Después de bañar a tu perro…
Es posible que se vuelva loco. En serio. Experimentan una explosión de actividad. “Mi perra, Vera, parece poseída después de bañarla. Corre, ladra y se pone a escarbar en la alfombra como loca, es muy raro”, dice riendo la redactora de Rover Irene Keliher.
No es la única que lo cuenta. Los perros se ponen como locos tras bañarlos por diferentes razones: sienten desde alivio a felicidad, pasando por un deseo instintivo a volver a un olor que les resulte más familiar. Tanto si lo llamas FRAP (en inglés) como ataque de locura, la hiperactividad postbaño es real. Te contamos más a continuación.
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Ansiedad por el baño
A menos que tengas un perro al que le encante la hora del baño, ya sabes cómo va la cosa. Tu peludo se ha revolcado en caca ajena, se ha metido en un charco lleno de barro o simplemente ya le toca bañarse, y entonces empieza lo “bueno”. Tan pronto como tu perro sabe que lo vas a meter en la bañera, sus niveles de estrés se disparan.
Cuando el baño termina, tu perro necesita desahogarse. La única forma de expresarlo es corriendo arriba y abajo como loco. Está canalizando la energía nerviosa.
Si tu perro odia la hora del baño, echa un vistazo a esta guía de un adiestrador (en inglés) para calmarle la ansiedad que siente cuando lo bañas.
Nuevo olor extraño
Todos sabemos que un perro con el pelo húmedo puede apestar (en inglés). Los humanos queremos que nuestros peludos huelan a rosas, a jabón de Marsella, a sábanas limpias, a pepino, a miel, o a lo que sea menos a perro. La Asociación Americana de Productos para Mascotas publicó un informe que demostraba que los dueños de perros se gastan más de cinco mil millones de dólares al año en servicios y productos relacionados con el aseo de las mascotas. Y hay una alta demanda de champús perfumados para perros (en inglés).
Un perro recién bañado es lo más para un humano, ¿pero el perro se siente igual? Pues no. Su sentido del olfato está más desarrollado que el nuestro (ya sabemos qué hacen dos perros cuando se saludan, ¿verdad?), de hecho es como perciben el mundo (en inglés). Lo que les pasa a los perros después de bañarse es que están cubiertos de un olor raro y desconocido.
¿La solución? Ponerse a correr y a revolcarse en todo lo que puedan para sacarse este nuevo olor y volver al de antes. Querer oler a caca, a suciedad y a hierba está en el ADN perruno.
El secado
La respuesta a por qué los perros enloquecen después de bañarlos puede ser tan simple como para secarse. Si alguna vez has visto a un perro sacudirse con todas sus fuerzas tras nadar, este tipo de comportamiento no te va a sorprender. Un perro con el pelo húmedo va a sacudirse, sí, pero también va a hacer cosas como revolcarse en la alfombra, en tu cama y en el sofá para secarse.
Tan simple como esto.
Puedes prevenir una parte del pequeño desastre, y hasta quizás que se revolque, invirtiendo en una toalla absorbente para perros (en inglés) y así quitarle la mayor parte de la humedad antes de que empiece a enloquecer.
“Ataques posbaño”
Los periodos aleatorios de actividad frenética, lo que en inglés se conoce como FRAP o zoomies, es algo que la mayoría de perros experimentan, sobre todo los más jóvenes. De repente, todo es SUPERDIVERTIDO, y no pueden contener la emoción. Bañarse, sin duda, les puede provocar “ataques” de este tipo.
Después de todo, tras un rato “reprimidos” les toca soltarse. Estos ataques de actividad son una expresión de alegría más que de alivio, aunque lo de correr y revolcarse pueda ser similar en ambos casos.
No hay nada malo en que tu perro tenga estos ataques tras el baño. Si causa problemas (como mojar los muebles o revolotearlo todo) quizás te ayude encerrarlo en una zona segura hasta que se calme (por ejemplo, en una verja para perros). Si no, relájate y ríete un rato. Los perros son cabezas de chorlito adorables, ¿no crees?