Primero lo primero, ¿qué diablos es un labradoodle? Este adorable y enérgico torbellino de pelo y patas es un cruce de otras dos razas caninas muy populares, el labrador y el caniche o “poodle” en inglés. De hecho, el labradoodle es el cruce de razas que desató toda la locura por los doodles: pensados originalmente como un nuevo tipo de perro guía hipoalergénico, estos perros han ganado rápidamente popularidad como mascotas. ¡Y no es para menos! Con su aspecto de osito de peluche, su pelaje rizado y, admitámoslo, sus travesuras a veces extravagantes, son los grandes favoritos de las familias y, bueno, de casi todo el mundo.
¿Es un labradoodle el tipo de perro adecuado para ti? Hay muchas cosas a tener en cuenta cuando incorporas un perro a tu vida, así que hemos cubierto casi todo lo que necesitas saber en este perfil exhaustivo de la raza.
Características de la raza
Leyenda
- Baja
- Mediana
- Alta
- Origen: Australia
- Tamaño:
- Peso: 22–27 kilos (estándar), 13–20 kilos (mediano), 7–11 kilos (miniatura)
- Nivel de actividad:
- Nivel de ladridos/aullidos:
- Idoneidad para otros perros: yes
- Idoneidad para niños: yes
- Idoneidad para gatos:
- Muda:
- Frecuencia de acicalamiento:
- Nivel de adiestramiento:
Apariencia del labradoodle
Al ser una raza mixta, los labradoodles pueden diferir de un perro a otro en su aspecto, incluyendo el tamaño, el color y el estilo del pelaje, dependiendo de los padres originales. Las variaciones pueden ser aún mayores de una camada a otra cuando los padres son dos labradoodles. Esta es en parte la razón por la que este adorable cruce no tiene un estándar de raza oficial del American Kennel Club. Así pues, hay que tener en cuenta un buen número de variaciones, pero también hay algunos rasgos distintivos de los labradoodles que diferencian a esta raza de sus parientes cercanos.
El tamaño de un labradoodle depende en gran medida de si su ascendencia caniche es estándar, miniatura o toy. Su pelaje puede variar tanto como el de sus padres, y puedes encontrar algunos labradoodles con nombres de colores de lo más extravagantes, como café, tiza, pergamino o albaricoque. Pero los colores más comunes son los clásicos: caramelo, chocolate o crema. La textura de esos pelajes de distintos colores también se presenta en diversas variedades: el pelaje de vellón suave, ondulado o muy rizado (y muy chic), el pelaje de lana al estilo caniche y el pelaje de pelo, que es más liso y más parecido al tipo de pelaje de sus padres labradores.
Su cuerpo suele ser más robusto y redondeado que el esbelto cuerpo del caniche. Su cabeza está adornada con las clásicas orejas largas y caídas, mientras que su cara tiende a parecerse más a la de un labrador, con un hocico más largo y redondeado. También pueden parecerse un poco a los ositos de peluche, pero quizá no tanto como otros cruces de caniche, como el cavapoo, el yorkiepoo y otros.
Personalidad del labradoodle
Resultado de un cruce intencionado entre un caniche y un labrador retriever, los labradoodles empezaron su andadura (y su simpático nombre) en la década de 1980. Como son bebés de los 80, son una raza que aún se está formando y todavía no tiene un temperamento ni un aspecto consistentes. Algunos doodles se parecen mucho a los caniches: son inteligentes, reservados y tranquilos, con un fino pelaje hipoalergénico que puede requerir mucho trabajo. Algunos se parecen más a los labradores: son niños revoltosos de corazón con pelaje que mudan a menudo.
Todos los labradoodles tienen en común su amor por sus familias y la gran ética de trabajo que caracteriza tanto a los labradores retriever como a los caniches.
