¿Qué es un puggle? No, no es una forma cariñosa de referirse a los pug o carlino: es el cruce entre un carlino y un beagle.
El puggle es un tipo de perro relativamente nuevo, criado por primera vez en los años 90 por Wallace Havens en Wisconsin. Los padres deben ser un carlino macho y una Beagle hembra, ya que si el perro macho es más grande que el perro hembra pueden producirse innumerables complicaciones de salud.
(Un dato curioso: Havens también creó el cockapoo, un cruce de cocker spaniel y caniche).
Los puggle son tan recientes que el AKC (American Kennel Club) y otras organizaciones oficiales de registro de razas no los consideran una raza independiente. No obstante, sean o no oficiales, los dueños de los puggle son fervientes defensores de sus amadas mascotas. Aquí te presentamos algunas situaciones que los dueños de estos peludos conocen bien.
1. Nunca sabes qué rasgos va a tener
¿Tu perro puggle será un aullador como los beagle o se dedicará a pasear felizmente por casa como un carlino? Cuando se trata de un cruce como el puggle, nunca sabes lo que ocurrirá ni la personalidad con la que te encontrarás. Pero esto es justo lo que les gusta a los dueños de los puggle.
2. Pierden muchísimo pelo
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En lo relativo a la apariencia física del puggle, su pelaje corto y brillante procede del beagle. A pesar de su pelo relativamente corto, el puggle perderá tanto pelo que tal vez pienses que tienes varios perros en casa. Asegúrate de darle un buen cepillado cada semana.
3. Roncan
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Aunque los puggle tienen un hocico más largo que otros perros de cara plana, también roncan como ellos. De hecho, una de las características del puggle es que, cuando ronca, ronca de verdad.
Los dueños de un puggle simplemente tendrán que acostumbrarse al sonido.
4. Son increíblemente tiernos
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Son perros muy buenos. Son cariñosos y gentiles y no les gusta el conflicto, por lo que las técnicas de adiestramiento positivo son las mejores para la personalidad del puggle.
5. Sin embargo, pueden ser algo tercos
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¿Los beagle son conocidos por su obediencia? No exactamente. ¿Y los carlino? Tampoco. Por tanto, al combinar estas dos razas, es posible que te encuentres con una mascota particularmente cabezota. La paciencia y la persistencia serán claves para el adiestramiento del puggle.
6. Les gusta mucho la comida
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Tanto el carlino como el beagle son conocidos por su amor por la comida y su tendencia a comer en exceso. Por tanto, los dueños de un puggle saben que deben respetar los horarios de alimentación y darles a sus mascotas muy pocas chuches o chuches bajas en calorías.
7. Les encantan las personas
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Un buen día para un puggle incluye abundantes interacciones con sus humanos favoritos, e incluso con algunos extraños. Son perros naturalmente sociables y, en particular, les encanta acurrucarse junto a ti.
8. También se llevan bien con otros perros
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Aunque cada perro es único, los dueños de puggles suelen intentar que sus peques disfruten de la compañía de otros perros. Esto es genial, ya que una de las necesidades del puggle es tener amigos con los que salir a correr y quemar todo lo que engullen.
Salud y bienestar de la raza puggle
Los puggle tienen una esperanza de vida media habitual entre los perros medianos, entre 10 y 15 años. Su salud es bastante buena, pero presentan algunas de las afecciones típicas de los carlino. Los perros de cara plana pueden correr riesgo en ambientes muy calurosos y húmedos y podrían tener dificultades para respirar si hacen demasiado esfuerzo.
Esto se conoce como “síndrome braquicefálico” Según un estudio de investigación, “Los signos más comunes del síndrome braquicefálico son el estrés, la intolerancia al calor, el estridor inspiratorio y la asfixia”.
También sufren algunas afecciones oculares, como el “ojo de cereza” y la atrofia retinal progresiva. En esta última, las glándulas del tercer párpado se mueven y pueden provocarles incomodidad. Se pueden irritar fácilmente y causar infecciones. (Los antibióticos y, en casos extremos, la cirugía, pueden ayudar).
Con la atrofia retinal progresiva —una serie de problemas hereditarios y genéticos que afectan a los ojos—, el perro puggle tendrá dificultades para ver, especialmente en la oscuridad o por la noche. Si empieza a chocarse contra los muebles, puede ser una señal de que algo va mal.
También pueden heredar displasia de cadera, “una formación anormal de la cavidad de la cadera”, que puede causar artritis y cojera. Es la causa más común de artritis en las caderas.
Al igual que el carlino, tienen abundantes pliegues y arrugas en el cuerpo, que deben mantener limpios. En algunos de estos lugares de difícil acceso pueden sufrir infecciones de la piel. E incluso si no se produce una infección, las bacterias y la humedad pueden provocar mal olor.
Temperamento del puggle
Como hemos señalado, los puggle son encantadores, tercos, juguetones, simpáticos y extrovertidos tanto con personas como con otros animales y, además, les encantan los mimos.
Con un puggle te llevas lo mejor de dos perros: tienen un buen olfato (gracias, beagle), son tiernos y encantadores (gracias, pug) aunque también algo tercos (gracias, beagle y pug), es posible que aúllen y ladren (gracias, beagle) y también roncan (gracias, pug). El carácter del puggle, algo terco, hace que sean algo difíciles de adiestrar. Pero no te dejes engañar: son muy inteligentes.
Tal y como dicen, nadie es perfecto, y los perros tampoco.
¿Quién es el mejor humano para un puggle?
Después de que Wallace Havens empezase a criarlos, se convirtieron en lo que se denomina “un perro de diseño”.
Y aunque los puggle son estupendos para casi todo el mundo —familias con niños, personas solteras que viven en la ciudad—, también son perros muy apreciados por los famosos. Por ejemplo, Uma Thurman, Jake Gyllenhaal, Kelly Osbourne y Sylvester Stallone son dueños de puggles. James Gandolfini, conocido por su papel de Tony Soprano, también era dueño de un puggle.
Sin embargo, no necesitas ser famoso para tener un puggle. No obstante, sí deberías tener ganas de llevar a tu mejor amigo de cuatro patas a dar un buen paseo durante el día. Solo debes asegurarte de que no haga demasiado calor y de tener agua cerca (gracias, carlino), ya que el esfuerzo que supone respirar y hacer ejercicio puede hacer que caminar les resulte difícil debido a su característica cara plana. También debes tener en cuenta que un puggle no es un perro ideal si quieres un compañero con quien salir a correr.