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Para algunos, la pregunta definitiva es «¿cuál es el sentido de la vida?». Pero para muchos dueños de mascotas hay un debate aún más apremiante: ¿qué son más inteligentes: los gatos o los perros?
En pocas palabras, no hay una respuesta clara. Ambos muestran rasgos de inteligencia similares, como el reconocimiento de vocalizaciones y la estimulación mental con juguetes. Pero en muchos otros aspectos, son animales muy diferentes, por lo que no se puede hacer una comparación directa.
En su lugar, es mejor explorar las formas en que son inteligentes de forma individual. Los gatos, por ejemplo, han aprendido habilidades sociales, mientras que los perros pueden ser adiestrados para todo tipo de entornos de trabajo.
Echemos un vistazo con más detalle a lo que ocurre en sus cabecitas.
Anatomía del cerebro de gatos y perros
¿Sabías que los cerebros de los gatos y los perros tienen una estructura muy similar a la de los humanos? Por ejemplo, tienen una amígdala, que les ayuda a reconocer y responder a las amenazas, y un hipocampo, para el aprendizaje y la memoria.
Sus cerebros también tienen lóbulos frontales, que permiten guiar los movimientos y las vocalizaciones. Sin embargo, mientras que esta sección constituye el 25 % del cerebro humano, FirstVet revela que, en los gatos, solo representa alrededor del 3 %. En los perros, el lóbulo frontal ocupa aproximadamente el 10 % de su cerebro.
¿Y qué hay de las neuronas? Son mensajeras que transportan la información por el cerebro. Los investigadores han descubierto que el cerebro de un perro medio alberga unos 500 millones de neuronas, mientras que el cerebro de un gato está compuesto por unos 250 millones de neuronas.
El mismo estudio también señaló que el tamaño del cerebro no está necesariamente correlacionado con la cantidad de neuronas. El cerebro de los perros, por ejemplo, ¡tiene el mismo número de neuronas que el de los osos pardos!
Cómo demuestran la inteligencia los gatos y los perros
Hay infinidad de formas en las que los gatos y los perros muestran sus habilidades cognitivas y, en muchas ocasiones, nuestros amigos peludos demuestran ser más capaces de lo que podríamos imaginar.
Los perros pueden aprender a interactuar con los ordenadores
Lamentablemente, no estamos hablando de esas patas tan monas tecleando, pero un estudio descubrió que participar en actividades informáticas en pantallas táctiles (que se activan con lametones) ayudaba a mantener la cognición de los perros mayores. Tras el entrenamiento, los caninos estaban más motivados, con ganas de explorar y tenían mejor memoria.
Los perros asumen funciones de trabajo
Los perros nos han ayudado durante mucho tiempo en diversas tareas, desde guiar a personas ciegas y olfatear sustancias hasta rescatar a escaladores y llevar mensajes. El trabajo de detección de olores es un ejemplo de sus supremas capacidades cognitivas, explica Daniel Shaw, consultor certificado en comportamiento canino. «[Para hacer esto], el perro tiene que aprender a responder de una forma específica a un olor (o a unos olores) concretos para ganarse una recompensa», dice. «Es una habilidad asombrosa teniendo en cuenta lo bueno que es su sentido del olfato y la cantidad de olores que se espera que distingan».
iStock/Salima Senyavskaya
Los perros pueden comprender el lenguaje humano
Aprenden a sentarse cuando se les dice, ¿esto significa que los perros reconocen las palabras humanas? No *exactamente*, afirma Shaw.
«No pueden entender el lenguaje de la misma manera que nosotros», comparte. «Sin embargo, pueden asociar palabras con fines específicos si esos fines son significativos para ellos. No se sabe realmente cuántas palabras puede comprender el perro medio, pero… puede ser más de lo que esperas». Shaw señala el caso de Chaser, una border collie entrenada para reconocer más de 1 000 sustantivos a lo largo de sus 15 años de vida. Mientras tanto, un estudio alemán fue testigo de cómo un perro llamado Rico aprendía los nombres de unos 200 objetos, y un estudio canadiense de 165 perros informó de una comprensión media de 89 palabras.
