Desde pequeña tuve todo tipo de mascotas y aprendí a cuidar de ellas desde muy niña. Los perros son mi debilidad y especialidad. No he encontrado mayor nobleza y dedicación en otro oficio que no sea convertirme en su amiga y cuidadora. Sea por un favor o por oficio, el cuidado de las mascotas en general y los perros en particular, requiere de serio compromiso y atención, lo cual se convierte en mi marca. Me preocupo de ellos como lo hago conmigo misma y con mi familia porque el trato con los animales es una proyección de la forma en la que uno se trata a sí mismo y al resto del mundo. Su cuidado es el mejor trabajo que uno puede tener y ellos, con su sola presencia, siempre lo agradecen.