¿Quieres que tu perrita tenga cachorros por primera vez? ¿O tal vez tu mejor amiga está preñada con una camada sorpresa? Si se trata del primer embarazo de tu perra, la situación puede parecer abrumadora. Hemos hablado con dos prestigiosos criadores con gran experiencia para obtener más información sobre el tiempo de embarazo de un perro y sus fases. De esta manera, sabrás qué esperar cuando tu perra esté esperando a los suyos.
Conceptos básicos sobre el embarazo canino
El periodo de gestación, la duración del embarazo de una perrita, dura entre 58 y 68 días (o, aproximadamente, nueve semanas). Al igual que los humanos, los perros también tienen “trimestres”, pero estos son mucho más cortos, de unos 21 días cada uno. ¡Además, tu perra puede tener desde dos hasta diez cachorros! Los signos del embarazo no siempre son obvios, especialmente al principio: estos síntomas incluyen letargo y, rara vez, náuseas matutinas.
Fase 1: antes del embarazo
Si estás planeando que tu perra tenga cachorros, la preparación es clave. Sara Halbeck, del criadero Sarken Kennels de Tennesse, Estados Unidos, lleva casi 14 años criando loberos irlandeses. Esto es lo que sugiere:
● Asegúrate de que tanto el padre perruno como la madre perruna estén sanos.
● Comunica a tu veterinario tu intención de criar. “Cada raza es diferente, pero todas las perras deberían acudir a una consulta veterinaria antes de entrar en celo para que podamos comprobar que están en forma y sanas antes de que quede preñada”, comenta Halbeck. “Asegúrate de que su cartilla de vacunación también esté al día”.
● Debes contar con familias dispuestas a hacerse cargo de los cachorros antes de comenzar el proceso.
● Ten suficientes ahorros disponibles para el cuidado veterinario de la madre y de los cachorros. “Una cesárea, si fuese necesaria, puede ser muy cara”, añade Halbeck.
● Decide con qué alimentar a los cachorros después del destete. “También es recomendable que tengas algo de leche de fórmula en caso de que haya algún problema con la leche materna en algún momento”, sugiere Halbeck. “De ser así, necesitarás jeringas orales o biberones”.
Cuando tengas suficientes existencias y esté todo listo para el embarazo, debes saber qué esperar semana a semana.
Fase 2: durante el embarazo
Semanas 1-3: es fácil pasar por alto los primeros síntomas del embarazo, aunque probablemente notarás algunos cambios de comportamiento en tu peludita. Es conveniente que acudas a tu veterinario para una revisión prenatal en la segunda o tercera semana. Si se trata de la primera vez que tienes a una perra preñada a tu cargo, es recomendable que la lleves al veterinario con mayor frecuencia para asegurarte de que todo vaya bien, pero si ya tienes algo de experiencia con los embarazos caninos, usa tu propio criterio.
“Si el embarazo está yendo bien y la madre no está en peligro, el dueño puede decidir la frecuencia de las visitas al veterinario”, añade Halbeck. Como consejos, se suele recomendar una alimentación y un ejercicio regular durante estas primeras etapas del embarazo. Ambos criadores hacen hincapié en una dieta muy sana durante este periodo. “La nutrición es de suma importancia, al igual que el ejercicio habitual”, comenta Halbeck.
“Es muy importante, no podemos subestimarlo”, añade Rendon.
Semanas 4-6: En ocasiones, no hay signos externos de embarazo hasta esta etapa, el segundo “trimestre”. Un profesional veterinario ya puede palpar los cachorros en el abdomen a las cuatro semanas, pero NO deberías intentar hacer esto en casa, ya que podrías causarle un aborto a tu mascota. Más adelante, hacia la semana cinco o seis, deberías empezar a notar un aumento de peso.
“En la sexta semana del embarazo, los cachorros de lobero se mueven de la cavidad torácica hasta el abdomen inferior”, dice Haleck. “El aumento de peso se vuelve visible, al igual que el agrandamiento de los pezones”.
Deberías empezar a aumentar la ingesta de alimentos de tu perra hasta casi el doble de lo normal a finales de esta etapa y, en este momento, puedes considerar administrarle suplementos.
“Personalmente, no uso suplementos con mis perras, pero están bien alimentadas con comida de calidad antes, durante y después del embarazo”, señala Halbeck. “En ocasiones, les administro una inyección de calcio junto con una inyección de oxitocina durante el parto si es necesario”.