Los perros pueden imitar comportamientos humanos
Un estudio demostró que los perros imitaban las acciones aprendidas de sus dueños, incluso si eso significaba perderse una chuche. Mientras tanto, otros investigadores descubrieron que los perros solían bostezar cuando lo hacían sus dueños, pero no cuando veían bostezar a un desconocido. Dato muy tierno: los científicos creen que nuestros compañeros caninos imitan los comportamientos de sus dueños debido a la empatía y al vínculo que comparten.
Los perros fueron domesticados antes que cualquier otro animal
Los caninos fueron adiestrados por primera vez para socializar y convivir con los humanos hace ya 23 000 años. Algunos expertos sugieren incluso que los perros estaban abiertos a la interacción humana porque se dieron cuenta de que era mejor para su supervivencia (sobre todo en climas fríos) asociarse para conseguir comida en lugar de vernos como competencia.
Los gatos saben que un objeto está ahí, aunque no lo vean
Los estudios realizados por investigadores canadienses indican que los gatos entienden la «permanencia de los objetos», al igual que los humanos. Demostraron ser conscientes de que un objeto existía, incluso cuando estaba oculto tras una pantalla, y supieron buscarlo.
Los gatos son capaces de aprender e imitar las acciones humanas
«Tienen la capacidad de aprender comportamientos más complejos (como sentarse o chocar los cinco) con técnicas de adiestramiento sencillas», revela Lucy Hoile, especialista certificada en comportamiento animal.
Un estudio japonés demostró que, cuando un humano realizaba determinadas acciones, como tocar una caja o apoyar la cabeza en la mesa, el gato era capaz de imitar (y modificar, cuando era necesario) la mayoría de ellas.
Los gatos pueden ponerle nombre a la cara de sus amigos gatunos
Las investigaciones indican que los felinos asocian las caras con los nombres y las voces. Los científicos mostraron a los gatos fotos de otros gatos que vivían en su barrio o que se seleccionaron al azar. Los gatos participantes miraron durante más tiempo las fotos de gatos que reconocían, sobre todo cuando su respectivo dueño decía el nombre del gato fotografiado.
Los gatos pueden entender (un poco) el lenguaje humano
«Pueden aprender un montón de palabras humanas como señales para comportamientos entrenados», afirma Hoile. «Por ejemplo, muchos aprenden a volver al dueño cuando se les llama por su nombre. El número de palabras que pueden comprender depende de cuántos comportamientos quiera entrenar el dueño«.
Pero Hoile señala que su comprensión del lenguaje va más allá de las palabras. «Los gatos son sensibles al tono de los humanos y a su estado emocional cuando hablan», dice. «Sabrán si su dueño está de buen humor y elegirán si se acercan o no«.
Los gatos pueden reconocer la voz de su dueño
En una investigación sobre el reconocimiento por parte de los gatos domésticos de la voz de su dueño, se reprodujeron grabaciones de diferentes voces a 20 gatitos. Sus reacciones (como las respuestas vocales o los movimientos de la cabeza) pusieron de manifiesto que los gatos pueden distinguir a los humanos solo por las señales vocales.
iStock/borchee
Los gatos no siempre fueron animales sociales
Desde una perspectiva evolutiva, los gatos son felices merodeando solos en la naturaleza. Sin embargo, su alcance cognitivo les ha permitido adaptarse a las situaciones domésticas. Los expertos creen que los gatitos son más amistosos (tanto con los humanos como con otros gatos) si se les enseña a socializar antes de las siete semanas de edad.
Aunque los estudios han investigado la cognición tanto en los perros como en los gatos, parece que se han centrado más en los caninos. Algunos investigadores han puesto de relieve esta cuestión, observando que deberían realizarse más estudios sobre las capacidades mentales de los gatos, y que hacerlo podría ayudar a mejorar el vínculo entre humanos y gatos.
¿Puedo hacer que mi perro o gato sea más inteligente?
Tanto si tu mascota ya es un poco cerebrito como si no, puedes ayudar a reforzar sus habilidades cognitivas y asegurarte de que se mantiene mentalmente activa.
Aumenta el tiempo de juego para la estimulación mental
El juego es esencial para mantener a los gatos y a los perros mentalmente ágiles. No nos referimos únicamente a lanzar una pelota o agitar una cuerda: hay varios rompecabezas para gatos y para perros que harán trabajar sus engranajes del cerebro.
