- No sustituye a consejo veterinario profesional.
Hay varios motivos por los que un gato puede temblar: desde causas leves con soluciones sencillas hasta problemas más complejos que requieren atención veterinaria.
Con ayuda de la doctora Rebecca Greenstein, asesora médica veterinaria de Rover.com y veterinaria principal del Kleinburg Veterinary Hospital, vamos a hacer un repaso de los motivos frecuentes por los que puede temblar un gato, a qué prestar atención y qué hacer al respecto.
Por qué tiembla mi gato: 8 motivos, signos y tratamiento
Presentamos 8 razones comunes que pueden ayudarte a responder a la pregunta “¿por qué tiembla mi gato?” Tú eres quien mejor conoce a tu gato, así que si el temblor es repentino o inusual y te preocupa, no dudes en consultar a un veterinario.
Sin más preámbulos, estas son algunas de las posibilidades que puede haber tras los temblores de tu gato:
1. Ansiedad o estrés
Es posible que su gato se agite cuando se encuentra en una situación que le cause estrés o ansiedad, como que venga una nueva persona al hogar o que haya ruidos fuertes, como fuegos artificiales.
Síntomas:
Si las sacudidas que experimenta tu gato parecen temblores, o van acompañadas de comportamientos destructivos, intentar esconderse, necesitar escaparse o hacer sus necesidades en lugares inapropiados, pueden ser señales de que tu gato está teniendo problemas de ansiedad. Es importante identificar cuál es el desencadenante o el origen de la ansiedad de tu gato.
Tratamiento:
Dependiendo del gato, de su respuesta a la ansiedad y de los desencadenantes, puede comenzar observándolo de cerca para identificar la fuente de ansiedad. Un primer curso de acción puede ser para ayudarle a superar su ansiedad con mucha paciencia y refuerzo positivo. Sin embargo, en algunos casos, la ansiedad de un gato puede ser tan grave que requiera intervención médica. Si la ansiedad de tu gato es extrema y no responde al refuerzo positivo en casa, ponte en contacto con tu veterinario, que puede prescribirle medicación.
iStock/Mary Swift
2. Temperatura
Puede que la temperatura corporal de tu gato esté detrás de su agitación. Tu gato puede sufrir hipertermia (generalmente por encima de los 39 grados) o hipotermia (generalmente por debajo de los 38 grados). La forma más fácil de saber si es la temperatura corporal la que causa los temblores de tu gato es utilizar un termómetro para mascotas.
Síntomas:
Además de los temblores provocados por la fiebre, otros síntomas de la hipertermia pueden ser jadeo, babeo, letargia e incluso, en algunos casos, vómitos, diarrea, confusión o enrojecimiento de la boca o de las encías. Con la hipotermia, el temblor también puede acompañarse de frío o transpiración en las extremidades, así como de una desaceleración del latido cardíaco y de la respiración que puede conducir a un coma.
Tratamiento:
Tanto si la temperatura de tu gato es demasiado alta o demasiado baja, se trata de una emergencia que requiere la intervención inmediata del veterinario. Aunque existen remedios caseros para ayudar a elevar o a disminuir la temperatura corporal de tu gato (por ejemplo, envolverlo en mantas o aplicar agua fresca) hasta que llegues a un veterinario, se trata de situaciones que en ningún caso deben resolverse sin la ayuda de un veterinario. La hipotermia puede ser letal y la hipertermia o fiebre puede ser síntoma de un golpe de calor o de una infección subyacente.
3. Niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia)
La hipoglucemia se observa con mayor frecuencia en gatitos jóvenes o en gatos diabéticos. Hay gatos que pueden experimentar temblores cuando comienzan a tratarse con insulina. Este síntoma también puede estar relacionado con tumores pancreáticos o infecciones generalizadas.
Síntomas:
Los temblores ocasionados por un nivel bajo de azúcar en la sangre, especialmente cuando alcanza niveles críticos, se asemejan a convulsiones. Se trata de una emergencia.
Tratamiento:
En caso de una bajada de azúcar en sangre, acude inmediatamente a un veterinario.
4. Dolor o lesión
Los gatos pueden temblar como consecuencia de un dolor o de una lesión que presenten. Busca pistas sobre el origen del dolor.
Síntomas: Los temblores debidos a dolor o lesión son amplios. Comprueba si hay manifestaciones externas, como heridas o hinchazón. Si no hay ninguna manifestación externa evidente, observa si tu gato se encorva o si no está comiendo. Esto puede apuntar a una fuente de dolor no visible externamente.