Como de costumbre, debes consultar con tu veterinario para saber qué es lo mejor para tu mejor amiga de cuatro patas.
Semanas 7-9: con el parto cada vez más cerca, es fundamental tener todo listo en estas semanas finales del embarazo. Prepara una zona para el parto en un lugar tranquilo y anima a tu perra a dormir allí. Algunas camadas de cachorros pueden llegar antes de tiempo, así que debes asegurarte de tener a mano todos los materiales necesarios (ver más adelante).
En estas semanas finales, es posible que empieces a observar movimientos del vientre de la mamá causados por los cachorros, y también puede comenzar a gotear algo de leche. La barriga seguirá creciendo y podría oscilar de un lado a otro mientras la madre camina. Una visita final a la clínica veterinaria confirmará la salud de los cachorros y cuántos serán.
Tu perra tendrá un apetito voraz y, aunque como hemos comentado, deberías aumentar su ingesta diaria, no la sobrealimentes, ya que podría ganar demasiado peso y sufrir complicaciones durante el parto. Es posible que se vuelva algo caprichosa a la hora de comer, así que debes tener alternativas saludables a mano. Para ver más consejos sobre la alimentación de tu perrita embarazada y otras recomendaciones para que tu peluda viva un embarazo saludable accede aquí.
Fase 3: parto
Cuando tu perra esté lista para dar a luz, es posible que empiece a manifestar algunos de los siguientes síntomas:
● Vómitos
● Hacer caca u orinar con más frecuencia
● Revisar o lamer sus cuartos traseros
● Temblores o jadeos
● Negarse a comer
Deberías saber aproximadamente cuál es la posible fecha del parto y comprobar la temperatura de tu perra regularmente cada 12 horas en los días anteriores: la temperatura interna de un perro es mayor que la nuestra, normalmente entre los 38 y los 39 grados, pero disminuye hasta los 36-37 cuando llega el momento de dar a luz. Halbeck recomienda contar con los siguientes materiales:
● Toallas
● Tijeras e hilo
● Betadine
● Posiblemente, una inyección de oxitocina y calcio si tu veterinario lo ha aprobado.
Algunas madres tienen un instinto natural y pueden enfrentarse al parto solas. “Es curioso cómo el instinto maternal es natural para algunas y otras necesitan tres o cuatro cachorros para que aparezca”, explica Rendon. “Las nuevas mamás no saben qué está ocurriendo, por lo que pueden estar muy incómodas y nerviosas. ¡He tenido nuevas mamás que miran a sus primeros cachorritos como si fuesen extraterrestres que no han salido de ellas!”
También puede haber complicaciones. Halbeck comenta que debes estar en condiciones de intervenir y ayudar a tu perro. “Los cachorros pueden estar girados, nacer de nalgas o sin el saco amniótico”, dice Halbeck. “Si la madre tiene una camada grande, es difícil para ella llegar a su parte posterior durante el parto, por lo que se requiere asistencia para ayudar a dar a luz al cachorro y cortar el cordón umbilical”.
Es posible que tu perra necesite acudir a un clínica de urgencias veterinarias. “Si la mamá no da a luz durante un largo periodo de tiempo entre cachorros, tu perra se tendrá que someter a una revisión veterinaria para comprobar si hay un cachorro en una posición inusual que pueda requerir una cesárea”, explica Rendon.
Incluso con 14 años de experiencia a sus espaldas, Halbeck afirma que los partos caninos aún siguen siendo un poco estresantes.
Fase 4: posparto
Cuando los cachorros hayan nacido, normalmente la madre los limpiará, pero si nacen demasiado rápido o tu perra no tiene un gran instinto maternal, tendrás que limpiar a los cachorros con una toalla.
Es necesario identificar a los cachorros al nacer, así como pesarlos dos veces al día durante varios días para asegurarse de que están ganando la cantidad adecuada de peso. Halbeck también sugiere desparasitar a los cachorros cada dos semanas desde su nacimiento hasta que estén preparados para mudarse a sus nuevas casas.
“También les ponemos un microchip a todos nuestros cachorros y nos aseguramos de que, como mínimo, reciban la primera serie de vacunas antes de marcharse”, añade Halbeck.
En resumen
Dar la bienvenida al mundo a una camada de adorables cachorros puede ser una experiencia maravillosa, pero debes prepararte para cuidar de la mamá durante su embarazo y saber exactamente qué hacer si algo va mal.