Los dueños de perros también pueden participar en los juegos. Por ejemplo, el escondite, donde te escondes y llamas a tu perro por su nombre para ver si te encuentra. Incluso puedes transformar las tareas en una actividad divertida entrenándoles para que dejen caer sus juguetes en una cesta.
iStock/andresr
Realiza ejercicios de adiestramiento para que tu mascota siga aprendiendo
A pesar del refrán, un perro (o un gato) nunca es demasiado viejo para aprender nuevos trucos.
Los perros pueden dominar órdenes de todo tipo, y ver sus progresos es gratificante. Explorar nuevas rutas de paseo también es una buena manera de que aprendan nuevas vistas, olores y sonidos. Además, conocer a otros amigos peludos mientras estáis fuera es ideal para mantener sus habilidades de socialización.
Puede que los gatos no sean tan conocidos por seguir órdenes, pero esto no significa que no puedan hacerlo. «Los gatos pueden aprender cualquier cantidad de comportamientos y, si se hace poco a poco, con muchas recompensas, les resulta una actividad divertida y estimulante«, comparte Hoile. ¿Por qué no pruebas el adiestramiento con clicker? Se trata de utilizar un simple dispositivo de clic para indicar que han realizado un comportamiento «correcto».
Realiza un test de inteligencia
Un test de inteligencia (los hay de varios tipos) es una forma de medir el nivel de inteligencia de tu mascota. Por ejemplo, el C-BARQ (test de evaluación de comportamiento canino), creado por la Universidad de Pensilvania, puede ser cumplimentado por los dueños.
«Esto indica lo fácil de adiestrar que es tu perro en comparación con otros de la misma raza», explica Shaw. «También proporciona información útil sobre aspectos como el miedo, los problemas relacionados con la separación y la excitabilidad, que pueden ser muy informativos para los dueños».
El C-BARQ se puede encontrar aquí y (buenas noticias) también hay una versión para gatos llamada FE-BARQ.
También puedes establecer tus propias actividades para ver lo inteligentes que son, al tiempo que les animas a utilizar su cerebro. Por ejemplo, ¿por qué no probar con sencillos juegos de escondite con juguetes o cronometrar el tiempo que tarda en responder a una señal verbal o visual?
Alimentos para un cerebro saludable
Alimentar a tu mascota con alimentos específicos no elevará su coeficiente intelectual al nivel de Einstein. Sin embargo, la hora de la comida desempeña un papel importante a la hora de mantener el cerebro de tu peludo en plena forma.
Los alimentos saludables para gatos son los que contienen proteínas, vitaminas y minerales. Por otro lado, alimentos como los huevos, el yogur griego y la calabaza pueden ayudar a mantener sanos el cuerpo y la mente de tu perro. ¡Y no te olvides de las chuches, sobre todo para las recompensas en el adiestramiento! Echa un vistazo a algunos de nuestros favoritos para perros y gatos.
Ten en cuenta la raza
Se cree que algunas razas de gatos y perros tienen una gran ventaja natural en cuanto a inteligencia. Por ejemplo, los border collies, los caniches y los golden retrievers se consideran perros especialmente inteligentes. Sin embargo, como señala Shaw, «depende de lo que se entienda por inteligencia», ya que las razas pueden destacar en distintas áreas.
¿Y qué pasa con los felinos? Se cree que el scottish fold, el siamés y el abisinio son las razas de gatos más inteligentes. Pero si tu gatito no es uno de ellos, no significa que no sea inteligente. «A menudo hay más diferenciación dentro de una misma raza que entre razas», revela Hoile.
Conclusiones
No se puede negar que ambas variedades de nuestros compañeros peludos son más inteligentes de lo que algunos les atribuyen.
Muchos estudios muestran cómo utilizan sus capacidades cognitivas a la hora de adaptarse a las situaciones, y no olvidemos tampoco su inteligencia emocional. Todos los días, los gatos y los perros demuestran su inteligencia mediante el afecto o la elección de su humano favorito. También tienen sus propios lenguajes del amor: los perros mantienen el contacto visual, por ejemplo, mientras que los gatos disfrutan dando tiernos golpecitos con la cabeza.
Creemos que estarás de acuerdo: ¡parece justo que ambos suban al escalón más alto del podio de los ganadores!