sillas de ruedas, con andadores o muletas
7. Comienza el adiestramiento jugando
Jugar ofrece un montón de oportunidades de aprendizaje a los cachorros. Los juguetes de peluche y de cuerda pueden ayudar a tu perro a controlar sus impulsos si solo le permites que te los quite cuando tiene sus cuatro patas en el suelo (deberías hacer desaparecer el juguete detrás de ti si no lo hace).
Enséñale a tu cachorro el comando “suéltalo” intercambiando un juguete por otro o por una chuche. Además, enséñale el comando “déjalo” cubriendo el juguete con tu mano, diciéndole a tu cachorro “déjalo” y esperando pacientemente hasta que se dé la vuelta. Después, prémialo con el juguete.
Enseña a tu perro a recordar diciendo “Fido, ¡ven aquí!” con un tono de voz feliz, alejándote de él rápidamente y premiándolo cuando dejes de moverte. También puedes jugar al escondite en casa o en un patio cerrado.
8. Acostumbra a tu perro al arnés y a la correa
Un cachorro no sabe qué es un arnés o una correa la primera vez que ve estos objetos y, al principio, le pueden resultar demasiado restrictivos.
Desensibiliza del arnés a tu cachorro mostrándoselo y premiándolo por mirarlo. Repítelo hasta que se alegre de ver el arnés. Después, intenta deslizarlo sobre su cabeza, recompénsalo de nuevo y quítaselo. Repite estos pasos hasta que veas una reacción positiva (o al menos neutral) al arnés y después da el siguiente paso para abrocharlo usando el mismo método de refuerzo positivo.
Cuando ya hayas conseguido ponerle el arnés, añade la correa. Para ayudar a tu cachorro a aprender a no morderla, muévela ante sus ojos. Dile “¡sí!” y prémialo si no la muerde. Si mordisquea la correa, dile “suéltala” e intercambia la correa por una chuche; después vuelve a intentar mover la correa ante tu cachorro.
9. Lleva a tu perrito a encuentros para cachorros
Aunque tu cachorro no podrá interactuar con la mayoría de los perros hasta que esté totalmente vacunado, tras su segunda serie de vacunas (normalmente hacia las 10-12 semanas de edad) podrá asistir a encuentros para cachorros de perros de su misma edad. Busca un grupo social o de juegos organizado por un adiestrador canino para que tanto tú como tu cachorro podáis aprender a identificar buenas interacciones e interacciones “exageradas”.
10. Dale un adiestramiento básico
Nunca es demasiado pronto para que tu cachorro comience a aprender las órdenes básicas como sentarse, tumbarse, quedarse quieto e irse a la cama. Tanto si lo llevas a clases, contratas a un adiestrador privado o te encargas tú mismo con ayuda de buenos manuales de instrucciones, cuanto más pronto empieces con las órdenes de adiestramiento, más rápido se convertirán en algo natural para tu perro.
Imagen destacada cortesía de Karen Warfel de Pixabay