Tratamiento:
El tratamiento varía mucho en función de la causa del problema. Una pierna rota requerirá un enfoque muy diferente al de una fuente interna de molestias. Tanto si es obvio como si no, se recomienda una visita al veterinario para tratar la lesión si es aparente o cursar un análisis de laboratorio para determinar el origen de las molestias si no está claro.
5. Enfermedades
Los temblores pueden darse en varias enfermedades, pero si una enfermedad es la causa, es probable que se combinen con otros signos delatores.
Síntomas:
Además de los temblores, ¿tiene tu gato pérdida de apetito, letargia, vómitos, diarrea o cambios de comportamiento? Pueden ser signos de una enfermedad sistémica.
Tratamiento:
El tratamiento depende de la causa subyacente. Es crucial visitar al veterinario para determinar el origen, que podría ser desde una infección hasta una enfermedad de la vesícula biliar pasando por muchas más posibilidades. El veterinario explorará a tu gato y probablemente le haga un análisis de sangre y de laboratorio.
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6. Alergias
Aunque no es tan frecuente, un temblor ligero puede estar relacionado con alguna alergia.
Síntomas:
Los temblores de cabeza pueden estar relacionados con una alergia, con una infección de oído, o incluso con algo más grave (consulte la siguiente entrada). Busca otros síntomas de alergia, como picazón, estornudos o irritación.
Tratamiento: Tu veterinario puede ayudarte a determinar qué causa las alergias de tu gato y a recetar esteroides, antihistamínicos y otros medicamentos para aliviarlas.
7. Problema neurológico
Aunque los temblores de cabeza pueden estar relacionados con alergias, este tipo de sacudidas también pueden deberse a un problema más grave: un trastorno neurológico.
Síntomas:
Los temblores de cabeza desde muy corta edad pueden indicar que hay partes del cerebro poco desarrolladas. Otras afecciones neurológicas pueden incluir convulsiones, babeo, mirada perdida y cambios de comportamiento, además de los temblores de cabeza.
Tratamiento: Un trastorno neurológico es un problema grave que requiere la consulta inmediata de su veterinario.
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8. Sueño profundo
¿Tu gato tiembla o se retuerce durante cuando duerme? No es raro que los gatos hagan movimientos durante un sueño REM reparador. Si te preocupan, despierta suavemente a tu gato y los movimientos deberían cesar. Pero ¿qué pasa si los movimientos continúan? Sigue leyendo.
Síntomas:
En el caso de que estos movimientos involuntarios continúen en el estado de vigilia de tu gato, hay varias posibilidades. Presta atención a otros posibles síntomas, además del temblor. Podría ser el resultado de un trastorno neurológico (ver arriba), de un traumatismo (ver Dolor o lesión), de la ingesta de una toxina o de trastornos musculares (ver Enfermedades).
Tratamiento: Si las sacudidas de tu gato están presentes tanto durante el sueño como durante la vigilia, el curso de acción adecuado depende de la causa. Tu veterinario puede hacer pruebas para descubrir la causa y el tratamiento.
¿Por qué tiembla mi gato? Conclusiones
Los gatos pueden temblar por muchos motivos y, aunque algunos son perfectamente saludables (por ejemplo, cuando sueñan mientras duermen), otros pueden ser bastante graves y requerir la atención de un veterinario, como un trastorno neurológico. Dado que las causas pueden ser muy variadas, es importante prestar atención al estado general de tu gato.
—Su arenero dice mucho de ellos —dice la doctora Greenstein, que señala que los hábitos de higiene de un gato y sus deposiciones ofrecen mucha información sobre su estado de salud general. La doctora Greenstein también aconseja buscar cambios drásticos en el comportamiento del gato, en su nivel de actividad y en el estado de su pelaje. Todo esto puede apuntar a algún problema de salud.
En cuanto a la salud mental del gato, vigila los posibles factores que puedan desencadenar ansiedad en tu gato. ¿Te has mudado hace poco? ¿Hay ruidos fuertes molestos? Observar de cerca el comportamiento de tu gato te ayudará a determinar y hay algo en su entorno que le molesta.
La doctora Greenstein señala que en la era de los comederos automáticos puede ser difícil controlar los hábitos alimenticios de tu gato, pero que también es necesario prestar atención a su alimentación, no solo para evitar la sobrealimentación, sino también para detectar cualquier pérdida de apetito, que puede indicar un problema de salud.
Greenstein aconseja realizar revisiones anuales con análisis de sangre y de laboratorio para mantener a tu gato sano y detectar cualquier problema potencial subyacente.
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