Entorno ideal para un labradoodle
Lo mejor para ellos es una casa, pero pueden adaptarse a la vida en la ciudad con suficiente ejercicio y estimulación. Son perros enérgicos que necesitan al menos 30-60 minutos de ejercicio al día, a veces más. Rápidamente te harás una idea de cuánto ejercicio quiere tu labradoodle si muestra signos de cansancio tras varias rondas de traer la pelota en el parque, o tras estirar bien las patas. Son lo suficientemente activos como para acompañarte en largas caminatas o carreras, pero una vez hecho esto, les encanta relajarse con el resto de la familia.
Y lo cierto es que son unos perros de familia maravillosos, muy divertidos y juguetones, y además tienen un carácter afable, por lo que son estupendos con los niños, así que no es de extrañar que tantas familias de todo el mundo hayan decidido añadir un labradoodle a su prole.
Si en tu familia hay un hueco con forma de perro, cariñoso, activo y amante de la diversión, un labradoodle podría ser la elección perfecta.
Los labradoodles necesitan mantenerse activos física y mentalmente. Si te comprometes a prestarle mucha atención y estímulos, disfrutarás de un perro feliz y bien educado. Son grandes compañeros de footing, y se sienten igual de cómodos en un circuito de agility que en tu sofá o incluso en tu cama.
Humano ideal para un labradoodle
En lo que se refiere a tu labradoodle y los niños, ten cuidado de que tu perro no se alborote demasiado, sobre todo con niños pequeños y un labradoodle más grande, o tus hijos podrían acabar siendo atropellados; pero con supervisión y educación tanto para tu perro como para tus hijos, seguro que tendréis una familia muy feliz.
Los nombres de labradoodle más populares
Cada año, Rover investiga los nombres de perro más populares en una base de datos de más de un millón de mascotas. Las tendencias de los nombres de labradoodle son algo similares a las tendencias de todas las razas caninas, aunque hay un par de diferencias notables. Max fue el nombre de perro más popular en EE. UU. para todas las razas, pero no estuvo entre los 10 primeros para los labradoodles. En su lugar, Charlie ocupó el primer puesto. También cabe señalar que el nombre de perro hembra Coco es más popular como nombre de labradoodle que como mezcla de todas las razas.
Adiestramiento del labradoodle
Los perros cruzados, como los labradoodle, combinan los mejores (y a veces los peores) aspectos de cada raza progenitora. En lo que respecta al adiestramiento canino, es probable que tu labradoodle sea un perro enérgico, complaciente e inteligente, cualidades que ha heredado de los caniches y los labradores, ambos criados originalmente para trabajar. Como con todos los perros, es importante presentar a tu nuevo cachorro tantas situaciones, personas, ruidos y lugares nuevos como se te ocurran durante las primeras 12-16 semanas de su vida. Esto, combinado con tu presencia reconfortante y apaciguadora, les ayudará a sentirse seguros y a crecer como perros seguros de sí mismos e imperturbables.
Los labradoodles se benefician del tipo de adiestramiento en obediencia que desearías que dominara cualquier buen perro. Las órdenes sencillas pero importantes, como “siéntate” y “ven”, son buenas disciplinas para enseñar (y perseverar en ellas) desde una edad temprana, ¡pero no hay razón para que te detengas ahí! Los labradoodles han demostrado una gran destreza en agility y también existe la posibilidad de que tu perro pueda ser asistente o perro de terapia debido a su naturaleza gentil natural.
Aseo del labradoodle
Los labradoodles pueden heredar un pelaje liso de su lado labrador, un pelaje rizado de su lado caniche o una combinación ondulada de ambos. Todos los doodles requieren un aseo regular y el mantenimiento del pelaje por motivos de salud. Un peluquero profesional puede ayudar a dar forma o entresacar el pelaje de un doodle para mantenerlo impecable.
