- Obtén más información aquí..
- No sustituye a consejo veterinario profesional.
¿Recuerdas cuando pensabas que eras invencible y serías joven para siempre? Tal vez también recuerdes que después de ir a fiestas guay y beber unas cuantas (bueno… seamos sinceros, ¡muchas!) birras, llegabas a tu casa y caminabas lentamente en puntas de pie hacia tu habitación para que tus papás no se despierten. Por más de que en aquel entonces pensaba que estaba engañando a mis padres, ahora estoy segura de que sabían exactamente lo que estaba pasando.
Tu perro es igual. No estamos diciendo que tu perrete te juzgue después de una noche alocada. Pero los perros pueden darse cuenta que hay algo diferente en ti después de que hayas bebido.
En resumen, los perros sabrán que una persona está pasada de copas por estos factores:
- Olor
- Lenguaje corporal
- Comportamiento
- Cambios de rutina
Nuestros perros prestan atención a cada uno de nuestros movimientos. Uno de los aspectos más increíbles del vínculo entre perros y humanos es que hemos evolucionado para respondernos mutuamente. Sigue leyendo para descubrir más detalles sobre cómo sabe tu peludo que has bebido y por qué importa.
¡Hueles raro!
No es un gran secreto que los perros tengan un mejor sentido del olfato que nosotros, de hecho, algunas fuentes aseguran que los perros cuentan con 200 y 300 millones de receptores olfativos, en cambio el humano solo con 5 millones. No es sorpresa que sean tan buenos oliendo… todo. Algunos peques incluso pueden detectar el cáncer con su olfato o descubrir que alguien está embarazada basándose en el olor de las cambiantes hormonas femeninas.
Con habilidades como esas, no nos sorprende que los perretes sean capaces de detectar mediante su olfato que estamos un pelín piripi. Nuestros amigos de cuatro patas pueden identificar el aroma del alcohol fácilmente mediante tu aliento o tus poros (lo siento, ¡no puedes esconderles nada!).
Así que, sí, tu peludo puede darse cuenta que hueles de forma inusual, incluso si solo te has bebido una copa. Es posible que tu mascota te evite un poco, porque a pesar de que no hayas bebido demasiado, tu olor le parecerá demasiado extraño.
Por otro lado, ¿sueles beber una copa de vino todas las noches después de cenar? Muy probablemente, tu peque se haya adaptado a ese olor, así que no estará preocupado por ello. Solo reaccionará ante el olor si es más fuerte de lo normal, por ejemplo después de una alocada despedida de soltera/o.
Actúas de forma extraña
Además de tu olor, tu mascota responde a tu lenguaje corporal. Si estás alegre, es posible que actúes y te muevas de forma diferente, y tu peque se dará cuenta de ello. Tu voz puede elevarse sin que te des cuenta, es posible que pases mucho tiempo mirando la nevera, intentes encontrar tu móvil o te rías mucho más de lo habitual.
Si te chocas con una silla o caminas en zigzag por la casa, tu falta de equilibrio puede preocupar a tu mejor amigo de cuatro patas. Si tienes más sueño de lo habitual (¡que puede ocurrir después de unos cuántos tragos!), es posible que tu perrete sienta que algo no va bien.
Estás sensible
Nuestro comportamiento cambia cuando estamos bajo la influencia del alcohol. Muchos de nosotros nos convertimos en personas extrovertidas después de unos tragos e incluso podemos actuar de forma diferente cuando estamos con nuestro perro.
Por ejemplo, si persigues a tu mascota por toda la casa para darle un fuerte abrazo, definitivamente notará que algo extraño está ocurriendo. Es probable que tu perro intente mantenerse alejado de ti si se siente abrumado, ya que no es parte de vuestra interacción habitual.
Intenta evitar cualquier movimiento o compartimiento errático alrededor de tu perro. Lo último que quieres es confundirlo o hacer que se sienta inseguro o asustado.
Te has quedado dormido
Tu compañero peludo notará cambios en tu rutina. Al igual que con los humanos, los perros son criaturas de hábitos. Si necesitas dormir porque tienes mucha resaca, es posible que a tu perro le de igual, pero puede empezar a sentirse con mucha ansiedad si no lo sacas a dar una vuelta en su horario de paseo habitual. Es posible que espere en la puerta con su correa en la boca mientras tú cierras las cortinas para evitar que el sol ilumine tu habitación.
Consejo pro: si no tienes otro miembro de la familia que te ayude a pasear a tu perro, es un gran momento de reservar a un paseador de Rover.
A pesar de que tu peque se de cuenta que no puedes más con tu vida, no dejará de querer llamar tu atención. No puede evitarlo… ¡te quiere demasiado! Y tal vez incluso puedas afirmar que la mejor manera de curar una resaca es pasando tiempo con tu mejor amigo de cuatro patas.
Los perros no deben beber alcohol, ¡nunca!
Ten mucho cuidado y nunca dejes una bebida alcohólica abierta cerca de tu peque. Puede tentarse y querer beberla, especialmente si huele bien o se ve interesante.
El alcohol definitivamente no es saludable para los perros en ninguna situación. Es dañino para su salud y su cuerpo. Se responsable y mantén las botellas alejadas de tu perrete, ¡hay formas mucho mejores de fortalecer el vínculo con tu perro que compartir una copa de sangría juntos!
En resumen
Tu perro no te juzgará por estar piripi, pero afectará sus rutinas y sus emociones porque el alcohol cambia tu comportamiento. Como verdaderos amantes perrunos, es importante entender el impacto que una noche de locura puede generar en tu mejor amigo de cuatro patas.