También es buena idea mantenerles las uñas bien cortadas y revisarles las orejas de vez en cuando, ya que se ensucian con facilidad y pueden provocar infecciones. Es posible que tu veterinario o peluquero tenga que limpiarle los oídos con regularidad, ya que esto requiere un poco de conocimientos y herramientas especializadas. Puedes cepillarle los dientes en casa, y puede que tu veterinario también quiera revisar su salud bucodental de vez en cuando.
Dado que tienen instintos de búsqueda y de natación, puede que tu labradoodle se traiga algunos olores desagradables de los paseos; un baño con un champú ligeramente perfumado (y seguro para mascotas) te vendrá como anillo al dedo.
Salud del labradoodle
Como la mayoría de las razas caninas, los labradoodles son propensos a ciertos problemas de salud. A veces, las razas cruzadas como los doodles pueden heredar los problemas de salud de ambas razas en su linaje. Pueden ser propensos a la displasia de cadera y codo, hipotiroidismo, diabetes, enfermedades oculares y epilepsia. Tu veterinario podrá aconsejarte sobre cómo prevenir, evitar y tratar cualquier signo de estas afecciones que pueda desarrollar tu perro, sobre todo a medida que envejece.
Esas grandes orejas caídas también son propensas a las infecciones de oído: mantenlas secas y limpias para evitarlo, y pide ayuda a tu veterinario o peluquero si no tienes claro cómo hacerlo.
Historia del labradoodle
Un australiano llamado Wally Conron crió los primeros labradoodles. Su objetivo era criar un perro guía hipoalergénico para una mujer ciega de Hawái cuyo marido era alérgico a los perros. Wally pensó primero que podría adiestrar a un caniche como perro guía, puesto que el pelaje rizado del caniche mantiene el pelo y la caspa atrapados para que no provoquen alergias. Pero vio que sus caniches no eran muy fáciles de adiestrar como perros guía, así que cruzó intencionadamente su mejor caniche estándar con su mejor labrador retriever.
Cuando no pudo conseguir una familia que acogiera y adiestrara a la camada cruzada, hizo un pequeño trabajo de marketing: dejó de llamarlos mestizos y empezó a aclamar a la raza como un nuevo perro guía que no provocaba alergias. Inmediatamente se despertó el interés por la “nueva raza” de perro, el labradoodle.
Cómo conseguir un labradoodle
Criadores del labradoodle
Siempre es conveniente conocer a los padres de tu cachorro y ver cómo interactúa la camada entre sí, y esto es especialmente importante al elegir un perro cruzado, ya que puedes ver el tamaño de los padres. Un criador bueno y de confianza debería tener también registros del linaje de los padres y debería poder contarte más cosas sobre la mezcla específica de la camada.
Como los labradoodles no están reconocidos oficialmente, tendrás que empezar a buscar un criador de confianza por tu cuenta y, por suerte, debido a la popularidad de estos perros, no debería ser muy difícil dar con ellos. Infórmate bien sobre las fabricás de cachorros y las estafas: seguir unos sencillos pasos puede ayudarte a evitar que se siga financiando esta terrible práctica, y a tener una mascota cuya cría y experiencia en los primeros años de vida den como resultado, con mayor seguridad, un perro bien adaptado.
Adopción de un labradoodle
Como ocurre con muchas razas muy populares, los labradoodles suelen llegar a las protectoras por diversos motivos, como perros rescatados de fábricas de cachorros, pero a menudo es el simple hecho de que sus anteriores dueños se sintieron incapaces de seguir cuidándolos, quizá debido a un cambio de estilo de vida o de salud.
A menudo, los perros entregados ya están bien adiestrados y solo necesitan un nuevo hogar. Puedes encontrar protectoras cerca de ti con una rápida búsqueda en internet.
Un labradoodle puede ser un amigo maravilloso y seguro que es una fuente de alegría, con muchas risas y quizá alguna travesura por el camino. Así que tanto si piensas adoptar como si buscas un cachorro en un criador, prepárate, prepara tu casa y tu corazón para recibir a un perro con mucha personalidad y energía.